¿Por qué el Aventador es el Lamborghini más revolucionario de la historia?

Allá por marzo de 2011, durante el lanzamiento del Aventador LP 700-4 en el Salón de Ginebra, Stephan Winkelmann, presidente y CEO de Automobili Lamborghini, declaraba que “el futuro de nuestros superdeportivos ya es una realidad gracias al Aventador LP 700-4”. Hoy, cuando el superdeportvo italiano cumple sus primeros diez años de vida, repasamos la historia de su ya legendario modelo V12 destacando las diez innovaciones que han convertido al Aventador probablemente en el Lamborghini más innovador de la historia en la marca de Sant’Agata Bolognese, y quizás tambén en el más revolucionario, con permiso de ‘hermanos’ tan famosos como el Countach, el Diablo o el Miura, por citar solo algunas de esas máquinas soñadas por millones de aficionados en todo el planeta.

Porque el valor del Aventador, a la venta desde unos 446.000 euros y que debe su nombre al toro más bravo lidiado en la plaza de Zaragoza en 1993, no es sólo la potencia de su motor V12 atmosférico o sus asombrosas prestaciones, sino que también está relacionado con las soluciones tecnológicas introducidas a lo largo de una década en sus cuatro principales versiones: LP 700-4, Superveloce, S y SVJ.

Fibra de carbono

El Aventador LP 700-4, con un chasis monocasco de fibra de carbono nunca antes visto en superdeportivos de la marca, estableció el liderazgo de Lamborghini en la producción y desarrollo de materiales compuestos, convirtiendo al fabricante de Sant'Agata en la primera compañía en producir internamente tal cantidad de elementos de fibra de carbono. El chasis monocasco de ese material, construido con varias tecnologías patentadas por Lamborghini, es un monocasco de carcasa única que combina el habitáculo del coche, el suelo y el techo en una sola estructura, garantizando una rigidez estructural extremadamente alta. Junto con los dos subchasis de aluminio delanteros y traseros, es una solución de ingeniería que ofrece una gran rigidez estructural y un peso excepcionalmente ligero de sólo 229,5 kilos.

Además, el techo de la versión Roadster del Aventador está compuesto por dos secciones fabricadas íntegramente en fibra de carbono, todo un avance respecto al Murciélago, que contaba con una capota tradicional. Esta tecnología garantiza una óptima rigidez a pesar de que el techo es extremadamente ligero, pues cada una de sus dos mitades pesa menos de 6 kilos. Y el uso de la fibra de carbono se incrementó en la versión Superveloce al utilizarse en los paneles y los umbrales de las puertas, y también en el interior, donde por primera vez en un coche de producción se empleó la tecnología Carbon Skin, un material superliviano que, combinado con una resina especial, es suave al tacto, extremadamente resistente al desgaste y muy flexible.

Tracción integral

La potencia del Aventador hacía necesario contar con una transmisión eficaz desde el principio para ofrecer al conductor la mejor experiencia de conducción posible. Y la solución fue el reparto electrónico del par, controlado entre las ruedas delanteras y traseras mediante tres componentes: un embrague distribuidor de par de tipo Haldex, un diferencial autoblocante trasero y un diferencial delantero que funciona junto al control de estabilidad ESC. En unos pocos milisegundos este sistema puede ajustar la distribución del par a las condiciones de conducción del vehículo, llegando a transferir en los casos más críticos hasta el 60 por ciento del par al eje delantero, en función del modo de conducción seleccionado en ese instante.

