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Adiós a los principales peajes en Cataluña: estos son los tramos que pasan a ser gratuitos
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AP-2, AP-7, C-31, C-32 y C-33

Adiós a los principales peajes en Cataluña: estos son los tramos que pasan a ser gratuitos

Desde el 1 de septiembre, el Estado y la Generalitat asumen la conservación y explotación de varios tramos de autopistas, lo que se traducirá en 556 kilómetros menos de peajes

Foto: Coches atraviesan una autopista de peaje de la red de carreteras de España. (iStock)
Coches atraviesan una autopista de peaje de la red de carreteras de España. (iStock)

Los 2.500 kilómetros de autopistas de peaje directo al usuario que se integran en la Red de Carreteras del Estado se reducen a partir de este miércoles, 1 de septiembre, ante la finalización de ciertos contratos concesionales por los que se imponen políticas de peaje que abonan los conductores y no la Administración a través del método de peaje en sombra. En sintonía con lo que explicó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana el pasado mes de abril en una nota de prensa recogida en su sitio web, el Estado ha licitado seis contratos, con un presupuesto conjunto de 119,4 millones de euros, para la conservación y explotación de sectores de la Red de Carreteras del Estado en Cataluña que volverán a ser gestionados por la Administración.

Por ende, varios tramos de autopistas de peaje de la región, 375 kilómetros de vías que circulan en buena parte por Cataluña, pasarán a ser gestionados por el Ministerio de Transportes, con lo que decaerá el pago de los peajes directos. Se liberalizará el paso por tramos de las autopistas AP-2 y AP-7, respectivamente, a las que hay que sumar otros tramos de autopista que dejarán de ser de peaje en la misma fecha, pero que pasarán a ser competencia de la Generalitat de Cataluña. En total, se liberan 556 kilómetros.

En concreto, de acuerdo con lo que especifica el Ministerio de Transportes, la concesión de peajes gestionada por ACESA en los tramos de la AP-7 que conectan Montmeló-La Jonquera (antigua frontera con Francia), Barcelona-Tarragona y Montemeló-Papiol dejará de estar en vigor a partir del 31 de agosto, fecha en la que también decaerá el filtro de peajes en el tramo de la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo. Con la liberalización de peajes, la idea que tiene el ministerio para estas carreteras pasa por establecer "un nuevo modelo de conservación" que persigue mejorar el estado de las carreteras con ayudas para acondicionar las vías y optimizar la vigilancia y atención de accidentes e incidentes.

Estos tramos liberalizados cuyos peajes eran dependientes de la Administración General del Estado se unen a otro punto de la autopista AP-7, el tramo Tarragona-Valencia-Alicante, que quedó fuera de la gestión de la empresa concesionaria AUMAR el 31 de diciembre de 2019, cuando también se eliminó el peaje de la autopista AP-4 Sevilla-Cádiz 48 años después de su puesta en marcha. Eran tramos que se construyeron a finales de los años 60 y principios de la década de los 70 durante la etapa en la que se empezaron a construir en España autopistas mediante contratos de concesión de obra pública, en los que "el concesionario debía diseñar, construir y conservar la autopista haciéndose cargo de la financiación y, a cambio, obtenía el derecho a explotarla por un periodo de tiempo, cobrando un peaje a los usuarios para recuperar la inversión y cubrir los costes de explotación".

Quedan 120 kilómetros de pago

A su vez, dado que el contrato con la sociedad concesionaria Invicat relativo a la gestión y explotación de las autopistas C-32 norte, C-33 y un tramo C-31 vence de igual manera el día 31 de agosto, el Ejecutivo catalán se hace cargo de su conservación integral con una nueva contratación hasta el año 2025 para la que se ha destinado un total de 23,7 millones de euros, que se dirigirán a "la conservación ordinaria de los elementos funcionales de estas vías para garantizar la seguridad vial, unas condiciones adecuadas para la conducción y un estado óptimo de conservación de la red", tal y como explica la Generalitat catalana en una nota informativa. Por tanto, a partir de septiembre, la Generalitat asume la gestión y explotación directa de estas autopistas.

Foto: Sede de Abertis en Barcelona. (Reuters)

Los tramos que se quedan sin peaje cuentan con algunas de las barreras más antiguas y, durante décadas, han sido escenario de importantes atascos y de protestas de los movimientos antipeajes. Todas esas imágenes quedarán atrás a partir de este miércoles, cuando sólo quedarán 120 kilómetros de pago, en la C-32 Sur, con los túneles del Garraf, y en la C-16, entre Sant Cugat-Terrassa-Manresa, con concesiones que no terminan hasta finales de la próxima década. El levantamiento de algunas barreras se ha llegado a adelantar en algunos puntos y, hacia las 20.00 horas de ayer, los coches circulaban ya sin pagar en puntos como el peaje de La Roca, de la AP-7.

Los 2.500 kilómetros de autopistas de peaje directo al usuario que se integran en la Red de Carreteras del Estado se reducen a partir de este miércoles, 1 de septiembre, ante la finalización de ciertos contratos concesionales por los que se imponen políticas de peaje que abonan los conductores y no la Administración a través del método de peaje en sombra. En sintonía con lo que explicó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana el pasado mes de abril en una nota de prensa recogida en su sitio web, el Estado ha licitado seis contratos, con un presupuesto conjunto de 119,4 millones de euros, para la conservación y explotación de sectores de la Red de Carreteras del Estado en Cataluña que volverán a ser gestionados por la Administración.

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