Probamos el nuevo BMW Serie 2 Coupé, y la versión diésel eco parece la más tentadora

BMW lanzaba recientemente en nuestro país la nueva generación de su Serie 2 Coupé, un modelo de dos puertas, cuatro plazas y corte deportivo que la firma bávara fabrica en la planta mejicana de San Luís de Potosí y tiene sus mercados principales en Estados Unidos, que copa el 28% de las unidades, y el Reino Unido, donde se vende el 21% de la producción. Y por detrás, Alemania (12%), China (8%) y la propia México (4%). A España llega con una gama formada ya por tres versiones (en diésel, el 220d de 190 CV, y en gasolina, el 220i de 184 CV y el M240i xDrive de 374 CV), aunque a partir de verano habrá una cuarta alternativa, tercera con motor de gasolina: el 230i, de 245 CV. Y, curiosamente, solo la versión diésel ofrece etiqueta eco de la DGT, gracias a su sistema de hibridación suave de 48V, mientras que los Serie 2 Coupé de gasolina se conforman con la C.

El coche es completamente nuevo, y realmente comparte chasis con los dos modelos inmediatamente superiores: el Serie 3 y el Serie 4. De hecho, en comparación con la generación anterior crece nada menos que 94 milímetros de largo, alcanzando una longitud de 4,55 metros, mientras que la distancia entre ejes se estira también 51 milímetros. Y como la anchura aumenta 64 milímetros, hasta 1,84 metros, y la altura pierde 4 milímetros (mide 1.404 exactamente) la impresión al verlo sobre el asfalto es de coche más grande, más 'plantado' sobre la calzada. Y mientras que un Serie 2 Active Tourer, de carrocería monovolumen, tiene tracción delantera, para el Serie 2 Coupé se opta por la propulsión posterior, fórmula de espíritu más dinámico y que le convierte en digno heredero de cupés legendarios como el 2002 de 1968 o el primer M3 de 1986.

Por eso se han cuidado también detalles técnicos como el centro de gravedad, que ahora va más bajo, o el reparto de masas, que es del 50% en cada eje. Además, los ingenieros han realizado una puesta a punto especial de la dirección, combinada con mayores caídas negativas (un tercio de grado más) para el eje delantero, y la amortiguación de serie se beneficia de un sistema de endurecimiento variable, pues cuanto más recorre el amortiguador, más firme se torna su respuesta. No obstante, el cliente tiene a su disposición una suspensión M adaptativa propiamente dicha, en la que la firmeza de los amortiguadores sí se controla electrónicamente. Y si pedimos el paquete M Sport Package Pro, opcional también, el dinamismo al volante se acentúa aún más.

Elegimos el 220d, de motor diésel

Si sumamos a eso la presencia del diferencial de deslizamiento limitado electrónico, la mayor medida de llantas y neumáticos, el alargamiento ya antes citado de la distancia entre ejes y el aumento de las vías (el ancho de ejes) tanto delante (52 milímetros más) como detrás (31 milímetros extra), se comprende mejor cómo esa sensación de aplomo no es solo visual, sino que prosigue al empezar a conducir. No pisa igual la carretera que un Serie 3 o un Serie 4, con los que comparte tantas cosas, pero casi; porque el nuevo Serie 2 Coupé es más corto que sus dos hermanos y siempre parece un punto más ágil o vivo. Pero, al mismo tiempo, tiene más aplomo de coche grande que su antecesor. Lo notamos en una primera carretera comarcal de rápidas curvas enlazadas, donde el 220d Coupé elegido para nuestro test se mueve con un equilibrio fantástico entre seguridad, confort y precisión, y lo apreciaremos después cuando pasamos a una retorcida vía de montaña con asfalto algo deteriorado donde el Serie 2 Coupé se muestra como una auténtica 'madre': es muy fácil de llevar y no tiene reacciones anómalas ni a la entrada de las curvas ni a la salida, porque ni tira de morro ni se va de atrás lo más mínimo. Va por su sitio, vira plano y, al mismo tiempo, no es un coche aburrido, pues transmite bien lo que pasa entre las ruedas y el firme.

