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Nos ponemos al volante del EQB, el SUV eléctrico de siete plazas de Mercedes-Benz
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Precios desde 52.225 euros

Nos ponemos al volante del EQB, el SUV eléctrico de siete plazas de Mercedes-Benz

Acabamos de probar por vez primera el EQB, un SUV eléctrico basado en el GLB que se ofrece con cinco o siete plazas y está disponible en tres versiones, con hasta 469 kilómetros de alcance

Foto: Está disponible con tres potencias: 192, 228 y 292 CV. (Mercedes-Benz)
Está disponible con tres potencias: 192, 228 y 292 CV. (Mercedes-Benz)

La familia EQ de Mercedes-Benz sigue aumentando, y a partir de ahora ya cuenta con los modelos EQE, EQS, EQA, EQC, EQV y este EQB que hemos conducido hoy por Madrid. Se trata de un SUV 100% eléctrico, y entre sus características destaca que opcionalmente puede tener siete plazas. De serie viene solo con cinco, y las dos adicionales, que se pagan como un extra, no valen para cualquier pasajero, pues están homologadas hasta una estatura de 1,65 metros y, por tanto, parecen reservadas exclusivamente para llevar niños en esa tercera fila. Pero de eso hablaremos un poco más adelante.

placeholder La firma luminosa trasera cubre la totalidad del ancho del EQB.
La firma luminosa trasera cubre la totalidad del ancho del EQB.

En realidad, el nombre de este nuevo modelo ya nos da una buena pista sobre la tecnología de propulsión que equipa, 100% eléctrica, pues su nomenclatura combina EQ con la B. O sea, estamos ante un Mercedes GLB, pero eléctrico, aunque con algunas diferencias estéticas. Lo principal, y que ya es seña de identidad en los cero emisiones de Mercedes-Benz, es ese frontal con luz LED que recorre todo el ancho del coche, es decir, una barra iluminada que une ambos pilotos y que se reproduce de igual manera en la zona posterior. Además, tampoco cuenta con una parrilla al uso, pues al no necesitar de la misma cantidad de refrigeración que su hermano con motores de combustión interna, en el EQB se recurre a una superficie cerrada y plástica, en este caso de color negro brillante, y que integra los faros, que son claramente más afilados que en el GLB.

placeholder Delante también se unen los pilotos entre sí, algo característico de los EQ de Mercedes-Benz.
Delante también se unen los pilotos entre sí, algo característico de los EQ de Mercedes-Benz.

La zona posterior, como ya hemos dicho, también dispone de esa firma luminosa que cubre toda la anchura de la zaga, detalle estético del que no disfruta el GLB. Y el modelo eléctrico prescinde de las salidas de escapes, por lo que la parte baja es más limpia e incorpora algunos detalles decorativos en la zona donde asomarían los tubos. Por lo demás, ambos coches son muy parecidos, dejando a un lado los emblemas EQ que encontramos en el modelo eléctrico, o la tapa de la toma de carga, evidentemente.

Siete plazas y tres potencias

El coche mide 4.684 milímetros de largo por 1.834 de ancho y 1.667 de alto, de manera que no estamos ante un modelo de dimensiones gigantescas, por más que sea capaz de ofrecer al usuario hasta siete plazas en su interior. Además, el maletero del EQB de siete plazas ofrece, con las butacas de la tercera fila plegadas, 465 litros de capacidad (495 en el EQB de cinco plazas), mientras que si se pliegan los asientos de la segunda fila el volumen alcanza los 1.620 litros (EQB de siete plazas) o 1.710 litros (EQB de cinco plazas). En el caso del EQB con la opción de las dos plazas extra en el maletero, el acceso se realiza obviamente a través de las puertas traseras, abatiendo el respaldo de los asientos de la segunda fila, que también puede desplazarse longitudinalmente hasta 190 milímetros, para crear un pequeño paso que permita acceder a la tercera. Una tercera fila que, como decíamos al principio, está homologada para personas de hasta 1,65 metros, aunque aprovechando la prueba de conducción he intentado meterme en esa zona (mido 1,81 de estatura) para comprobar si sería posible acomodar ocupantes más altos allí; y la conclusión es que no, tanto por el espacio como por el acceso, realmente angosto. En definitiva, para viajar allí, mejor ser un niño, o ser adulto pero no medir más de esos 165 centímetros.

placeholder Su mayor reclamo son las siete plazas, aunque son opcionales, pues de serie trae cinco.
Su mayor reclamo son las siete plazas, aunque son opcionales, pues de serie trae cinco.

En cuanto a las mecánicas con las que se ofrece este EQB, actualmente hay disponibles tres versiones: EQB 250, EQB 300 4Matic y EQB 350 4Matic, las dos últimas con tracción total. La primera, que es la menos potente y recurre a la tracción delantera, cuenta con 192 caballos y 375 Nm de par motor. Por su parte, las dos versiones con tracción integral disponen en cada caso de dos motores eléctricos, que totalizan potencias de 228 CV (EQB 300 4Matic) y 292 CV (EQB 350 4Matic).

