Un simulador de carreras de Hyundai para tratar el daño cerebral adquirido

Hace tres meses que se puso en marcha la innovadora terapia desarrollada por el Hospital Beata María Ana con un simulador de carreras cedido por Hyundai España al centro, y los resultados no pueden ser más positivos en los pacientes con daño cerebral adquirido (DCA). El DCA se produce al recibir un golpe en la cabeza o padecer una enfermedad que cause una lesión en la zona; pudiendo ocurrir también a través de accidentes de tráfico, agresiones o caídas, accidentes cerebrovasculares (ictus) o un tumor cerebral.

Pues bien, esta nueva terapia con el simulador de Hyundai está dando tan buenos resultados que los avances conseguidos han despertado el interés de otros centros que trabajan con pacientes neurológicos. Según el doctor Marcos Ríos-Lago, coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, ''el uso del simulador, una vez adaptado su software a nuestras necesidades terapéuticas, mejora las habilidades cognitivas de los pacientes, como la atención, la velocidad y la percepción''.

Una terapia en un entorno seguro

Hyundai Motor España presentó el pasado 26 de octubre, Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido, su colaboración con el Hospital Beata María Ana en la rehabilitación de pacientes con lesiones cerebrales adquiridas, convirtiéndose así en la primera vez que el simulador de carreras de la marca coreana se instala en un hospital español para integrarse en las rutinas de los pacientes con el objetivo de ayudarles a recuperar las destrezas y habilidades necesarias para volver a conducir. Leopoldo Satrústegui, director general de Hyundai Motor España, comentaba: ''es motivo de orgullo para nuestra compañía participar activamente en este proyecto y ver cómo los resultados están siendo tan positivos en tan poco tiempo''.

Y es que los avances que está logrando el Hospital Beata María Ana con el simulador han generado de inmediato el interés de otros centros nacionales que trabajan con pacientes neurológicos, a los cuales se informa de manera puntual desde los canales médicos establecidos. Según el doctor Marcos Ríos-Lago, ''este interés abre la posibilidad de que dichos centros incorporen también programas de intervención con el simulador''. Además, desde hace años se investiga sobre la velocidad de procesamiento de información con miembros superiores en diferentes grupos clínicos, como traumatismos craneoencefálicos, parkinson, esclerosis múltiple y salud mental; pero ahora se inicia una nueva línea en la que colaboran la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, la Universidad Francisco de Vitoria, la Universidad Complutense, la UNED y el CSIC. De esta forma se podrá avanzar en la selección de candidatos para conducir con seguridad, optimizar los tratamientos o proponer adaptaciones de los vehículos que se consideren más aptas para las capacidades o dificultades de cada persona tras la lesión.

''Aún es pronto para evaluar el grado de éxito del programa y el porcentaje de pacientes que volverá a conducir, pero lo que sí señala la literatura científica es que, quienes vuelven a hacerlo tras un tratamiento específico para esta habilidad, no muestran diferencias con el resto de la población en siniestralidad o dificultades de algún tipo''; comentaba el doctor Marcos Ríos-Lago, quien añade que ''algunos pacientes no son conscientes de las nuevas limitaciones que sufren tras la lesión, por lo que en determinados casos el simulador ayudará a estas personas a valorar mejor las implicaciones de su lesión, haciendo que tomen conciencia del riesgo que supone volver a conducir mientras no estén preparados para ello. Aprovechamos y optimizamos cada día más las posibilidades de ajuste que ofrece el simulador, como son la capacidad de reacción, el campo visual, los movimientos del equipo, la sensibilidad de los diferentes controles o la retroalimentación auditiva''.