Conducimos el Ford Bronco, un todoterreno de verdad y desmontable casi por completo
El todoterreno americano llega por primera vez a Europa, y lo hace con las versiones Outer Banks y Badland, el motor V6 de 335 caballos, un gran despliegue tecnológico e infinitas posibilidades en uso 'off road'
Cuando Ford anunció que el icónico todoterreno Bronco iba a llegar por primera vez a Europa, fue toda una sorpresa, especialmente para los amantes de la conducción off road. Y es que en un momento de eléctricos y electrificados, y con decenas de SUV a la venta sin una marcada personalidad campera, encontrar vehículos todoterreno de verdad en el mercado cada vez es más complicado. Un papel relegado, entre otros, a modelos como el Jeep Wrangler o el Ineos Grenadier. Pero ahora comienzan a llegar a España las primeras unidades del 4x4 de Ford fabricado en la planta de Michigan, y El Confidencial ya ha tenido la oportunidad de ponerse a sus mandos y conocer sus aptitudes dentro y fuera del asfalto.
El Bronco ya se puede reservar en nuestro país, aunque las unidades irán llegando con cuentagotas en función de la demanda europea. Se comercializa en dos versiones: Outer Banks, con un precio de 86.900 euros, y Badlands, que aumenta la factura hasta los 91.600 euros. Para impulsar a ambas versiones, Ford trae un motor de gasolina V6 2.7 biturbo con 335 CV de potencia y 563 Nm de par, que mueve con mucha soltura a su 4x4 más radical. Tanto en carretera como fuera de ella, no necesitamos más potencia. Además, la transmisión automática de 10 velocidades se asocia muy bien con el propulsor, traduciéndose en una conducción suave. Pero el consumo es alto, ya que homologa 13,4 y 13,9 l/100 km, respectivamente, y durante nuestra prueba el gasto real se movió en torno a esas cifras.
De entrada, tuvimos ocasión de probar el Bronco en carretera, concretamente entre Sevilla y Cádiz. Pese a sus 4,81 metros de largo, 1,92 metros de ancho, 1,85 metros de alto, 2.289 kilogramos de peso o las formas cuadradas, no se siente un vehículo pesado ni torpe. De hecho, nuestra ruta inicial se desarrolló bajo la lluvia, y el nuevo todoterreno se desenvolvío con gran soltura. Transmite seguridad y aplomo, y su dirección es precisa. Pero al equipar techo desmontable, del que hablaremos más adelante, a 120 km/h el ruido del viento se escucha sobre nuestras cabezas constantemente; y aunque en un primer momento puede resultar molesto, después acabas acostumbrándote. Es probablemente el precio a pagar por tener un 4x4 desmontable.
Fuera del asfalto, la sensación es similar, y es que el Bronco se desenvuelve como pez en el agua sobre cualquier terreno. Supera con facilidad todos aquellos obstáculos que, a priori, pueden parecerte casi imposibles. De hecho, es un vehículo fácil de conducir, con una gran capacidad para recorrer pistas o superar terrenos abruptos. El 4x4 de Ford está fabricado sobre un chasis de acero de alta resistencia con siete travesaños, y cuenta con una suspensión con hasta 259 milímetros de recorrido. En la parte delantera tiene trapecios independientes con muelles helicoidales de largo recorrido, que aminora la masa no suspendida hasta en un 20% en comparación con los diseños de eje rígido. Por su parte, en la suspensión posterior se incluye de serie un eje rígido de cinco brazos con muelles de largo recorrido y tarado variable, combinado con amortiguadores de alta resistencia en todo el conjunto.
La versión Badlands dispone de amortiguadores Bilstein de alta gama con tubo de reserva sensible a la posición, consiguiendo más capacidad para almacenar el exceso de fluido y lograr refrigeración adicional en condiciones severas, mientras que la fuerza de amortiguación aumenta automáticamente en los extremos del recorrido de la suspensión, brindando un control preciso fuera de la carretera y un manejo suave en trayectos normales. Además, es posible añadir una placa protectora delantera junto con un blindaje para el motor, la transmisión, la caja de transferencia y el depósito de combustible. Las barras antivuelco laterales disponibles son lo suficientemente resistentes como para soportar el peso del vehículo en condiciones extremas, los ganchos de remolque expuestos delanteros y traseros son de serie, y la barra del techo de acero al boro de alta resistencia está equipada con airbags de cortina laterales integrados, así como airbags laterales en los asientos y airbags delanteros para desenvolverse con total confianza en contextos adversos.
Tecnología 4x4
Por otro lado, el Bronco cuenta con una amplia dotación tecnológica para que la conducción todoterreno sea pan comido. Entre otros, el sistema de gestión Terrain Management System, que facilita la selección de los modos de conducción (Normal, Eco, Sport y Slippery), junto a las opciones GOAT específicas para todoterreno, que incluyen los modos Mud/Ruts y Sand, además del Rock Crawl y el Baja, inspirado en las carreras off road del mismo nombre. De esta forma, es posible optimizar el tacto del acelerador, el funcionamiento de la caja de cambios y la respuesta de la dirección.
