Probamos el nuevo motor de los Mazda3 y CX-30, un híbrido suave de gasolina con 140 CV
Ya hemos probado la nueva mecánica 2.5 e-Skyactiv G de gasolina, con 140 CV, disponible con cambio manual o automático de seis marchas y que llega a los Mazda3 y CX-30 para relevar al anterior motor 2.0 e-Skyactiv G, de 122 y 150 CV
Mazda tiene un nuevo motor en su gama. Y no es ni eléctrico ni híbrido enchufable ni diésel. Se trata de la mecánica e-Skyactiv G de 2,5 litros, cuatro cilindros y 140 CV, un híbrido suave de gasolina que se beneficia de la etiqueta eco de la DGT. Por el momento, solo va a estar disponible en los Mazda3 y CX-30, que ya hemos probado y en los que sustituye de una tacada a dos motores: el 2.0 e-Skyactiv-G, en versiones de 122 y 150 CV, ambas también con etiqueta eco. Por lo tanto, este nuevo propulsor se sitúa como escalón de acceso para ambos modelos, y la marca japonesa espera que, en España, suponga el 75% de las ventas del Mazda3 y el 80% en el caso del CX-30.
Además, esta nueva mecánica ha llevado al fabricante nipón a rebajar el precio de salida de los dos modelos. De este modo, el Mazda3 ahora parte desde 27.350 euros (1.520 euros menos que antes) y el CX-30, desde 30.790 euros (890 euros menos). Tarifas sin contar posibles descuentos a aplicar. En el caso del Mazda3, 2.000 euros de rebaja como promoción de la marca, otros 700 euros si el cliente financia la compra y 550 euros más en concepto de fidelización a Mazda. Y en el CX-30, 3.200 euros de reducción por la promoción que realiza ahora la marca,1.400 euros por financiación y otros 600 por fidelización.
Esta nueva mecánica 2.5 e-Skyactiv G desarrolla, además de los 140 CV mencionados, un par máximo de 238 Nm a 3.300 revoluciones por minuto, y se puede asociar a un cambio manual de seis velocidades o a uno automático con el mismo número de marchas. Cuenta con sistema de desactivación de cilindros y con la arquitectura híbrida Mazda M Hybrid de 24 voltios, que contribuye a reducir el consumo de combustible, pues recicla energía que, de lo contrario, se desperdiciaría durante las deceleraciones, empleándola para alimentar un motor eléctrico que asiste al motor de combustión. Asimismo, permite mantener apagado el propulsor de combustión durante más tiempo, como, por ejemplo, cuando esperamos parados en un semáforo, con un efecto aún más positivo en el ahorro de combustible.
En cuanto a sus prestaciones, el Mazda3 con el nuevo motor y la caja manual acelera de cero a 100 km/h en 9,5 segundos (9,8 el automático), tiene una velocidad máxima de 206 km/h (199 km/h el automático), homologa un consumo combinado WLTP de 6,0 l/100 km (6,3 l/100 km el automático) y sus emisiones de CO2 son de 133 g/km en la versión manual y de 139 g/km en el automático. Por su parte, el CX-30 con motor 2.5 e-Skyactiv G alcanza los 100 km/h desde parado en 9,7 segundos con la transmisión manual (10,3 el automático), anuncia una velocidad punta de 194 km/h (191 km/h el automático), tiene un gasto medio de 6,0 l/100 km (6,5 l/100 km el automático) y sus emisiones de CO2 son, respectivamente, de 135 y 147 g/km.
Y si esta nueva mecánica 2.5 e-Skyactiv G se posiciona como el motor de acceso en ambos modelos, por encima seguirá disponible el 2.0 e-Skyactiv X, con un desarrollo de 186 CV a 6.000 revoluciones por minuto y una entrega de par de 240 Nm a 4.000 rpm. Un motor que se caracteriza por utilizar la avanzada tecnología SPCCI (encendido por compresión controlado por chispa), exclusiva de Mazda.
