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Un litro de combustible sintético cuesta hoy 2.800 euros: ¿qué precio tendrá en 2035?
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Ya se puede usar en algunos motores

Un litro de combustible sintético cuesta hoy 2.800 euros: ¿qué precio tendrá en 2035?

Los vehículos con motor de combustión podrán seguir vendiéndose en la UE a partir de 2035 si usan combustible sintético, un líquido que hoy tiene casi precio de oro. Pero su producción masiva bajará los costes mucho y rápidamente

Foto: Karl Dums, de Porsche, sostiene un frasco con e-combustible de la marca. (Porsche)
Karl Dums, de Porsche, sostiene un frasco con e-combustible de la marca. (Porsche)

Acostumbrados a repostar nuestros vehículos en estaciones de servicio, pocos sabrán probablemente que no siempre fue así y que el concepto moderno de gasolinera no nace hasta 1907, cuando la empresa Standard Oil of California abrió en la ciudad de Seattle, en el estado de Washington, la primera estación de suministro de gasolina. Sin embargo, los primeros vehículos animados por motores de combustión habían nacido casi 20 años antes, y sus propietarios, tanto en Norteamérica como en Europa, debían apañárselas para conseguir un producto que entonces era caro y escaso, y normalmente se vendía en las farmacias, como casi todos los derivados del petróleo comercializados en aquella época, normalmente usados en tareas de limpieza. De hecho, era habitual que los automovilistas acudieran entonces a la tienda con su propio bidón, que era llenado con combustible a granel.

La historia, que no se remonta mucho más allá de un siglo, viene a cuento porque los combustibles sintéticos protagonizan hoy un momento parecido, en el que son todavía un producto escaso y carísimo de producir, y no disponible en estación de servicio alguna en todo el planeta. Porque lo más parecido a la comercialización de un combustible sintético no se ha producido hasta el pasado mes de enero, cuando la compañía británica Zero Petroleum ponía a la venta una edición limitada de su primer e-fuel, una gasolina sintética de 95 octanos neutra en carbono, fabricada usando energía de fuentes renovables y carente de cualquier elemento de origen fósil. Y de su exclusividad habla un dato: solo se venderán ocho envases de 20 litros cada uno, y su precio unitario es de 50.000 libras, aproximadamente 56.800 euros al cambio actual, de modo que el litro sale a 2.840 euros. Mejor no imaginar un "lleno por favor" con semejante coste, porque un solo depósito superaría el valor de la mayoría de los coches.

placeholder Recreación de la planta de producción de 'e-fuel' de HIF y Porsche en Chile.
Recreación de la planta de producción de 'e-fuel' de HIF y Porsche en Chile.

Sin embargo, la operación de Zero Petroleum tiene su explicación, pues lo que vende realmente es una pieza de coleccionista, pues estaríamos hablando de las primeras garrafas de combustible sintético puestas a la venta, y a partir de su entrega a los primeros clientes, prevista para finales de este año, el valor de reventa de cada envase bien podría multiplicarse, pues el propio CEO de la empresa británica, Paddy Lowe, plasmará su firma en los ocho primeros recipientes para autentificarlos. Y Zero Petroleum ya ha anunciado que seguirán produciendo el caro e-fuel a pequeña escala, de modo que para 2025 esperan poder poner a la venta otros 1.000 envases de 20 litros con una factura rebajada a 1.000 libras, lo que significaría ya un precio por litro de 57 euros.

Manejando esas cifras tan altas, sería lógico preguntarse hasta qué punto es una buena noticia que la insistencia del Gobierno alemán y la presión del Ejecutivo italiano hayan arrancado de la Unión Europea el compromiso de que a partir de 2035 no solo se admita la venta de vehículos eléctricos, sino también de los dotados de un motor de combustión que funcione con combustible sintético. ¿A 57 euros por litro? Sin embargo, todos los expertos consultados coinciden en que estamos en la fase pionera de los e-fuels, incluso anterior, por seguir comparando, a la era de la gasolina a granel en las farmacias.

placeholder La planta chilena de Haru Oni producirá este año 130.000 litros. En 2026, 55 millones.
La planta chilena de Haru Oni producirá este año 130.000 litros. En 2026, 55 millones.

Sin duda, el fabricante de automóviles que más ha defendido hasta ahora los combustibles sintéticos es Porsche, y la marca alemana anunció en su día que esperan un precio inferior a los dos dólares (1,84 euros al cambio actual) por litro cuando produzcan su e-fuel a nivel industrial. Y no parece un brindis al sol, ya que Porsche ha puesto en marcha su plan hace un par de meses, cuando inauguró en el sur de Chile, cerca de la ciudad de Punta Arenas, su planta piloto Haru Oni, dedicada a fabricar el nuevo hidrocarburo neutro en carbono utilizando la energía del viento a partir de poco más que agua y dióxido de carbono. Animado por el viento patagónico, prácticamente constante, el aerogenerador de la planta chilena aporta toda la energía necesaria para el proceso, que comienza dividiendo en una primera fase el agua en sus dos elementos constituyentes, hidrógeno y oxígeno, liberándose este último a la atmósfera. El paso siguiente es combinar el hidrógeno con el CO₂ del aire para formar metanol, que finalmente se convierte en gasolina.

Una gasolina, por cierto, que sí genera CO₂ al explotar dentro de los motores, aunque la emisión de este contaminante por el escape será idéntica a la cantidad de CO₂ atmosférico consumido durante la producción del e-fuel. De ahí que se denominen combustibles neutros en carbono.

