Blindaje de titanio, lanzagranadas y bolsas de sangre: el asombroso Cadillac de Donald Trump
Estrenado por el propio Trump en su primer mandato presidencial y conocido como 'The Beast', el Cadillac One oficial del mandatario americano es un automóvil que presume de unas prestaciones tecnológicas y de protección únicas
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La presidencia de los Estados Unidos siempre ha contado con vehículos exclusivos, diseñados para garantizar la máxima seguridad, pero el Cadillac One, conocido como "La Bestia", lleva el concepto de coche oficial a otro nivel. Este auténtico búnker sobre ruedas vuelve a estar en el centro de atención tras la reciente investidura de Donald Trump como 47º presidente de los Estados Unidos.
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Blindaje extremo y resistencia total son las señas de identidad de este coche único. La carrocería, construida con una mezcla de titanio, acero y aluminio, puede soportar explosiones, disparos de armas de guerra e incluso ataques químicos. Además, sus puertas, más gruesas que las de un avión comercial e infinitamente más resistentes, ofrecen una protección incomparable en cualquier circunstancia.
Y la seguridad no es solo externa. En el interior de "La Bestia" hay bolsas de sangre compatibles con el grupo sanguíneo del presidente, un sistema de oxígeno y un completo kit médico. Esto asegura que, incluso en una emergencia, el mandatario pueda recibir atención inmediata sin abandonar el vehículo.
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La tecnología a bordo no admite comparación. Con un sistema de comunicación ultraseguro, el coche permite al presidente mantenerse en contacto con sus asesores y los responsables principales de las fuerzas armadas en tiempo real. Además, incorpora cámaras de visión nocturna, navegación avanzada y sistemas de defensa activa, como lanzagranadas y gases lacrimógenos.
Un interior de lujo
A pesar de su aspecto imponente, "La Bestia" no sacrifica la comodidad. El interior, diseñado para cinco personas, está equipado con asientos de cuero de alta gama, aislamiento acústico y una pantalla interactiva para controlar todas las funciones del vehículo. Su distribución interna sigue el esquema 2+3+2, permitiendo trasladar hasta siete pasajeros si es necesario.
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Otro de los puntos destacables son las medidas adicionales de protección, como los neumáticos de kevlar, que permiten circular incluso si son perforados. El depósito de combustible blindado y los cristales de 12,7 centímetros de grosor completan un diseño que no deja cabos sueltos en términos de seguridad.
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El Cadillac One, fabricado por General Motors, consume alrededor de 63,5 litros de media cada 100 kilómetros, una cifra que es consecuencia de las dimensiones del vehículo y, sobre todo, del peso, que supera las ocho toneladas. Este "tanque rodante" también cuenta con banderas laterales protocolarias, que cambian según el país que visite el presidente.
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La presidencia de los Estados Unidos siempre ha contado con vehículos exclusivos, diseñados para garantizar la máxima seguridad, pero el Cadillac One, conocido como "La Bestia", lleva el concepto de coche oficial a otro nivel. Este auténtico búnker sobre ruedas vuelve a estar en el centro de atención tras la reciente investidura de Donald Trump como 47º presidente de los Estados Unidos.