Probamos el Mini Aceman, un eléctrico ágil, personal y con lógica, a partir de 37.250 euros
Entre el Countryman y los Mini de tres y cinco puertas, la firma británica sitúa un coche nuevo, el Aceman, al que vemos bastante sentido si buscamos un práctico utilitario eléctrico de calidad. Y aunque no es barato, su factura nos parece aquilatada
En los más de 20 años transcurridos desde que Mini recobró la vida, tras ser adquirida en el 2000 por BMW, su saga ha ofrecido modelos de lo más variopintos, como el Roadster, el Paceman o el Clubman, entre otros, y aún hoy, el cliente que visita un concesionario de la marca británica puede encontrar los pequeños Mini 3P (cuatro plazas y 3,86 metros de longitud), Mini 5P (cinco plazas y 4,04 metros) y Mini Cabrio (cuatro plazas y 3,88 metros), además del Countryman, el SUV de 4,44 metros que corona una oferta en constante evolución. Y el último en llegar se llama Aceman, intercalado entre el Countryman y el resto, y que nos propone una nueva reinterpretación del Mini, esta vez con una carrocería que la marca define como crossover, es decir, a caballo entre utilitario y SUV.
A nuestro juicio tiene mucho más de lo primero que de lo segundo, y sus dimensiones vienen a corroborar esa impresión, ya que el Mini Aceman no dista tanto, por tamaño, del Mini de cinco puertas, pues si el nuevo modelo mide 408 centímetros de longitud por 175 de ancho y 150 de alto, el citado Mini 5P tiene cotas exteriores, respectivamente, de 404, 174 y 146 centímetros. Pero los diseñadores han partido desde cero para maximizar el aprovechamiento del espacio en el Aceman, y sí han logrado un coche que progresa de forma palpable en cuestión de amplitud y funcionalidad, pues los ocupantes van mas cómodos tanto delante como detrás, y también el maletero crece: si el Mini 5P deja 275 litros para el equipaje con todas las plazas en uso, y ese volumen puede aumentar a 925 litros abatiendo la segunda fila, en el Aceman partimos de un mínimo de 300 litros y alcanzamos un máximo de 1.005 litros. En todo caso, hay algo que les permitirá convivir sin mayor problema: mientras que el Mini 5P solo ofrece mecánicas de gasolina, el Aceman solo está disponible como eléctrico.
Y es ahí donde el nuevo modelo, que la firma de Oxford fabrica en China, empieza a cobrar todo el sentido, pues si hablamos solo de coches eléctricos, el Aceman rellena el gran hueco que había hasta ahora entre los Mini E y SE de tres puertas, con un carácter muy urbano pese a rendir 184 y 218 CV, respectivamente, y los Mini Countryman E y SE, el primero con 204 CV y el segundo con nada menos que 313 CV. Porque, para algunos clientes, el Mini 3P se podía quedar justo de tamaño, y la única alternativa eléctrica a eso era un SUV que muchos no necesitan, especialmente como segundo o tercer coche de la casa. En cambio, ahora tenemos un Aceman en medio, que sigue siendo compacto para moverse bien por la ciudad, pero aporta un interesante extra de tamaño que se traduce en suficiente amplitud para viajar; aunque los 300 litros del maletero no pasen de correctos, pues hay otros eléctricos de este tamaño con más hueco para las maletas: 309 litros el Lancia Ypsilon, 310 el Opel Mokka, 350 el DS3, 360 el Fiat 600, 400 litros el Alfa Romeo Junior... Y en cuestión de maletero, sucumbe también ante rivales tan directos como el Smart #1 o el Volvo EX30, con 4,27 metros el primero (maletero entre 288 y 426 litros gracias a la banqueta corredera) y 4,23 el segundo (maletero de 318 litros).
