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'Fumata' blanca, gris, azul o negra: ¿puedo saber qué le pasa a mi coche mirando el escape?
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Una valoración a tiempo evita caras averías

'Fumata' blanca, gris, azul o negra: ¿puedo saber qué le pasa a mi coche mirando el escape?

En el pasado, todos los automóviles emitían gases visibles, pero los coches modernos ya no generan humo... salvo que esté fallando algo en la mecánica. Y mirando lo que sale por el escape podemos intuir si la cosa es grave y dónde está el problema

Foto: Con el motor frío, el escape puede emitir humo blanco, pero suele ser vapor de agua. (Midas)
Con el motor frío, el escape puede emitir humo blanco, pero suele ser vapor de agua. (Midas)

Primer mandamiento del usuario de un automóvil: ante los primeros síntomas de un fallo en nuestro vehículo, consultar a un profesional o acudir a un taller para salir de dudas y, en su caso, evitar males mayores. Y, en ocasiones, identificar un problema mecánico es tan sencillo como observar lo que sale por el tubo de escape, pues en función del color del humo, a nuestro coche le puede estar pasando una cosa u otra, y cuanto antes identifiquemos la causa, más fácil será evitar costosas reparaciones, como acaba de recordar la cadena Midas, especializada en mantenimiento del automóvil, con una sencilla guía sobre los tipos de humo.

Así, por ejemplo, cuando el humo que sale por el escape es blanco, pero es ligero y desaparece rápidamente, no hay que preocuparse, porque se trata del vapor de agua generado por la condensación en el sistema de escape. Sin embargo, cuando ese humo blanco es espeso y persistente, podría indicarnos una fuga en la junta de la culata o la presencia de refrigerante en la cámara de combustión, lo que podría provocar un sobrecalentamiento y daños graves en el motor. En este último caso, por supuesto, deberemos acudir a un taller lo antes posible para diagnosticar correctamente el probable fallo.

placeholder El tubo de escape nos cuenta más cosas de lo que pensamos. Y si no hay humo, mejor.
El tubo de escape nos cuenta más cosas de lo que pensamos. Y si no hay humo, mejor.

Si el humo del escape es azul, se trata de una señal clara de que el motor está quemando aceite lubricante, y eso puede deberse al desgaste de los segmentos del pistón, unos retenes de válvulas defectuosos o problemas en el turbo. No actuar rápidamente ante este problema puede derivar en una avería aún más severa del motor. En todo caso, y para evitar en la medida de lo posible la aparición de fallos de este tipo, se aconseja cambiar el aceite del coche siguiendo las recomendaciones del fabricante en función de los kilómetros recorridos o del tiempo transcurrido desde el último cambio de aceite, lo que suceda antes. Y empleando el tipo de lubricante especificado, no otro cualquiera.

Con humo negro, mala mezcla

La emisión por el escape de humo negro indica un exceso de combustible en la mezcla aire-combustible, lo que puede estar causado por un filtro de aire obstruido, inyectores en mal estado o problemas en la sonda lambda. Y esto no solo afecta el rendimiento del motor, en forma de pérdida de prestaciones, sino que también aumenta el consumo de gasolina o gasóleo, y la emisión de gases contaminantes.

Por último, el humo gris puede estar originado por varias causas, como un problema en el turbo. Y tanto si es gris como si tiene un tono entre gris y azulado, la razón puede estar en la pérdida de aceite en el sistema de sobrealimentación, o en el mal funcionamiento del sistema de ventilación de gases de aceite del cárter, lo que provoca un consumo excesivo de aceite lubricante.

En todo caso, y al margen de esta identificación de posibles problemas en función del color del humo, si observamos que nuestro coche emite por su escape un tipo de humo diferente al habitual, conviene salir de dudas y consultar a un profesional, pues fallos sin gran importancia, y fácilmente reparables en un primer momento, pueden evolucionar en poco tiempo hacia averías graves y caras de solventar.

Primer mandamiento del usuario de un automóvil: ante los primeros síntomas de un fallo en nuestro vehículo, consultar a un profesional o acudir a un taller para salir de dudas y, en su caso, evitar males mayores. Y, en ocasiones, identificar un problema mecánico es tan sencillo como observar lo que sale por el tubo de escape, pues en función del color del humo, a nuestro coche le puede estar pasando una cosa u otra, y cuanto antes identifiquemos la causa, más fácil será evitar costosas reparaciones, como acaba de recordar la cadena Midas, especializada en mantenimiento del automóvil, con una sencilla guía sobre los tipos de humo.

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