En lo que respecta a las autonomías que anuncian cada una de estas versiones, el EQB 250 puede recorrer hasta 469 kilómetros (autonomía en ciudad de 592 kilómetros), mientras que las versiones 300 4Matic y 350 4Matic se quedan en 395 y 420 kilómetros, respectivamente (en ciudad, 474 kilómetros la primera y 498 la segunda). Estas cifras proceden de su batería de 66,5 kWh de capacidad, que pesa 469 kilos y permite cargas de hasta 100 kW de potencia con corriente continua, lo que permite recuperar del 10 al 80% en solo 32 minutos. De serie, eso sí, con corriente alterna la carga es de 7,4 kW (9 horas y cuarto del 10 al 100%), mientras que de manera opcional se puede aumentar esa carga doméstica hasta los 11 kW (5 horas y 45 minutos del 10 al 100%).

placeholder La autonomía máxima que logra el EQB es de 469 kilómetros (592 en ciudad).
La autonomía máxima que logra el EQB es de 469 kilómetros (592 en ciudad).

En cuanto a los precios, el Mercedes-Benz EQB arranca en España en los 52.225 euros del EQB 250. Por su parte, los modelos de tracción total EQB 300 4Matic y EQB 350 4Matic lo hacen, respectivasmente, desde 58.464 y 60.706 euros.

Sobre nuestra primera experiencia de conducción, lo primero a destacar es que no es un coche que busque la máxima innovación, es decir, no es tan vanguardista como un EQS. Lo que encuentras en su interior es más que conocido por quienes hayan seguido la trayectoria de la marca en los últimos cinco años, pues recurre al tablero de mandos empleado en los modelos más compactos de la casa alemana (Clase A, Clase B, GLA...), aunque cuando algo funciona, tampoco hay que apresurarse a cambiarlo. Así, el EQB nos parece sencillo, intuitivo y fácil de acomodar a cualquier conductor; sin botones ni palancas extrañas que no sepas para qué funcionan. Dinámicamente el coche va muy bien, especialmente la suspensión, punto algo crítico en la mayoría de los eléctricos debido al peso extra de sus baterías, que obliga a utilizar tarados muy firmes. Sin embargo, Mercedes-Benz ha sabido afinar este detalle, de forma que no resulta evidente que estás a bordo de un eléctrico, lidiando muy bien con baches y resaltos.

placeholder Las plazas traseras están homologadas para una estatura máxima de 1,65 metros.
Las plazas traseras están homologadas para una estatura máxima de 1,65 metros.

Nosotros hemos probado el EQB 300 4Matic, es decir, la versión de 228 CV de potencia, y con el acabado AMG Line (también se ofrece el Progressive), una combinación que homologa hasta 395 kilómetros totales. Y de acuerdo con la conducción que hemos realizado (por las afueras de Madrid, con bastante autovía y poca ciudad), nos parece un coche perfectamente capaz de asumir el uso diario que normalmente se le dará. El consumo medio que hemos medido ha sido de 21,2 kWh, aunque ni la ruta y ni el tipo de conducción han sido quizás los más propicios para un eléctrico. El promedio será menor, sin duda, en ciudad o manteniendo ritmos más dirigidos al ahorro, pero los desplazamientos por autovía también serán frecuentes y bueno es conocer lo que gasta un eléctrico en esos escenarios, con un ritmo de conducción normal y, por ejemplo, con la climatización encendida.

placeholder Esta ha sido la unidad concreta que hemos probado: un EQB 300 4Matic de 228 CV.
Esta ha sido la unidad concreta que hemos probado: un EQB 300 4Matic de 228 CV.

Como punto negativo, aunque esto es muy personal y va en función de los gustos de cada uno, los asientos del EQB no han terminado de convencerme en cuanto a confort, pues los encuentro algo duros y generan algo de fatiga cuando se lleva un buen rato al volante, algo que ya he percibido en otros modelos recientes de la marca. Sin embargo, habrá quien asocie esto con la deportividad y vea en ello, incluso, un punto a favor.

placeholder En el interior no encontramos nada rompedor, muy en la línea del GLB, la Clase A o el GLA.
En el interior no encontramos nada rompedor, muy en la línea del GLB, la Clase A o el GLA.

En el apartado dinámico, me ha parecido un acierto la frenada regenerativa del nuevo SUV eléctrico de Mercedes-Benz, porque se puede regular su intensidad. Dispone de tres posiciones, que se controlan a través de las levas situadas tras el volante: la posición 'normal' es D; pero si queremos algo menos de retención apretamos la leva derecha y se coloca en D+, de forma que al levantar el pie del acelerador el coche no se frene tanto y ruede más suelto. Si por el contrario queremos que el motor retenga de manera más evidente, la leva izquierda coloca la frenada regenerativa en D-, que genera una deceleración impresionante una vez retiras el pie del pedal derecho. De hecho, el modo normal D ya retiene muchísimo, casi tanto como otros eléctricos en el modo más potente de regeneración. Y eso es un punto realmente cómodo a la hora de circular, pues podemos ir jugando con ello dependiendo de las circunstancias y llegamos a conducir solo con acelerador, al margen de la ventaja que aporta al recargar con más intensidad la batería.

La familia EQ de Mercedes-Benz sigue aumentando, y a partir de ahora ya cuenta con los modelos EQE, EQS, EQA, EQC, EQV y este EQB que hemos conducido hoy por Madrid. Se trata de un SUV 100% eléctrico, y entre sus características destaca que opcionalmente puede tener siete plazas. De serie viene solo con cinco, y las dos adicionales, que se pagan como un extra, no valen para cualquier pasajero, pues están homologadas hasta una estatura de 1,65 metros y, por tanto, parecen reservadas exclusivamente para llevar niños en esa tercera fila. Pero de eso hablaremos un poco más adelante.

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