Pero no todo son centímetros y litros, porque una cosa son las frías cifras y otra las impresiones en directo, y ahí el Aceman gana puntos. Lo habíamos visto ya con ocasión del Salón del Automóvil de Pekín, donde fue presentado oficialmente, pero ahora hemos podido conocerlo mucho más a fondo en Dinamarca, que ha servido de escenario para su primer test dinámico. Y, como decíamos, lo tienes delante y lo percibes más como utilitario que como SUV, e incluso cuesta entender sus líneas como de crossover, pues ni es muy alto ni está muy separado del suelo: solo 143 milímetros de distancia libre, que es la de cualquier turismo. Y, posiblemente por eso, en vivo no parezca un coche de solo 4,08 metros de largo, aunque esto pueda sonar muy subjetivo. Del mismo modo que al levantar el portón para guardar nuestro equipaje, el maletero tampoco nos parece pequeño. Tampoco grande, pero sí normal.
Y pasa algo parecido con el habitáculo, porque me acomodo primero en la plaza del conductor y hay sensación de amplitud, para luego pasar a la segunda fila y descubrir que, ahí atrás, se viaja bien. Dos adultos irán estupendamente, o tres chavales, y el hueco para las piernas parece más generoso que en la mayoría de sus rivales, incluido el Volvo EX30, pese a que este es más largo. En eso, buena calificación para la firma británica, porque los 4,08 metros del coche están bien aprovechados por dentro.
Si en el exterior los diseñadores han tratado de ser originales en cada detalle para diferenciar al Aceman de otros Mini, usando por ejemplo una parrilla octogonal y unos faros LED angulares, el interior es más fiel a sus hermanos de gama, destacando la pantalla central circular con tecnología OLED, de 24 centímetros de diámetro, que presume de una altísima resolución y un manejo bastante intuitivo. Y más abajo, también en el centro del salpicadero, hay cinco mandos convencionales para las funciones más usadas: freno de estacionamiento, selector del programa de marcha, tecla de encendido y apagado de la mecánica, control de volumen y selector de los ocho modos Experience, que permiten variar la luz ambiental y los sonidos que se perciben en el interior.
Además, el acabado general nos pareció magnífico, tanto por calidad de materiales como por ajustes, lo que refuerza la condición del Mini Aceman como un producto verdaderamente prémium. En todo caso, cada cliente podrá escoger entre cuatro terminaciones: Essential, que apareja el equipamiento básico de la gama y monta asientos deportivos negros; Classic, ya con volante de tres radios, revestimientos más refinados y asientos tapizados con tejido de alta calidad o cuero sintético; Favoured, que presenta un interior de diseño más llamativo y monta asientos deportivos de cuero sintético, y JCW, caracterizado por un aspecto más dinámico que incluye asientos deportivos con refuerzos laterales adicionales, tapizados con cuero sintético personalizado con costuras rojas.
En lo que se refiere a la parte mecánica, 100% eléctrica, el cliente puede elegir, por ahora, entre dos alternativas, y cada una con su propio nivel de potencia y su propia capacidad de batería: el Aceman E, que parte en España de 37.250 euros con el acabado básico Essential, rinde 135 kW (184 CV) de potencia y 290 Nm de par máximo, acelera de cero a 100 km/h en 7,9 segundos, alcanza 160 km/h de velocidad punta, homologa un gasto medio WLTP de 14,1 kWh/100 km y equipa una batería de 42,5 kWh con la que anuncia una autonomía media de 310 kilómetros; mientras que el Aceman SE, que fue la versión probada por territorio danés, rinde 160 kW (218 CV) y 330 Nm, acelera de cero a 100 km/h en 7,1 segundos, alcanza 170 km/h de velocidad, homologa 14,0 kWh/100 km de gasto medio y monta una batería de 54,2 kWh con la que anuncia 406 kilómetros de autonomía media. Su precio, desde 40.850 euros con el equipamiento Essential.
En ambos casos, con tracción delantera, y los dos también permiten cargar con corriente alterna a un máximo de 11 kW, aunque sí hay diferencias en el proceso de recarga con corriente continua, pues si el Aceman E admite una potencia máxima de 75 kW, en el Aceman SE el máximo es de 95 kW. Que no es mucho, desde luego, por más que Mini insista es que bastan menos de 30 minutos para pasar del 10% al 80% en una estación de carga rápida.
