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En el 20 aniversario del Phaeton, Volkswagen desvela cómo iba a ser la segunda generación
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Prevista para 2016, no llegó a fabricarse

En el 20 aniversario del Phaeton, Volkswagen desvela cómo iba a ser la segunda generación

Se cumplen dos décadas del lanzamiento del Phaeton, el sorprendente modelo impulsado por Ferdinand Piëch que metió a Volkswagen en el mundo de las berlinas de lujo y se vendió hasta 2016, cuando su sucesor, el D2, se quedó en la recámara

Foto: La primera generación del Phaeton, a la izquierda, y el que iba a ser su sucesor. (Volkswagen)
La primera generación del Phaeton, a la izquierda, y el que iba a ser su sucesor. (Volkswagen)

Hace 20 años, Volkswagen lanzó al mercado un coche que, de forma sorprendente en aquel momento, metió a la marca en la cúspide del segmento premium: el Phaeton. A partir de 2002, aquella berlina de lujo cautivó por su tamaño, su excelente confort, sus prestaciones, su alta tecnología y su impresionante calidad de producción, convirtiéndose en un vehículo de referencia que cambió el ritmo de la marca y allanó el camino para otros productos de alta gama, como el Touareg o, más adelante, el Arteon.

placeholder La segunda generación del Phaeton iba a salir en 2016, y Volkswagen lo acaba de desvelar.
La segunda generación del Phaeton iba a salir en 2016, y Volkswagen lo acaba de desvelar.

Sin embargo, sus ventas no fueron para nada las esperadas, y de hecho se calcula que la compañía perdía unos 28.000 euros con cada unidad vendida. Eso pudo contribuir a que en 2016 se produjera su despedida, cuando el Comité Ejecutivo de la casa germana decidió dejar de fabricar la berlina coincidiendo con un reajuste sistemático centrado en la electromovilidad, promovido en parte por el famoso 'Dieselgate'. Un cese de producción al que debía haber seguido la aparición de su sucesor, con el nombre de proyecto 'Phaeton D2', pero aunque ese nuevo modelo ya estaba preparado, jamás llegaría a producirse.

placeholder Volkswagen decidió no lanzar el Phaeton D2 al redirigir su camino hacia la electromovilidad.
Volkswagen decidió no lanzar el Phaeton D2 al redirigir su camino hacia la electromovilidad.

Y es que la que debería haber sido segunda generación del Phaeton en 2016, nunca llegó a la producción en serie. Y ahora, por vez primera, Volkswagen lo ha mostrado en público, dejando claro que el coche ''sigue teniendo un aspecto muy atractivo y unas bellas proporciones'', según el propio director de Diseño de Volkswagen, Jozef Kaban.

placeholder Tecnológicamente, el Phaeton D2 avanzaba soluciones que luego se verían en el Touareg del 2018.
Tecnológicamente, el Phaeton D2 avanzaba soluciones que luego se verían en el Touareg del 2018.

El prototipo en cuestión era muy cercano a cómo debería haber sido el modelo final, pues de hecho era conducible, y este Phaeton D2 tuvo que verse sometido a un proceso de selección interno para elegir entre cuatro conceptos diferentes y decidir cuál sería el definitivo. Finalmente se decantaron por este, causando sensación entre los responsables de la firma de Wolfsburg por sus contornos deportivos y planos, y por su interior de alta calidad.

placeholder La segunda generación mantenía también los máximos niveles de confort y refinamiento.
La segunda generación mantenía también los máximos niveles de confort y refinamiento.

Una vez construido el prototipo que se sometería a la decisión final del Comité de Supervisión, el destino quiso que todas las energías se enfocasen de pronto en Volkswagen hacia la electromovilidad, y se decidió no seguir adelante con el plan de producción de esta nueva lujosa berlina.

