Así es el Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955, el coche más caro del mundo

No ha trascendido el nombre del nuevo propietario, pero se sabe que es un coleccionista de automóviles y que se ha comprometido a ceder periódicamente el coche para que sea exhibido en público en ocasiones especiales; y se sabe también lo que ha pagado por su Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé: 135 millones de euros. Eso le convierte en el vehículo más caro del mundo o, al menos, por el que se ha desembolsado más dinero. La operación se realizó a comienzos de este mes en una subasta organizada en el Mercedes-Benz Museum por la firma de la estrella, que contó con la colaboración de Sotheby's para el evento, al que se había convocado a clientes de la marca especialmente seleccionados y numerosos coleccionistas internacionales.

Del 300 SLR Uhlenhaut Coupé, lanzado en 1955, solo se fabricaron dos unidades, y las dos estaban hasta ahora en poder de Mercedes-Benz, que actualmente cuenta con una colección de 1.100 vehículos, encabezados por el primer automóvil de la historia, construído en 1886. De modo que tras la subasta, uno de esos dos coches tomó rumbo desconocido, mientras que la otra unidad sigue a disposición de todos los visitantes que acudan al museo de la marca en Stuttgart, donde este 300 SLR (Super Leicht Rennsport, o superligero de carreras) será sin duda, a partir de ahora, uno de los platos fuertes de la exposición.

Se trata en realidad de un Mercedes-Benz 'Gullwing', o 'alas de gaviota', pero los expertos le califican de 'ultra raro' porque estas dos unidades de 1955 responden a un diseño específico, liderado por el ingeniero angloalemán Rudolf Uhlenhaut, quien da nombre al modelo y está considerado como uno de los mejores técnicos del sector a mediados del pasado siglo. Y entre las innovaciones que presentaba su 300 SLR Coupé en comparación con otros deportivos, destacaba una tecnología que reducía los valores de contaminación. Es decir, creó un vehículo ecológico para los cánones del momento, pero optimizando las prestaciones hasta niveles que incluso en el 2022 parecen sobrecogedores, pues el 300 SLR Uhlenhaut Coupé pesaba solo 998 kilos y se movía con un motor de 302 CV de potencia que, unido a un cambio manual de cinco marchas, permitía rebasar los 300 km/h de velocidad punta. Un adelantado a su tiempo, porque a mediados de los 50 pocos deportivos de serie superaban los 200 km/h.

De hecho, uno de los logros del 300 SLR Coupé creado por Rudolf Uhlenhaut fue recorrer los 220 kilómetros de la autopista que une Stuttgart y Múnich en una hora. Por suerte para su conductor, los radares en las carreteras alemanas no llegarían hasta 1959, cuatro años después. Uhlenhaut estaba fascinado por la velocidad, y además de diseñar, desarrollar y probar personalmente 'su' 300 SLR Coupé, también se encargó del desarrollo del legendario 300 SL y de los W 196 R 'Silver Arrows' (flechas plateadas), que marcaron el paso durante varios años en la competición de máximo nivel. De aquella epoca se cuenta que durante una jornada de ensayos en Nürburgring, Rudolf Uhlenhaut y el campeón de Fórmula 1 Juan Manuel Fangio coincidieron a la mesa durante la comida, y el piloto argentino comentó al ingeniero que su coche no estaba perfectamente ajustado. Al parecer Uhlenhaut se levantó de inmediato y, todavía con su chaqueta y su corbata, saltó al coche y completó una vuelta al circuito alemán con un registro tres segundos mejor que el logrado por Fangio esa mañana. Al regresar, el ingeniero angloalemán se limitó a explicar que Fangio solo necesitaba algo más de entrenamiento.

Quienes han visto rodar al 300 SLR Uhlenhaut Coupé hablan del "sonido infernal de la mecánica", y cada vez que el coche ha sido exhibido en exclusivos eventos internacionales, como el Festival de la Velocidad de Goodwood o la reunión de clásicos de Peeble Beach, la marca alemana enviaba un técnico del departamento Mercedes-Benz Heritage especialmente entrenado para arrancar el motor, pues la tarea no es sencilla, al parecer.

Los periodistas de la revista suiza 'Automobil Revue' que en 1956 publicaron un reportaje de 16 páginas tras recorrer 3.500 kilómetros de carreteras alpinas con uno de los 300 SLR Coupé de Uhlenhaut concluían que el coche "era más rápido que el Mercedes-Benz campéon de Fórmula 1" de la época y que exigía "un conductor con muchas cualidades, como sangre fría, reacciones rápidas y sentir la máquina, además de una decencia y un respeto por el medio ambiente tan grande como su decisión, su coraje y su resistencia". Sin duda no podían imaginar que 66 años después alguien pagaría por aquel superdeportivo una cantidad tan astronómica como 135 millones de euros, que la Fundación Mercedes-Benz destinará a programas de educación con estudiantes, centrados en ciencias medioambientales y descarbonización.