Suspensión 'push rod'

Desde su primera versión, el Aventador estuvo equipado con el innovador sistema de suspensión Push Rod, inspirado en los monoplazas de Fórmula 1 y que cuenta con unas barras fijadas en la parte inferior del alojamiento del buje de cada rueda, que transmiten (o ‘empujan’, de ahí su nombre) la fuerza a los conjuntos amortiguador-muelle instalados horizontalmente en la parte superior del bastidor, tanto en la parte delantera como en la trasera. El sistema de suspensión Lamborghini Push Rod incorporó más adelante en el Aventador Superveloce los amortiguadores magnetoreológicos (MRS), que modifican constantemente el comportamiento de las suspensiones según las condiciones de la carretera y el estilo de conducción: la amortiguación se ajusta en cada curva, reduciendo en gran medida el balanceo y haciendo que la conducción y la dirección del vehículo sean más reactivos. Esta suspensión también reduce el hundimiento del tren delantero en las frenadas más extremas.

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Transmisión robotizada ISR

El Aventador monta una caja de cambios robotizada, un avance extraordinario para un superdeportivo de calle cuando vio la luz en 2011, pues el sistema, de siete velocidades, proporciona pasos de una marcha a otra extremadamente rápidos. La caja de cambios con varillas independientes (ISR) cuenta con dos ligeras varillas de cambio de fibra de carbono que mueven los sincronizadores simultáneamente: una para el engranaje y otra para desembragar. Gracias a este sistema el deportivo de Lamborghini consigue hacer los cambios de marcha en sólo 50 milisegundos, aproximadamente la velocidad de parpadeo del ojo humano.

Selector de modos de conducción

La configuración del estilo de conducción también ha evolucionado notablemente en el Aventador. Los modos de conducción de la primera versión LP 700-4 ofrecían cinco modos para la caja de cambios: tres manuales (Strada, Sport y Corsa) y dos automáticos (Strada-auto y Sport-auto). En el Aventador Superveloce, sin embargo, estos programas tenían una mayor capacidad para modificar el estilo de conducción, dando la opción a través de los tres modos del sistema Drive Select (Strada, Sport y Corsa) de ajustar la respuesta del motor, la transmisión, los diferenciales, los amortiguadores y la dirección. Y más tarde, el Aventador S introdujo una importante evolución al permitir al conductor optar entre cuatro modos de conducción diferentes: Strada, Sport, Corsa y Ego, este último un nuevo programa que permite al usuario elegir a su vez entre varios perfiles de configuración adicionales que se pueden personalizar de forma individual, modificando el comportamiento del sistema de tracción, la dirección y la suspensión dentro de la gama de ajustes Strada, Sport y Corsa.

Dinámica Activa del Vehículo LDVA

En el Aventador, el control longitudinal del comportamiento proviene de la unidad de control Lamborghini Dinamica Veicolo Attiva (LDVA, por sus siglas en inglés Lamborghini Active Vehicle Dynamics), una estrategia de funcionamiento del ESC mejorada que se introdujo por primera vez en el Aventador S, ofreciendo un control más rápido y preciso de la tracción y el manejo del vehículo según el modo de conducción seleccionado. El LDVA es una especie de cerebro electrónico que recibe información precisa en tiempo real sobre el movimiento del vehículo a través de las señales transmitidas por todos los sensores del coche. Por lo tanto, puede modificar instantáneamente los sistemas activos para tener la configuración más adecuada y garantizar el mejor comportamiento en todas las condiciones de conducción.

Aerodinámica activa

Para mejorar el comportamiento en carretera y las prestaciones del Aventador se introdujo el sistema Aerodinamica Lamborghini Attiva 2.0 en la versión SVJ, que se acompañó de una segunda generación, muy mejorada, del sistema LDVA antes citado. El sistema, bautizado ALA y patentado por Lamborghini, apareció por primera vez en el Huracán Performante, aunque la firma italiana estrenó una evolución, denominada ALA 2.0, en el Aventador SVJ. Se recalibró para tener en cuenta la mayor aceleración lateral del coche y, al mismo tiempo, se introdujeron nuevos diseños de tomas de aire y conductos aerodinámicos.