Y si salimos a autovía, circular a 120 km/h es hacerlo en un escenario de paz, porque no se perciben ruidos aerodinámicos y el coche avanza como una flecha gracias al mejorado coeficiente de penetración: Cx de 0,26. Además, también se ha optimizado la rigidez torsional, y el resultado es óptimo en términos de comodidad y ausencia de vibraciones. Y de ruidos mecánicos, pues ni siquiera esta versión diésel en la que circulamos genera un sonido mecánico claramente perceptible.

De hecho, vemos esta variante 220d como la más racional en la gama del nuevo Serie 2 Coupé. No es la más asequible, pues cuesta 47.500 euros, pero apareja etiqueta eco, homologa un gasto medio de solo 4,7 l/100 km y no anda escasa de prestaciones con los 190 CV de potencia y 400 Nm de par máximo de su motor de dos litros. Por ejemplo, acelera de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, dejando atrás en esa maniobra al 220i de gasolina, que rinde 184 CV y solventa la aceleración hasta 100 km/h en 7,5 segundos. En todo caso, buen registro también, y con la ventaja que supone su mejor precio, de 43.150 euros, que convierte al 220i (6,3 l/100 km de gasto medio) en la opción de acceso.

Y los que prefieran gasolina pero deseen un poco más de 'marcha', quizás deban esperar al 230i, dotado de un cuatro cilindros como el del 220i pero en este caso con 245 CV, lo que se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y un consumo medio de 6,5 l/100 km. Y su precio, de 46.650 euros, sigue estando ligeramente por debajo de la versión diésel, que será la más demandada en nuestro país, según los responsables de la marca.

Pero antes de acabar toca hablar también, lógicamente, de la versión que corona la gama, el M240i xDrive, dotado como el resto del cambio automático Sport Steptronic de ocho velocidades, aunque una de sus particularidades técnicas radica en su tracción, que no es trasera sino total gracias al sistema xDrive. Es la mejor solución para pasar al suelo con eficacia los 374 CV de su motor 3.0 de gasolina de seis cilindros, que permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,3 segundos. Gracias a refuerzos específicos su carrocería gana un 12% de rigidez torsional extra, y también su aerodinámica ha sido desarrollada de modo especial, incluido el flujo de aire bajo su carrocería, lo que ha permitido reducir en un 50% las fuerzas ascensionales a alta velocidad, para adhrerirle más al asfalto.

BMW insiste en que la tracción a las cuatro ruedas del M240i xDrive, que cuesta 69.900 euros y gasta 8,1 l/100 km de media oficial, da prioridad al tren trasero para garantizar una conducción muy deportiva, y su diferencial posterior de deslizamiento limitado cuenta también con un tarado específico. Como específico es su ancho de vías, aumentado 63 milímetros delante y 35 detrás en comparación con su antecesor, o el equipo de frenos, más deportivo y combinado en este caso con llantas de 19 pulgadas.

Todas las versiones del Serie 2 Coupé tienen un maletero de 390 litros (20 más que en la generación anterior), ven rebajado el borde de carga 35 milímetros en relación a su antecesor y cuentan con un respaldo trasero abatible en secciones 40:20:40, lo que confiere bastante versatilidad a un habitáculo que no brilla especialmente por amplitud, pero en el que cuatro adultos viajarán relativamente bien, aunque con la incomodidad que supone entrar y salir de la segunda fila por la puerta delantera. El acabado general es excelente por materiales y calidad de terminación, y la postura al volante es de sobresaliente, con la banqueta muy abajo y todo muy a mano en un tablero que, de serie, equipa cuadro de instrumentos analógico con pantalla a color de 5,1 pulgadas y pantalla central táctil multifunción de 8,8 pulgadas, aunque en opción podemos pedir el sistema BMW Life Cockpit Professional con instrumentación totalmente digital de 12,3 pulgadas y pantalla central táctil de 10,25 pulgadas. Y por si queremos conducir atendiendo siempre a la carretera, el nuevo Serie 2 Coupé ofrece por vez primera Head-up Display, que proyecta las informaciones más útiles sobre el parabrisas.