Probamos el Mini Aceman SE
Las unidades de prueba aguardan a la puerta del hotel, en pleno centro de Copenhague, y enseguida pondremos rumbo hacia el norte con nuestro Aceman SE de 218 CV, siguiendo una ruta que nos llevará hasta la localidad de Elsinor, que es el punto de la costa danesa más cercano a Suecia. Tan cercano, que sorprende que daneses y suecos no unieran sus países por puente en este estrecho, y prefiriesen el emplazamiento definitivo, mucho más largo y probablemente costoso, entre Copenhague y Malmoe.
Pero olvidemos la geografía escandinava y la ingeniería, y volvamos a nuestro Mini Aceman, con el que empezamos rápidamente a circular por la capital de Dinamarca, una ciudad que parece ideada para que la media de velocidad en coche sea tan baja que acabes prefiriendo usar la bicicleta. La secuenciación de los semáforos te lleva a parar constantemente, y lo que parecía un corto trayecto urbano se convierte en bastantes minutos callejeando. Buen momento, sin embargo, para comprobar que el pequeño crossover de Mini resulta de lo más agradable en este tipo de escenario, con una dirección rápida y suave, pedales de buen tacto, silencio de marcha y percepción general de calidad, incluso cuando rodamos por alguna calle adoquinada. Amenaza lluvia, pero las nubes, por ahora, se contienen.
Y tras abandonar la ciudad, unos cuantos kilómetros de autovía nos llevan, por fin, hasta zonas rurales, con carreteras comarcales, sin apenas tráfico, que nos permitirán probar mejor el coche. El asfalto ya está mojado, porque ha pasado de chispear a llover, pero el Aceman nos parece seguro y previsible incluso sobre firme algo deslizante, y aunque 218 CV pueden parecer muchos, nos parece una cifra correcta porque no te pone en apuros, e incluso puedes acelerar con ganas en plena curva, o a la salida de un cruce, sin temor a pérdidas de motricidad. Muchas veces hemos dicho que algunos eléctricos tienen un exceso de potencia, y que eso resta seguridad y agrado, y el Aceman SE nos parece un buen ejemplo de que la potencia adecuada es sinónimo de éxito. Y aunque en el test no había unidades del Aceman E, que se conforma con 184 CV, estamos seguros de que, por empuje, nos valdría al 95% de los conductores.
Pero además de destacar por prestaciones o agrado, tambien convence el Mini Aceman por su comportamiento, que tiene la personalidad típica de la marca, con poco balanceo y mucha precisión, y tacto de coche ligero pese a los 1.785 kilos de la variante que manejamos. Al nuevo modelo se le nota muy asentado, pero es cómodo al mismo tiempo, pues filtra bastante bien los contadísimos baches que encontramos en las carreteras danesas. Y, en todo momento, con mucha sensación de calidad y robustez. Además, el gasto medio se ha mantenido siempre en valores muy bajos, entre 15 y 17 kWh/100 km, de manera que los 300 kilómetros de alcance real los tenemos garantizados, y eso da para completar nuestro periplo de ida y vuelta pese al uso intensivo de la luneta térmica, los limpiaparabrisas, las luces, la climatización... Seguro que con mejores condiciones meteorológicas y una conducción aún más ahorradora, acercarse a los 14 kWh/100 km de gasto oficial sería factible; aunque eso lo dejamos para un próximo test en carretera, seguramente ya en territorio español.
En los más de 20 años transcurridos desde que Mini recobró la vida, tras ser adquirida en el 2000 por BMW, su saga ha ofrecido modelos de lo más variopintos, como el Roadster, el Paceman o el Clubman, entre otros, y aún hoy, el cliente que visita un concesionario de la marca británica puede encontrar los pequeños Mini 3P (cuatro plazas y 3,86 metros de longitud), Mini 5P (cinco plazas y 4,04 metros) y Mini Cabrio (cuatro plazas y 3,88 metros), además del Countryman, el SUV de 4,44 metros que corona una oferta en constante evolución. Y el último en llegar se llama Aceman, intercalado entre el Countryman y el resto, y que nos propone una nueva reinterpretación del Mini, esta vez con una carrocería que la marca define como crossover, es decir, a caballo entre utilitario y SUV.
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