Hemos probado ya el renovado Kia Picanto, y arranca en 14.692 euros si lo financiamos
No tiene etiqueta eco, pues sus dos ahorradores motores de gasolina no son híbridos, pero el Picanto nos parece un buen utilitario, y permite elegir entre caja manual y automática. Además, estrena atractivas mejoras y sale barato con los descuentos
El Kia Picanto es uno de esos coches que llevan a preguntarse en qué estaban pensando nuestras autoridades cuando diseñaron el sistema de etiquetas medioambientales que concede la DGT. Porque en España se liga tecnología a ecologñia, y aunque pongas en el mercado un vehículo que ocupa y pesa poco, que consume lo justo y que homologa emisiones muy bajas, no recibirá el distintivo eco por no equipar un sistema híbrido; mientras que un enorme SUV de más de cinco metros, 600 CV y dos toneladas y media, e incluso un superdeportivo de 1.000 CV, sí lucirán ese sello por montar una parte eléctrica de apoyo para su tremenda mecánica de combustión. Y es así como encontramos automóviles eco que contaminan el triple de CO2 que otros con etiqueta C. Hasta los propios fabricantes prefieren que ya nada se cambie en el sistema, para preservar una mínima estabilidad normativa que dé certidumbre al consumidor, pero eso no quita que, una vez más, insistamos: alguien se cubrió de gloria con semejante injusticia; y más tratándose de un país en el que urge renovar el parque circulante con coches económicos que, en la práctica, gasten y contaminen poco.
Hecha la introducción, y pidiendo de antemano perdón por la pataleta, contamos todo esto porque el renovado Picanto confía su gama mecánica, como hasta ahora, a dos pequeños y económicos motores de gasolina, que le permiten homologar, según la versión, entre 5,1 y 5,6 l/100 km de consumo combinado, y emisiones medias de CO2 entre 115 y 127 g/km. Poco en todos los casos. En concreto, el cliente podrá elegir entre el tricilíndrico 1.0 DPI de 63 CV, que permite alcanzar 145 km/h de velocidad máxima y gasta 5,1 l/100 km con el cambio manual o 5,4 con la caja manual automatizada AMT, ambas de cinco marchas, o el 1.2 DPI de cuatro cilindros y 79 CV, con el que la velocidad punta sube a 159 km/h y el consumo medio es de 5,6 l/100 km, tanto si preferimos el cambio manual convencional como si nos inclinamos por el AMT, idóneo para quienes se muevan mucho por la ciudad pero que eleva la factura 925 euros.
Explicadas brevemente las cuatro combinaciones mecánicas disponibles, todas con etiqueta C, vayamos con lo que ha cambiado en este Picanto 2024, ya a la venta en España con precios desde 17.015 euros, que se quedan con los descuentos en 16.592, e incluso en 14.692 euros si financiamos la operación, que es lo que hace la mayoría en nuestro país. Y, como en el resto de la gama Kia, con garantía de siete años o 150.000 kilómetros, lo que antes ocurra. Un Picanto 2024 que no ve alteradas sus dimensiones, pues mide 3,61 metros de largo por 1,60 de ancho y 1,49 de alto, aunque esa manejable talla no le impide ofrecer cinco plazas y un maletero más que razonable de 255 litros, ampliable a 1.010 si abatimos el respaldo posterior. Por citar algunos ejemplos entre sus rivales, el Fiat Panda tiene un maletero de 225 litros, el del Toyota Aygo X ofrece 231 litros y el del Hyundai i10, 252 litros.
Pero aunque el tamaño no varía, sí hay bastantes cambios estéticos en el exterior, destacando un renovado frontal que estrena paragolpes, luces de circulación diurna rediseñadas y nuevas ópticas, que en opción pueden ser LED. Y en la parte trasera también se han rediseñado las ópticas y el paragolpes, e incluso el portón de acceso al maletero es nuevo. Modificaciones a las que se añaden los nuevos diseños de las llantas de aleación, de 14 o 16 pulgadas, mientras que el acabado superior GT-line se diferencia más de las terminaciones Concept y Drive que antes, destacando sus llantas específicas de 16 pulgadas, un frontal de aspecto ensanchado en el que los faros van unidos por una banda iluminada y un difusor aerodinámico inferior en la zaga. Además, de los nueve colores de carrocería disponibles, cuatro son nuevos: Rojo Signal, Azul Smoke, Azul Sporty y Verde Adventurous.
