Elon Musk reconoce que el nuevo 'software' Beta 9.2 del Autopilot de Tesla "no es genial"

El CEO de Tesla, Elon Musk, reconocía recientemente a través de las redes sociales que el nuevo 'software' de conducción autónoma total FSD Beta 9.2 “no es realmente genial”, pero que el equipo del sistema Autopilot y de Inteligencia Artificial “está trabajando para mejorarlo lo más rápido posible”. Se produce este reconocimiento del empresario sudafricano justo cuando el asistente de conducción de la marca se encuentra bajo investigación por parte de las autoridades responsables de la seguridad vial en Estados Unidos, tras varios accidentes ocurridos en las últimas semanas en los que se han visto involucrados coches de Tesla que aparentemente circulaban con la función autónoma activada, lo que incluye colisiones contra vehículos policiales y camiones de bomberos estacionados.

El 'software' Beta 9.2, que es la última evolución presentada para la función FSD ('full self driving', o conducción autónoma total), está en el punto de mira desde su lanzamiento, e incluso dos senadores estadounidenses solicitaban recientemente a la Comisión Federal de Comercio de ese país que investigue al fabricante californiano por si engañó a los consumidores y puso en peligro al público al comercializar sus sistemas de automatización de conducción como totalmente autónomos.

Según el propio Musk, Tesla está “tratando de tener un sistema común válido para las carreteras y las calles de las ciudades, pero eso requiere un reentrenamiento masivo de redes neuronales”. Declaraciones con las que el principal responsable de la marca asume la complejidad de un sistema de conducción autónoma total, en línea con lo manifestado desde hace años por otros fabricantes de automóviles. Y no es solo una cuestión de dificultad, sino también de legalidad: esa 'conducción autónoma total' con la que Tesla denomina a su asistente más evolucionado no es legal en las carreteras. Ni en Norteamérica ni en Europa, donde se admiten asistentes que trabajen siempre bajo la supervisión del conductor, cuyo papel sigue siendo protagonista.

El rapapolvo de Euro NCAP a Tesla

Sin embargo, no es la primera vez que se advierte a Tesla de que anuncian su sistema Autopilot, y también su función FSD de ‘conducción autónoma total’, de una forma que puede crear confusión. Así lo hizo Euro NCAP cuando el año pasado analizó el funcionamiento de los asistentes de conducción de una decena de modelos a la venta en nuestro continente, pues el organismo independiente europeo, además de criticar el nombre Autopilot porque sugiere de forma indebida una ‘automatización completa’, destacó que en el material promocional se sigue sugiriendo esa ‘automatización’, aunque después en el manual de usuario sí se indican correctamente las capacidades y los límites del sistema.

En sus protocolos de evaluación de las ayudas de conducción (ADAS, por sus siglas en inglés), Euro NCAP se centra en dos áreas principales: Competencia de Asistencia, que podríamos definir como el equilibrio entre las capacidades técnicas del sistema (la asistencia al vehículo) y el modo en que mantiene al conductor alerta y activo (el compromiso del conductor), y Respaldo de Seguridad, que estudia la respuesta del automóvil y sus asistentes en situaciones críticas. La calificación máxima es de cinco estrellas, como en los estudios de colisión que también realiza Euro NCAP desde hace años, y llamó la atención en 2020 que el Tesla Model 3 obtuviera solo dos estrellas sobre las cinco posibles cuando la firma americana es pionera y abanderada de esa conducción asistida que ellos llaman autónoma.