En su primer año, la planta de Haru Oni, gestionada por HIF Global (Highly Innovative Fuels), producirá aproximadamente 130.000 litros, destinados en su mayor parte al campeonato de circuitos Porsche Mobil 1 Supercup y a los vehículos de pruebas de los Porsche Experience Center; pero para 2026 se espera que la factoría chilena produzca ya 55 millones de litros, y apenas dos años después la producción anual podría ser diez veces superior, por encima ya de los 500 millones de litros.

Las zonas desérticas, ideales

Para Karl Dums, jefe del equipo de Porsche dedicado al combustible sintético, "las fuentes de energía renovables no están distribuidas uniformemente en todo el mundo. En Alemania apenas tenemos, pero en otros lugares del planeta hay más de lo que pueden aprovechar localmente. Las mayores densidades de energía en forma de sol y viento se encuentran en las regiones desérticas y en otros lugares como el sur de Chile. Entonces, la energía que existe allí tiene que ser transportada a donde pueda ser utilizada. La producción de e-fuels lo hace posible; y Porsche AG, en colaboración con HIF Global, Siemens Energy, ExxonMobil y otros socios internacionales, ha decidido construir la planta piloto Haru Oni, donde aprovechamos las excelentes condiciones locales para explotar la energía eólica y así poder producir combustibles sintéticos".

placeholder Karl Dums, de Porsche, junto a uno de los motores utilizados en las pruebas.
Karl Dums, de Porsche, junto a uno de los motores utilizados en las pruebas.

Además, no será el único plan de este tipo emprendido por la marca alemana, que participará también en el proyecto de la subsidiaria de HFI Global en la región de Asia-Pacífico, tras el acuerdo alcanzado para construir una planta de e-fuels en la isla australiana de Tasmania a 30 kilómetros de la ciudad de Burnie. La idea es llegar a producir allí anualmente hasta 100 millones de litros de combustibles sintéticos, neutros en carbono, lo que reducirá las emisiones globales de CO₂ en aproximadamente 260.000 toneladas por año, que es el equivalente a la descarbonización de 52.000 automóviles actuales. Y la fábrica de Tasmania ha sido diseñada para ser neutra en emisiones, con el agua para la electrólisis extraída principalmente de biorresiduos.

En cualquier caso, Dums opina que "lo importante ahora es que otros cojan el testigo y sigan los pasos de Porsche. Creemos que hemos abierto un camino tecnológico que ofrece valor añadido a la causa de la sostenibilidad en todo el mundo. Al mismo tiempo, existe potencial para otras aplicaciones más allá del transporte por carretera, pues los combustibles sintéticos también podrían utilizarse en el sector de la aviación, el transporte marítimo o incluso en la industria química. La clave aquí es la producción a escala industrial".

placeholder Porsche ya emplea el combustible sintético en competición y en pruebas de nuevos modelos.
Porsche ya emplea el combustible sintético en competición y en pruebas de nuevos modelos.

Sin ir más lejos, la propia Zero Petroleum, que ahora vende su gasolina sintética Zero Syn95TM a los 2.840 euros por litro antes citados, ha anunciado que ampliará su oferta de combustibles sintéticos, y que además de gasolina de 95 octanos neutra en carbono trabaja ya en el desarrollo de gasolina sintética de 98 octanos, gasóleo sintético para mecánicas diésel, jet-fuel sintético para aviones y helicópteros e incluso una gasolina sintética específica, denominada UL91, destinada a aeronaves de pequeño tamaño que pronto se podrían generalizar. Y todos tienen una ventaja en comparación con el hidrógeno: pueden transportarse más fácilmente.

Además, las previsiones de Oliver Blume, máximo responsable de Porsche y CEO del Grupo Volkswagen, no son las únicas que apuntan a un combustible sintético por debajo de los dos dólares en el futuro, pues el prestigioso Instituto Fraunhofer, un referente internacional en investigación e ingeniería, calculaba recientemente en un informe al que hacía mención el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, que en 2050 el combustible 100% sintético podría costar 1,38 euros/litro; si bien otros estudios prefieren concretar menos y pronosticar para ese año una horquilla de precios más amplia: entre 1,45 y 2,25 euros por litro para la gasolina sintética, y entre 1,35 y 2,20 euros por litro para el gasóleo sintético.

No obstante, la tesis de un combustible sintético tan asequible no es compartida por todos, y un reciente estudio de la organización Transport & Environment, tradicionalmente defensora del vehículo eléctrico, señalaba que para el año 2030 el precio de los e-fuels en Alemania será de 2,80 euros por litro, aproximadamente un 50% por encima de la gasolina actual, derivada del petróleo. Además, los responsables de Transport & Environment defienden que ese alto precio del combustible sintético en el futuro animará a seguir usando carburante de origen fósil en los vehículos en lugar del caro combustible neutro en carbono, una posibilidad que parece descartada si, como parece, la UE solo admitirá finalmente la venta de vehículos nuevos con motor de combustión si las mecánicas equipan tecnologías que permitan usar e-fuel e impidan su funcionamiento con combustibles derivados total o parcialmente del petróleo.

Acostumbrados a repostar nuestros vehículos en estaciones de servicio, pocos sabrán probablemente que no siempre fue así y que el concepto moderno de gasolinera no nace hasta 1907, cuando la empresa Standard Oil of California abrió en la ciudad de Seattle, en el estado de Washington, la primera estación de suministro de gasolina. Sin embargo, los primeros vehículos animados por motores de combustión habían nacido casi 20 años antes, y sus propietarios, tanto en Norteamérica como en Europa, debían apañárselas para conseguir un producto que entonces era caro y escaso, y normalmente se vendía en las farmacias, como casi todos los derivados del petróleo comercializados en aquella época, normalmente usados en tareas de limpieza. De hecho, era habitual que los automovilistas acudieran entonces a la tienda con su propio bidón, que era llenado con combustible a granel.

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