Asistimos como alumnos a un curso de conducción sobre nieve de Audi

Cada invierno, con el regreso de la nieve a las montañas, la marca de los cuatro aros organiza los cursos de conducción Winter Audi Driving Experience, una iniciativa de formación que se desarrolla desde hace varias temporadas en dos de las estaciones de esquí más importantes de nuestro país: Baqueira Beret, en Lérida, y Sierra Nevada, en Granada.

Cualquiera puede participar en ellos, pues está abierto a clientes y no clientes, aunque los usuarios de Audi disfrutan de un descuento en el precio respecto a quienes no lo son. Pero todos podrán descubrir las prestaciones de la gama de Audi y mejorar su habilidad al volante en ambas localizaciones, que abrieron sus puertas a los modelos de la firma con tracción Quattro el pasado 15 de enero y lo seguirán haciendo hasta el 13 de marzo. Solo en fines de semana, eso sí.

En ambas estaciones de esquí se puede probar una amplia selección de Audi con tracción a las cuatro ruedas, que los participantes en el curso pueden conducir sobre la nieve y el hielo en circuitos diseñados para la ocasión. De esta forma se puede mejorar la técnica de conducción al tiempo que disfrutamos de algunos de los mejores modelos Quattro de la firma, como el RS 3 Sportback y Sedán, el RS 4 Avant y el RS 5 Sportback, además de algún SUV de altas prestaciones como el RS Q3 Sportback.

A prueba en la nieve de Baqueira

Nos hemos desplazado hasta Baqueira Beret para conocer de primera mano cómo funcionan, qué se aprende y comprobar si realmente sales más preparado tras las clases teóricas y prácticas del Winter Audi Driving Experience, con las que el equipo de monitores persigue también variar nuestra actitud al volante, haciendo especial hincapié en trabajar la anticipación, la agilidad y el tiempo de reacción sobre superficies deslizantes, cualidades decisivas para mejorar nuestra técnica y nuestra seguridad en los peores escenarios posibles.

Por ejemplo, antes de que comencemos a deslizar con los coches por los diferentes tramos del circuito helado, los instructores dan una clase teórica en la que desmontan muchos mitos sobre la conducción en nieve, y recibes muchas de las claves para saber cómo actuar ante una situación 'incómoda' en superficies tan poco adherentes. Tras esa pequeña instrucción teórica llega el turno de la práctica, donde se alternan varias pruebas distintas para aprender a mejorar ante diferentes situaciones, como un test de frenado, uno de balanceo y uno de inercias, más una prueba final en la que se aplica todo lo anterior sobre un circuito de trazado más largo.

Nosotros empezamos por la prueba de frenada, que se realiza en una recta que termina en un 'bloque' simulado por un objeto acolchado. El ejercicio es, o eso parece, sencillo: debemos acelerar para acabar frenando lo más cerca posible del cubo, pero sin llegar a golpearle. Los coches, en este caso dos Audi RS 4 Avant, equipan gomas de invierno de Bridgestone (el fabricante de neumáticos es socio de Audi en estos cursos), y en cuanto realizas la primera frenada de emergencia te das cuenta de que el obstáculo lo has dejado varios metros por delante, pues los coches frenan mucho más de lo que la gran mayoría cree sobre esta superficie; siempre y cuando se cuente con unas gomas adecuadas para ello, claro. Tras un par de intentos, la mejora en el cálculo va en aumento y la cercanía del cubo acolchado hasta el paragolpes delantero va disminuyendo; aunque reconocemos que nos llevamos por delante alguna vez la colchoneta... por exceso de confianza.

Tras haber comprobado que las frenadas con neumáticos óptimos y con un sistema de tracción total, como el Quattro de Audi, son de lo más sorprendentes para bien, damos el salto a la prueba de balanceo, un test en el que se juega con las inercias del coche, con la tracción y con la anticipación, pues se ha de mirar muy lejos para saber dónde quieres poner el coche. Consiste en un pequeño circuito muy 'ratonero' en el que el alumno debe pasar por estrechas puertas hechas con conos, con cambios constantes de dirección y en un espacio muy corto de tiempo, lo que requiere ir dando golpes de gas al mismo tiempo que se juega con los pesos e inercias del coche, y confiando plenamente en que la tracción integral es un aliado. La forma en la que rompe la tracción el coche cuando le damos un pisotón al acelerador (en este caso eran RS 5 Coupé y Sportback) obliga a corregir mediante el contravolante, pero también mediante el freno, maniobra que suele verse como algo desaconsejado en una situación deslizante pero que, si se realiza correctamente en un coche actual, con todos los sistemas que incorpora, permite enderezar el coche con facilidad.

Tras ese ensayo de zig-zag en un espacio muy reducido se pasa a una prueba que busca controlar también el balanceo del coche, pero en una situación distinta: no utilizando tanto el acelerador, sino jugando algo más con las masas del coche, las pendientes del trazado y las inercias generadas desde la curva anterior. Y es que aunque el vehículo pierda tracción en el eje posterior como en el ejercicio anterior, en este caso las subidas y bajadas juegan en nuestra contra a la hora de utilizar el gas para corregir la dirección, por lo que los cálculos con el volante y la utilización del freno son aún más determinantes en este caso.

Como ejercicio final, los alumnos realizamos unas vueltas a un circuito más largo, en el que pudimos llevar a la práctica todo lo aprendido en las pruebas anteriores. Y, sin duda, con las nociones correctas y algo de práctica nuestro techo técnico al abandonar el curso era superior al que traíamos al comenzar. Bastaba con ver cómo al principio no eras consciente de las distancias de frenado necesarias, ni sabías cómo volver a colocar el coche si se va de delante o de atrás, o cómo hacer frente a un sobreviraje extremo (derrape de las ruedas traseras) en la nieve. Sin embargo, al dar las vueltas finales todos eramos más técnicos, nos sentíamos más seguros y confíabamos mucho más en nuestra capacidad de reacción; sabiendo también mucho mejor cómo reaccionará el coche, cómo controlarlo y hasta dónde podemos llevarlo sin que escape a nuestro control. Algo realmente útil si alguna vez encontramos una situación de baja adherencia en la carretera, pues sabremos reaccionar de manera mucho más hábil y, sobre todo, con antelación.

Los cursos de conducción Winter Audi Driving Experience tienen un precio de 240 euros en Sierra Nevada para todos los clientes Audi, mientras que para el resto de personas interesadas el precio sube a 300 euros. Cantidades, por cierto, que incluyen dos forfaits gratuitos para disfrutar de una jornada de esquí. Y si deseamos afrontar esta recomendable y divertida experiencia en la estación del Valle de Arán (Baqueira Beret), el precio para clientes Audi es de 290 euros, y de 350 en los demás casos, incluyendo en este caso un descuento en la compra de dos forfait y la posibilidad de probar un equipo de esquí de la marca Salomon de forma gratuita. Al terminar, además, cada participante recibe un diploma del curso.