Sensaciones al volante
Nuestra primera prueba con este nuevo motor ha tenido lugar en las cercanías de Madrid, y en rutas que, principalmente, discurrían por autovía y carreteras secundarias, y cruzando sucesivamente pequeñas localidades. Y lo hemos con el Mazda3 y con el CX-30, con un rendimiento prácticamente parejo en ambos casos, tanto por sensaciones como por prestaciones. La única diferencia está en la posición de conducción, algo más elevada en el CX-30, y en la parte dinámica, con una mayor agilidad en el Mazda3. Pero, como decimos, sensaciones muy parejas.
Y esas sensaciones han sido muy positivas, porque el nuevo motor 2.5 e-Skyactiv G destaca por su suavidad de marcha y finura. A baja velocidad es decisivo su sistema de hibridación suave de 24 voltios, que hace que las transiciones resulten suaves al arrancar, acelerar o detener el coche. No obstante, en cualquier orden de marcha nos encontramos ante un propulsor silencioso, que contribuye a un confort de marcha elevado, y que pone la guinda a la buena insonorización que ya mostraba antes el habitáculo en ambos modelos.
En cuanto a sus prestaciones, con un paso de cero a 100 km/h que ronda los nueve segundos, bien sea con cambio manual o automático, el rendimiento es correcto. Obviamente, no son reacciones como para pegarnos al asiento aunque pisemos el pedal acelerador hasta el fondo, pero sí se trata de un motor elástico y progresivo, que responde a cualquier régimen de giro y genera la potencia suficiente para, por ejemplo, solventar un adelantamiento a un camión en una carretera secundaria o coger rápidamente velocidad en la incorporación a una autovía con mucho tráfico. O, dicho de otro modo, no existe la sensación de tener que anticiparnos para coger velocidad.
Nuestras unidades de pruebas montaban el cambio manual de seis velocidades, que ofrece un gran tacto de conducción, tanto por su funcionamiento como por la propia palanca, que es precisa y tiene recorridos cortos. Eso ayuda a que Mazda3 y CX-30 se muestren como coches muy equilibrados y agradables de conducir, aunque hay otros ingredientes a favor en el conjunto, como la dirección, la suspensión o los frenos, pues todos ellos sorprenden para bien y reafirman nuestras sensaciones positivas al volante.
Como indicábamos, el gasto combinado oficial en ciclo WLTP de ambos es de 6,0 l/100 km con cambio manual, y ligeramente superior con transmisión automática. En nuestro caso, y ciñéndonos a las versiones manuales, el consumo real fue algo superior, en torno a los 6,7 l/100 km, aunque nos parece un buen dato porque no se disparó en exceso pese a realizar una conducción deportiva en algunos tramos para comprobar el rendimiento del motor, un tipo de uso que, sin duda, se parece poco al de la conducción cotidiana. Es decir, que sí nos parece una unidad de potencia que puede obtener gastos comedidos.
Además, y coincidiendo con la llegada de este nuevo motor, la marca de Hiroshima ha introducido ligeras novedades tanto en el Mazda3 como en el CX-30. Por ejemplo, la incorporación a ambos modelos del asistente virtual Alexa, con el fin de facilitar un control por voz más completo a bordo. Además, el sistema de navegación ha sido mejorado para proporcionar un mayor número de puntos de interés, tanto en línea como fuera de línea. Y en el apartado de la seguridad, para ofrecer los sistemas obligatorios desde julio en la Unión Europea, ambos modelos cuentan en su equipamiento i-Activsense con freno de emergencia autónomo, asistente de velocidad inteligente y asistente de tráfico y crucero.
Mazda tiene un nuevo motor en su gama. Y no es ni eléctrico ni híbrido enchufable ni diésel. Se trata de la mecánica e-Skyactiv G de 2,5 litros, cuatro cilindros y 140 CV, un híbrido suave de gasolina que se beneficia de la etiqueta eco de la DGT. Por el momento, solo va a estar disponible en los Mazda3 y CX-30, que ya hemos probado y en los que sustituye de una tacada a dos motores: el 2.0 e-Skyactiv-G, en versiones de 122 y 150 CV, ambas también con etiqueta eco. Por lo tanto, este nuevo propulsor se sitúa como escalón de acceso para ambos modelos, y la marca japonesa espera que, en España, suponga el 75% de las ventas del Mazda3 y el 80% en el caso del CX-30.
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