Mientras, el sistema Trail Control programa la velocidad por campo. El conductor puede seleccionar hasta 31 km/h, y el todoterreno se encarga de acelerar y frenar por sí mismo. Además, el Trail Turn Assist frena la rueda trasera interior para reducir el radio de giro hasta en un 40%, y el Trail One-Pedal Driver permite acelerar y frenar utilizando, en este caso, solo el pedal del acelerador.
Además, hay dos tipos de sistema de tracción total, ambos con reductora. A través de una ruleta en la consola, en el caso del Outer Banks, el conductor puede elegir entre tracción trasera (2H), tracción total en relaciones largas (4H) y tracción total con marchas cortas (4L). Mientras que en la versión Badlands se añade un cuarto modo, denominado 4A, con tracción total automática. De hecho, durante la ruta off road que había preparado Ford, la mayor parte de tiempo fuimos con el modo automático, y comprobamos cómo el todoterreno americano es capaz de seleccionar siempre la mejor tracción en función del terreno y las condiciones.
Podemos quitar casi todo
Una de las particularidades de este nuevo todoterreno es que lo podemos desnudar casi por completo. Con una sola llave se pueden desmontar diferentes elementos de la carrocería, como los pasos de ruedas o las puertas, para las que Ford calcula que necesitaremos un tiempo de ocho minutos. Durante nuestra prueba, sin embargo, únicamente tuvimos ocasión de quitar el techo, y comprobamos que, efectivamente, es fácil desmontarlo en cuestión de minutos moviendo solamente unos engranajes.
Volver a montarlo es algo más tedioso, porque debe encajar perfectamente, pero una vez que se realiza varias veces, se vuelve una acción cotidiana. Además, Ford incluye unas bolsas para poder guardar todos esos elementos en el maletero. No obstante, la legislación española no permite circular con un coche tan desmontado; y mientras que en carretera no habrá problema en quitar el techo, si queremos prescindir del resto de componentes deberemos conformarnos con circular por un terreno o pista privada.
Un interior atractivo
Lejos de parecer un 4x4 rudo, en parte gracias a su diseño de aspecto retro y líneas cuadradas, el habitáculo del Bronco es cómodo, atractivo y tecnológico. Prueba de ello es que hay una pantalla central de 12 pulgadas, con una resolución y fluidez que sorprende, acompañada del reciente sistema Ford Sync 4 de última generación, compatible con Android Auto y Apple Car Play. Mientras, en el cuadro de instrumentos también hay una pantalla de 8 pulgadas, pero con peor resolución esta, y más lenta en la selección de opciones.
No obstante, el habitáculo en sí es agradable y todo parece estar bien ordenado. Desde los materiales empleados, el puesto de conducción hasta la textura de los asientos. Además, Ford ha diseñado el interior para que se pueda limpiar con facilidad, “e incluso darle un manguerazo si es necesario”, como apuntan desde la marca americana.
A todo ello se suma que el Bronco presenta puntos de sujeción en la parte superior del cuadro de instrumentos para portar dispositivos. Así, los usuarios pueden acoplar sus cámaras o teléfonos móviles con conexión USB de 12 voltios, junto a un sistema de sonido B&O con 10 altavoces de serie, que incluye subwoofer. Además, el nuevo modelo de la firma del óvalo incorpora el sistema de cámara de 360 grados con vistas de observación todoterreno, que se activa automáticamente cuando se emplean los modos de conducción off road, proporcionando una mejor visión de las ruedas si se atraviesan terrenos rocosos.
Por último, el diseño del Bronco está inspirado en la primera generación del modelo, con líneas robustas y 100% americanas. Destacan sus faros redondos y la generosa parrilla con las letras Bronco en grande. Una parrilla que cambia según el acabado, al igual que su altura libre al suelo: 237 milímetros en el Outer Banks y 261 milímetros en el Badlands. De hecho, si elegimos el primer acabado, los pasos de ruedas están pintados en el color de la carrocería, junto a unos neumáticos de 32 pulgadas, mientras que en el segundo los guardabarros lucen en plástico negro y los neumáticos son aún mayores, de 33 pulgadas.
Cuando Ford anunció que el icónico todoterreno Bronco iba a llegar por primera vez a Europa, fue toda una sorpresa, especialmente para los amantes de la conducción off road. Y es que en un momento de eléctricos y electrificados, y con decenas de SUV a la venta sin una marcada personalidad campera, encontrar vehículos todoterreno de verdad en el mercado cada vez es más complicado. Un papel relegado, entre otros, a modelos como el Jeep Wrangler o el Ineos Grenadier. Pero ahora comienzan a llegar a España las primeras unidades del 4x4 de Ford fabricado en la planta de Michigan, y El Confidencial ya ha tenido la oportunidad de ponerse a sus mandos y conocer sus aptitudes dentro y fuera del asfalto.