En concreto, el organismo europeo concedió cuatro estrellas a Audi Q8, BMW Serie 3 y Mercedes-Benz GLE, e incluso tres estrellas al Ford Kuga, el modelo mejor valorado fuera de las marcas prémium; mientras que el Tesla Model 3 se conformaba con las citadas dos estrellas, las mismas que Nissan Juke, Volkswagen Passat y Volvo V60. Y eso a pesar de contar con los sistemas de asistencia que mejor funcionaron en situaciones extremas, lo que le llevó a sumar una puntuación del 95% en lo que Euro NCAP llama Respaldo de Seguridad, frente al 90% del BMW, el 89% del Mercedes-Benz, el 86% del Ford, el 84% del Audi o el 72% del Nissan, también buenos en ese capítulo. Sin embargo, en la otra área principal, Competencia de Asistencia, el Model 3 recibió la peor nota de los 10 coches probados: un 36%, muy mal en comparación con el 85% del GLE, el 82% del Serie 3, el 78% del Q8, el 76% del Passat y el 71% del V60. E incluso se sitúan por encima del eléctrico americano en ese apartado modelos más asequibles como el Kuga, con un 66%; el Renault Clio, con un 62%; el Peugeot 2008, con un 61%, y el Juke, con un 52%. ¿Por qué semejante rapapolvo al coche más exitoso de Musk?

Pues, ateniéndonos a los comentarios de los expertos de Euro NCAP, por varias razones. Una, que el Tesla no cuenta con un ‘head-up display’ que proyecte en la línea de visión directa del conductor en qué modo o programa de asistencia circula. Además, aunque el Model 3 está equipado con una cámara interna, esta no se utiliza para controlar al conductor, y el coche solo conoce el grado de compromiso del usuario por la acción de este sobre el volante. Y, por último, el sistema Autopilot opone resistencia al manejo de la dirección por parte del conductor, hasta un punto en el que la asistencia se desconecta por completo, lo que limita la conducción cooperativa que el organismo europeo valora como crucial. Así las cosas, el estudio reconocía el gran nivel de la tecnología de conducción autónoma de Tesla, que se refleja en sus puntuaciones más altas en asistencia y Respaldo de Seguridad, pero criticaba que el sistema Autopilot hace poco por mantener al conductor comprometido, y que su dirección "da la impresión de que o bien el coche se está conduciendo solo o el conductor tiene el control total, y el sistema es más autoritario que cooperativo".

¿Y qué opinan los clientes?

En este sentido, podría ser ilustrativo comprobar qué piensan los propios usuarios sobre el funcionamiento de los asistentes de Tesla, y para ello nada como acudir al lugar donde más circulan: Estados Unidos. Allí, la consultora J.D. Power realizó el año pasado una macroencuesta entre miles de automovilistas propietarios de vehículos modernos para conocer su grado de satisfacción con las tecnologías más avanzadas en los campos de la ayuda a la conducción y el infoentretenimiento. De ese estudio, por ejemplo, se obtienen conclusiones como que los sistemas que más gustan son los que ayudan a controlar mejor el entorno, como la cámara de marcha atrás o las cámaras de 360 grados, mientras que los controles gestuales de la pantalla (pasar páginas con movimientos de mano, agrandar o empequeñecer un mapa haciendo a distancia indicaciones con los dedos) son los que menos convencen.

Por marcas, la mejor calificación final otorgada por sus propios usuarios en este 'US Tech Experience Index Study' de J.D. Power fue para Volvo, con 617 puntos, seguida a bastante distancia por BMW, con 583 puntos; Cadillac, con 577; Mercedes-Benz, con 567, y Genesis, con 559. Y en la sexta plaza, como primer fabricante generalista, Hyundai, con 556 puntos. ¿Y Tesla? Pues a decir verdad fue el único fabricante excluido del 'ranking' por la consultora, ya que la firma californiana (aún dolida probablemente por ocupar la última plaza en calidad en la clasificación de 2020) se negó a que J.D. Power entrevistara a sus clientes en 15 de los 50 estados del país, aunque de las encuestas que sí pudieron realizarse se obtuvo una calificación de 593 puntos que habría situado a la firma de Elon Musk en la segunda posición, de modo que la satisfacción media de la clientela de Tesla, al menos con sus tecnologías más innovadoras, sí parece estar a un buen nivel.