Un sueño de hace más de 20 años

Para entender mejor el Phaeton nos tenemos que remontar unos 25 años atrás, con el proyecto lanzado por el expresidente del Comité Ejecutivo de Volkswagen, y nieto del legendario Ferdinand Porsche, Ferdinand Piëch. Porque a finales de los años 90, Piëch presentaba este ambicioso proyecto, con el que buscaba abrir un nuevo segmento de mercado para Volkswagen con una berlina de lujo y, al mismo tiempo, elevar toda la marca hasta un nivel superior. Un Ferdinand Piëch que trabajó en el desarrollo del icónico Audi Quattro, del Audi 80 o del Volkswagen Beetle, y fue uno de los que más insistió en la creación del 'rompe récords' Bugatti Veyron W16 de 1.001 CV de potencia.

placeholder El Phaeton de primera generación metió a Volkswagen en el segmento de las berlinas de lujo.
El Phaeton de primera generación metió a Volkswagen en el segmento de las berlinas de lujo.

Al inicio de la producción en Dresden, en diciembre de 2001, Piëch resumía la situación en pocas palabras: ''En este emplazamiento produciremos el vehículo insignia de Volkswagen en el segmento de los coches de lujo. Aquí se podrá apreciar y experimentar la mejor fabricación artesanal y la tecnología más avanzada''. Y como para el nuevo buque insignia solo podían recurrir a lomejor, la planta de producción no podía ser menos. La Gläserne Manufaktur (Fábrica de Cristal) se construyó con una elevada calidad arquitectónica; y en ella, el Phaeton se ensamblaba casi por completo a mano en naves iluminadas, con empleados vestidos de blanco y muchos de ellos pertrechados con guantes. Tal era la apuesta por el lujo, que los suelos de las naves estaban revestidos en madera clara de arce de montaña procedente de Canadá, y de roble oscuro de páramo de Alemania.

placeholder La berlina de Volkswagen buscaba plantar cara al Clase S de Mercedes o al BMW Serie 7.
La berlina de Volkswagen buscaba plantar cara al Clase S de Mercedes o al BMW Serie 7.

De este modo, con sus 5,06 metros de largo, sus 1,90 de ancho y sus 1,45 metros de alto, el Phaeton garantizaba por dimensiones un puesto entre sus competidores del segmento de lujo, como el Audi A8, el Mercedes-Benz Clase S o el BMW Serie 7. Sin embargo, y a pesar de su tamaño, el aspecto visual era discreto y poco ostentoso, ideal para aquellos que no querían llamar la atención demasiado pero deseaban disfrutar de los lujos de una berlina de corte presidencial. De hecho, los únicos elementos que destacaban especialmente eran los grupos de luces redondas traseras instalados bajo los elementos rectangulares de cristal.

placeholder El interior contaba con los mejores materiales y con un gran espacio.
El interior contaba con los mejores materiales y con un gran espacio.

Sus contornos suaves en el exterior albergaban un interior que emanaba elegancia, con elementos cromados, chapas de madera de hasta 30 capas de material y cuero de la mejor calidad. Las rejillas de ventilación, por ejemplo, que se abrían eléctricamente y de forma silenciosa cuando era necesario en función del ajuste del aire acondicionado, estaban cubiertas por paneles de madera. Y es que el interior del Phaeton había sido diseñado como una especie de salón móvil, en el que se combinaban la calidad sin concesiones y los materiales de primera con los detalles técnicos cuidadosamente dispuestos. Los ocupantes del vehículo quedaban aislados por puertas que se cerraban con un ruido sordo y por gruesos cristales. Además, el sistema de sonido opcional Dynaudio terminaba de poner el broche a un habitáculo de impresión.

placeholder Se fabricaba prácticamente a mano en la 'Fábrica de Cristal' de Dresden.
Se fabricaba prácticamente a mano en la 'Fábrica de Cristal' de Dresden.

