Las ayudas a la conducción, lo más importante en un coche nuevo

Cada día hay más coches viejos rodando por nuestras carreteras y ciudades, porque las ventas de coches nuevos bajan, pero al mismo tiempo más personas necesitan usar el coche para desplazarse. Esa mayor vejez del parque de vehículos español, que ya supera los 13,1 años de media, supone un grave problema para la sociedad, el incremento de la siniestralidad vial. Para evitarlo, hay coches nuevos, pequeños y accesibles, que permiten adquirir por un precio muy razonable un vehículo nuevo equipado con todos los sistemas de ayuda a la conducción, que de esta forma se están democratizando.

Hace años solo los coches de alta gama, los premium de grandes marcas, ofrecían medidas de seguridad en sus coches, como los airbag, el ESP y otros sistemas de ayuda, pero con el paso de los años estas son cada día más accesibles. Un buen ejemplo es el de Toyota con su sistema Safety Plus, que es de serie en la mayor parte de sus modelos. O el Citroën C3 Aircross que ofrece, por un precio muy razonable, sistemas que en algunos coches del segmento premium todavía siguen siendo opcionales. O los vehículos comerciales ligeros, como el Citroën Berlingo o el Renault Kangoo, igualmente muy bien equipados. O Volvo que los ofrece se de serie en todos sus vehículos nuevos.

Hablemos de lo que tiene este pequeño Citroën C3 Aircross. Ofrece hasta 12 sistemas de ayuda a la conducción para proteger tanto al vehículo como a sus ocupantes. Desde siempre, Citroën propone innovaciones tecnológicas al servicio de la seguridad y el confort a bordo. Una buena integración de las funciones de ayuda a la conducción permite asistir al conductor y liberarle del estrés de la conducción. Son avanzados sistemas de apoyo al conductor capaces de intervenir de manera autónoma para proteger al vehículo y a sus ocupantes.

Uno de los más importantes es el Active City Brake, que es el protagonista en la conducción urbana. Este sistema de ayuda a la frenada de emergencia se activa a velocidades superiores a 5 km/h y hasta 85 km/h y detecta obstáculos tanto fijos como en movimiento en el camino de nuestro vehículo. Por ejemplo, cuando vamos circulando un poco despistados y llegamos a un paso de peatones donde cruza una persona. El coche nos avisará y, si no hacemos nada, frenará bruscamente y de forma automática.

Otro sistema importante en estos momentos, que la DGT estudia hacer obligatorio el año próximo, es el de reconocimiento de señales de tráfico y de los límites de velocidad. El sistema es capaz, no solo de leer las señales de tráfico y mostrarlas en el cuadro de instrumentos, sino que también puede limitar la velocidad del coche de forma automática a ese nuevo valor.

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C. Cancela

Un equipamiento parecido se encarga de detectar el cambio de carril involuntario cuando el vehículo pisa las marcas viales de delimitación del carril. El sistema advierte al conductor mediante una señal acústica y visual, siempre que la salida de carril se produzca sin que se haya accionado previamente el intermitente de ese lado.

Además de la posición en el carril, los ángulos muertos en los que el conductor no ve que se acerca otro vehículo también se mantienen vigilados automáticamente. En este caso gracias a la vigilancia del sistema de control del ángulo muerto que mediante un testigo en el retrovisor avisa al conductor de la presencia de un vehículo en dicha zona.

Otro sistema importante para la seguridad es el head up display que se encarga de proyectar sobre el parabrisas en el lado del conductor los datos más importantes para la conducción, velocidad, señales de tráfico o las indicaciones del navegador. Con ello se evita que el conductor tenga que quitar la vista de la carretera y aumenta notablemente la seguridad. También se muestran los eventuales avisos de riesgo de colisión y las indicaciones del navegador. Todas esas informaciones se muestran en color, lo que facilita su lectura.

Lo mismo ocurre con las cámaras de visión trasera o la visión 360 grados que permiten ofrecer la máxima seguridad en la maniobras y evitar accidentes y atropellos. Estas imágenes se proyectan en la pantalla de la consola central, que en el caso del C3 es de 9 pulgadas. La presencia de líneas de referencia de color para indicar la proximidad de un obstáculo facilita cualquier maniobra.

Otro sistema que ayuda en las maniobras de aparcamiento es el park assist. Una vez el conductor lo acciona, es capaz de localizar huecos de aparcamiento y, una vez decidido donde aparcaremos, se encarga de accionar el volante de manera automática para efectuar la maniobra con toda seguridad.

Todos los ADAS

Interesante es la ayuda que aporta el arranque en pendiente, que tiene la misión de impedir que el coche se vaya hacia atrás en una pendiente en el momento en que se suelta el pedal de freno. Funciona cuando el coche se encuentra en una pendiente de más del 3% y mantiene el coche frenado durante 2 segundos, lo que permite al conductor pasar con toda tranquilidad del pedal del freno al acelerador.

También importante el sistema que activa automáticamente el limpiaparabrisas cuando empieza a llover o el que hace lo mismo con las luces, al hacerse de noche o, sobre todo, cuando entramos en un túnel o en una zona menos iluminada. Y por si todo esto fuera poco, el aviso de fatiga, que detecta cansancio en el conductor y le aconseja una parada para un café.

Estos son sistemas de serie o disponibles opcionalmente en el C3 Aircross, pero si hablamos del Toyota Corolla o del pequeño y más accesible Yaris, por ejemplo, esta lista es casi completa de serie desde el modelo de acceso. Además, añade algunos importantes como el control de crucero adaptativo o el detector de peatones y ciclistas, igualmente de serie desde el modelo básico, que cuesta 21.000 euros de precio oficial recomendado en el caso del Corolla o de 18.500 euros para el Yaris. Y casi todas las versiones incluyen de serie los últimos sistemas incluyendo el de mantenimiento de la trayectoria por la carretera, situando el vehículo en el centro del carril de serie.

Los coches cada día están mejor equipados en materia de seguridad, pero es importante cuando vayamos a adquirir un vehículo comprobar que realmente tiene todo lo que queremos. Escatimar en un sistema de ayuda a la conducción puede suponer un grave riesgo, que con los precios tan bajos de estos sistemas, no merece la pena asumir.

Es importante destacar que diferentes estudios científicos avalan la efectividad de estos sistemas ADAS, llegando a estimar que, si todos los vehículos tuvieran instalados estos sistemas, se podrían prevenir -o mitigar- aproximadamente el 40% de todos los siniestros de tráfico, el 37% de todas las lesiones de consideración y el 29% de todas las muertes relacionadas con los siniestros viales.