Los diseñadores de la firma coreana también han actualizado el interior, pues el Picanto estrena tapicerías y es ahora más personalizable porque podemos pedir hasta cuero sintético. Además, las versiones GT-line traen de serie los acabados en negro brillante, y en opción podemos pedir un habitáculo más colorista, en el que asientos y reposabrazos de las puertas se personalizan con cuero sintético, y se aplican molduras de color al contorno de los aireadores y la palanca de cambios.
Además, ahora es de serie el navegador con pantalla táctil central de 8 pulgadas, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y con Bluetooth multiconexión, que permite emparejar dos dispositivos móviles a la vez: uno para el uso del teléfono manos libres y la reproducción de contenidos, y el otro solo para reproducir contenidos. Y no quedan ahí las mejoras, pues el servicio Kia Connect comprende ahora información del tráfico en tiempo real, previsión meteorológica, puntos de interés o datos sobre lugares donde aparcar, pudiendo gestionarlo a través del reconocimiento online de voz. Y en relación a la navegación online, el nuevo servicio utiliza datos de tráfico históricos y en tiempo real para proponer rutas más rápidas y precisas, incluyendo también navegación de último kilómetro: tras haber aparcado, y ya fuera del coche, nuestro smartphone nos seguirá guiando hasta el destino final. Además, los sistemas de infoentretenimiento o de navegación del nuevo Picanto se podrán actualizar automáticamente a distancia, ya que el pequeño utilitario de Kia estrena también la funcionalidad de actualizaciones remotas OTA (Over the Air).
La renovación del Picanto también incluye la llegada de nuevos sistemas de seguridad y de asistencia a la conducción. Entre los primeros, por ejemplo, destaca un nuevo control de estabilidad ESC más eficaz, pues adopta la vectorización de par en frenada, que reduce la tendencia del coche a buscar el exterior en las curvas cerradas tomadas muy deprisa. Y entre los nuevos sistemas de ayuda, o ADAS, destaca el asistente para evitar colisiones frontales o el asistente de frenada de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas, que incluye asistente de prevención de colisión frontal en intersecciones.
De hecho, Kia insiste en que el nuevo Picanto es uno de los coches más seguros de su clase, pues a todo lo dicho añade asistente de detección de riesgos en los ángulos ciegos, asistencia para seguimiento de carril, detector de fatiga y de cambio involuntario de carril, asistente inteligente de reconocimiento de límites de velocidad o prevención de colisión con tráfico cruzado trasero, entre otros elementos.
Al volante de la versión básica
La presentación del coche es en Madrid, y tendremos ocasión de probar el renovado Picanto tanto en el interior de la ciudad, evitando por supuesto las zonas reservadas a la circulación de vehículos con etiqueta eco o cero, como en la periferia, con un itinerario que incluye callejeo pero también alguna vía de circunvalación o autovías de acceso a la capital. Es decir, un escenario urbano clásico, por más que también veamos al utilitario de la marca coreana como buena opción para poblaciones más pequeñas o el medio rural: un coche sencillo y robusto, muy compacto pero más amplio por dentro de lo que parece, con un depósito de 35 litros que dará bastante de sí por el bajo consumo real...
No hay demasiado tiempo para el test y solo podremos conducir una unidad, de manera que nos decantamos por la versión más asequible, con el motor 1.0 DPI de 63 CV y cambio manual, una combinación básica que, curiosamente, podemos asociar a tres niveles de acabado diferentes: Concept, con un precio de 17.015 euros (16.592 con los descuentos normales); Drive, por 17.715 euros (17.202 con descuento), y GT-line, por 19,.665 euros (19.225 con descuento), facturas todas a las que habrá que restar unos 1.900 euros si financiamos.