Por otro lado, la calidad del Phaeton también salía a relucir en los viajes largos, con una suspensión neumática de serie con amortiguación adaptativa que permitía al coche deslizarse con suavidad por la autovía. Gracias a su altísima rigidez torsional, la carrocería no traqueteaba ni crujía, mientras que el capó, las puertas y la tapa del maletero estaban hechas de aluminio. Para aquellos que quisieran aún más espacio interior, Volkswagen ofrecía también una variante del Phaeton con una longitud adicional de 120 milímetros y un espacio mayor en la parte posterior del habitáculo, a modo de vehículo para chóferes. Los asientos individuales con sistema de masaje y ventilación estaban disponibles de manera opcional; al igual que en la variante corta de serie.

placeholder También hubo una versión alargada, 120 milímetros extra para ser concretos.
También hubo una versión alargada, 120 milímetros extra para ser concretos.

Bajo el capó del Phaeton, la gama de motores comprendía distintas opciones, con los primeros clientes pudiendo elegir entre dos motores de gasolina atmosféricos y un diésel TDI. El motor de entrada era el 3.2 V6 con 241 CV de potencia, y el segundo motor gasolina era el W12, inusualmente corto y que se construyó, como su propio nombre indica, en forma de W, usando dos motores V6. Este motor generaba 420 caballos a partir de una cilindrada de seis litros. Pero, sin duda, el motor más inusual era el V10 TDI, un propulsor de gasóleo con una capacidad de cinco litros, dos turbocompresores con geometría de turbina variable, una potencia de 313 CV y un par máximo de 750 Nm. Este motor convirtió al Phaeton en la berlina diésel más potente del mundo en su momento; y al igual que el W12, la fuerza motriz se transmitía a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática y un sistema de tracción total 4Motion. El 3.2 V6, por su parte, se conformaba con tracción delantera.

placeholder Entre sus opciones mecánicas estaba la posibilidad de montar un V10 diésel.
Entre sus opciones mecánicas estaba la posibilidad de montar un V10 diésel.

A lo largo de sus 15 años de vida, la gama de motores se mejoró repetidamente. En 2003 se introdujo un motor V8 de 4,2 litros; y a este motor le siguió, un año después, el diésel 3.0 V6 TDI, convirtiéndose este último rápidamente en el más popular, con una potencia de 245 caballos en su última versión. El motor diésel de diez cilindros se dejó de fabricar en 2006, y el W12, cinco años después. El motor 3.2 V6 fue sustituido por un motor de 3,6 litros, y más adelante por una versión 3.0.

placeholder Se calcula que el Phaeton costó a Volkswagen unos 28.000 euros de pérdidas por unidad vendida.
Se calcula que el Phaeton costó a Volkswagen unos 28.000 euros de pérdidas por unidad vendida.

También se mantuvo al día en otros aspectos a través de cuatro sucesivas mejoras del modelo, que se introdujeron entre 2007 y 2014. Entre ellas se encontraban nuevas características, como un sistema multimedia con pantalla táctil, frenos carbocerámicos para el W12, sistemas de asistencia como el Rear Assist, el Side Assist y el ACC mejorado, la visualización de señales de tráfico basada en cámaras… De hecho, durante años también contó con placas de matrícula autoluminiscentes. El gran lavado de cara llegó en 2010, y le confirió un nuevo aspecto en la parte delantera y trasera, algo que fue especialmente popular entre los clientes de China, para quienes se había pensado inicialmente la berlina de la firma germana.

Hace 20 años, Volkswagen lanzó al mercado un coche que, de forma sorprendente en aquel momento, metió a la marca en la cúspide del segmento premium: el Phaeton. A partir de 2002, aquella berlina de lujo cautivó por su tamaño, su excelente confort, sus prestaciones, su alta tecnología y su impresionante calidad de producción, convirtiéndose en un vehículo de referencia que cambió el ritmo de la marca y allanó el camino para otros productos de alta gama, como el Touareg o, más adelante, el Arteon.

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