En líneas generales, el sistema ALA modifica la aerodinámica para lograr una alta carga del aire o una baja resistencia aerodinámica en función de las condiciones dinámicas. Los motores de accionamiento electrónico abren o cierran los flaps activos en el spoiler delantero y en el capó, que dirigen el flujo de aire tanto en la parte delantera como en la trasera. La unidad de control Lamborghini Dinamica Veicolo Attiva 2.0 (LDVA 2.0), con sensores de inercia optimizados, controla todos los sistemas electrónicos del coche en tiempo real, activando los flaps del sistema ALA en menos de 500 milisegundos para garantizar la mejor configuración aerodinámica en cualquier situación de la conducción, incluso por encima de 300 km/h.

Dirección a las cuatro ruedas

Con el lanzamiento del Aventador S, el control lateral se benefició del sistema de dirección a las cuatro ruedas, instalado por primera vez en un vehículo de serie de Lamborghini. Esta solución proporciona una mayor agilidad a velocidades bajas y medias, y una mayor estabilidad a altas velocidades. Se combina con la Dirección Dinámica Lamborghini (LDS) en el eje delantero, garantizando una respuesta más natural y una mayor reactividad en las curvas más cerradas, y está específicamente adaptado para trabajar junto con el sistema de Dirección Trasera Lamborghini (LRS).

Con el lanzamiento del Aventador S, el control lateral se benefició del sistema de dirección a las cuatro ruedas

Dos actuadores independientes reaccionan en solo cinco milisegundos a los movimientos del conductor en la dirección, lo que le permite ajustar el ángulo en tiempo real y mejorar el equilibrio entre el agarre a la carretera y la tracción. A baja velocidad, las ruedas traseras giran en sentido contrario al ángulo de dirección, reduciendo así el espacio necesario para maniobrar, ya sea callejeando, estacionando o atacando carreteras de montaña con curvas muy cerradas. En cambio, a alta velocidad las ruedas delanteras y traseras giran en el mismo sentido que la dirección, configuración que garantiza una mayor estabilidad y optimiza la reactividad del vehículo, como por ejemplo cuando adelantamos a otro vehículo y realizamos rápidos cambios de carril.

Sistema Start-Stop

Como Lamborghini se comprometió en su día a reducir el consumo y la contaminación, a partir de la versión inicial LP 700-4 el Aventador se presenta con un innovador y rápido dispositivo start-stop, con un innovador sistema de almacenamiento de energía eléctrica que permite una relevante reducción del gasto de combustible. El fabricante de Sant'Agata ha introducido en el nuevo Aventador una tecnología de vanguardia, nunca vista antes en la industria del automóvil: la energía eléctrica para volver a arrancar el motor después de una parada (por ejemplo, en los semáforos) es proporcionada por el sistema de almacenamiento de energía supercap, lo que se traduce en un arranque extremadamente rápido. El V12 completa el proceso en 180 milisegundos, mucho más rápido que un start/stop convencional. Siguiendo con la filosofía de Lamborghini de construcción ligera, la nueva tecnología supone una reducción de peso de 3 kg. La batería tradicional del coche alimenta únicamente a los sistemas electrónicos, es de menor tamaño y dura casi toda la vida del vehículo.

Desactivación de cilindros CDS

La segunda tecnología que aumenta la eficiencia es el sistema de desactivación selectivo de cilindros (CDS). Cuando se circula presionando poco el acelerador y a velocidades inferiores a 135 km/h, el CDS desactiva una de las dos bancadas de cilindros, de modo que el motor funciona momentáneamente como un seis cilindros en línea. Pero al menor toque en el acelerador, toda la potencia vuelve a estar disponible. Tanto el CDS como el sistema start-stop reaccionan de forma muy rápida, prácticamente sin que el conductor se dé cuenta y sin restar dinamismo a la conducción; pero proporcionando una mejora significativa en la eficiencia, pues en comparación con el mismo coche sin estas tecnologías, el consumo combinado de combustible del Aventador se reduce en un 7 por ciento. Y a velocidades de autopista en torno a 130 km/h, la reducción del consumo de gasolina y de las emisiones contaminantes es de alrededor del 20 por ciento.