Nadie debe esperar prestaciones de primera en este Picanto 1.0 DPI manual, pues no hay más que ver los 15,4 segundos que anuncia en la aceleración de cero a 100 km/h (con el cambio automatizado AMT se va a 18,2 segundos, que ya es una barbaridad), pero el coche se desenvuelve bastante bien por calles y avenidas, e incluso cuando salimos a circunvalaciones como la M-40, limitada a 100 km/h, o la M-30, limitada a 70 km/h en los tramos subterráneos y a 90 km/h en superficie. El motor de tres cilindros va bien, y trabaja de forma equilibrada, pero toca acostumbrarse a que no saldremos los primeros de los semáforos, salvo que apuremos marchas antes de cambiar, lo cual se hace sin esfuerzo porque la palanca tiene buen tacto. Y también nos gusta la dirección, con solo 2,8 vueltas entre topes, o el tacto de los pedales, de manera que acabamos disfrutando bastante entre el tráfico.
Otra cosa es que salgamos a autovía, y que circulando al crucero legal de 120 km/h encontremos algún repecho, pues entonces los 63 CV sí muestran alguna limitación, y eso nos obliga a bajar una marcha en busca de más respuesta mecánica. No hay turbo, y eso se nota. De hecho, si estamos pensando en usos variados, incluida la circulación por carreteras de doble sentido, con sus puertos de montaña y sus maniobras de adelantamiento, recomendaríamos el 1.2 DPI de 79 CV, de cuatro cilindros y también sin turbo, pero ya con mejores prestaciones: aceleración de cero a 100 km/h en 13,1 segundos con cambio manual, y en 16,5 con la caja manual automatizada AMT. Tampoco son valores propios de la carrera espacial, pero siempre agradeceremos el empuje extra, que también es sinónimo de seguridad.
Un motor de 79 CV que, a igualdad de equipamiento, implica un sobrecoste de 1.350 euros; aunque lo más criticable no sería eso, sino que solo esté disponible con el acabado superior GT-line, lo que lleva el 1.2 DPI básico a 21.015 euros, o 20.575 con descuentos. Y si lo preferimos automático, 21.940 euros, que bajan a 21.500 con descuentos. Aunque aquí también debemos restar 1.900 si financiamos la operación.
Además, tanto el 1.0 DPI como el 1.2 DPI se benefician de algunas modificaciones técnicas en este Picanto 2024, como conductos de recirculación de gases de escape optimizados, un ajuste mejorado de las válvulas de admisión o una refrigeración más eficiente de la cámara de combustión. Y aunque es difícil verificar en qué se traduce todo eso en la práctica cuando tienes solo tres horas por delante, sí damos fe de que, al menos el motor más pequeño de los dos, despunta por su agrado general. Y por su bajísimo consumo real, pues si la versión 1.0 DPI de transmisión manual homologa un gasto medio en ciclo WLTP de 5,1 l/100 km, nosotros completamos el trayecto con un promedio de 4,6 l/100 km. Un argumento más para quienes criticamos, y seguiremos haciéndolo, que utilitarios de este tipo sean castigados sin el distintivo eco.
El Kia Picanto es uno de esos coches que llevan a preguntarse en qué estaban pensando nuestras autoridades cuando diseñaron el sistema de etiquetas medioambientales que concede la DGT. Porque en España se liga tecnología a ecologñia, y aunque pongas en el mercado un vehículo que ocupa y pesa poco, que consume lo justo y que homologa emisiones muy bajas, no recibirá el distintivo eco por no equipar un sistema híbrido; mientras que un enorme SUV de más de cinco metros, 600 CV y dos toneladas y media, e incluso un superdeportivo de 1.000 CV, sí lucirán ese sello por montar una parte eléctrica de apoyo para su tremenda mecánica de combustión. Y es así como encontramos automóviles eco que contaminan el triple de CO2 que otros con etiqueta C. Hasta los propios fabricantes prefieren que ya nada se cambie en el sistema, para preservar una mínima estabilidad normativa que dé certidumbre al consumidor, pero eso no quita que, una vez más, insistamos: alguien se cubrió de gloria con semejante injusticia; y más tratándose de un país en el que urge renovar el parque circulante con coches económicos que, en la práctica, gasten y contaminen poco.