El nuevo Skoda Fabia, ya a la venta en España, prescinde de versiones 'eco' en su gama
La cuarta generación del Skoda Fabia, con precios desde 12.800 euros, es más grande, ofrece más espacio interior y llega con cuatro mecánicas, todas ellas de gasolina
Skoda lanzó su primer Fabia en 1999, hace nada menos que veintidós años. Ahora, más de dos décadas y 4,5 millones de unidades vendidas después, la firma checa inicia la comercialización de la cuarta generación del modelo, que ya habíamos probado semanas atrás en Polonia y que ahora, coincidiendo con su llegada a nuestro país, hemos vuelto a conducir en Madrid. Un coche, por cierto, que es el segundo más vendido de la firma en Europa (por detrás del Octavia) y el más vendido de Skoda en España.
El nuevo Fabia cambia mucho en relación al anterior modelo; de hecho, adopta la plataforma MQB-A0 del Grupo Volkswagen (usada ya en Kamiq y Scala, pero también en los Seat Ibiza y Arona, o en los Volkswagen Polo, T-Cross y Taigo), lo que le confiere numerosos sistemas de seguridad y asistencia. Y también le permite ofrecer un interior más espacioso, pues crece su longitud externa 11 centímetros, hasta alcanzar los 4,1 metros, y aumenta su distancia entre ejes 94 milímetros. De hecho, esta plataforma contribuye a que el nuevo Fabia cuente con el mayor maletero de su segmento, 380 litros, lo que significa que ha crecido 50 litros frente a su predecesor, que ya gozaba de una cifra buena. Lo que no cambia es la filosofía o las cualidades que en su última etapa caracterizan a Skoda, como la relación calidad-precio o la amplia variedad de soluciones Simply Clever, que en el nuevo Fabia pueden llegar a 43, dependiendo del acabado.
Más grande y conectado
En el interior de su renovado y amplio habitáculo encontramos, coronando el salpicadero, una gran pantalla central que puede llegar hasta las 9,2 pulgadas, aunque en el modelo básico nos tendremos que conformar con 6,5 pulgadas. Pero además de los distintos sistemas de infoentretenimiento, por primera vez el Fabia puede equipar un cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas, personalizable y con varias pantallas de visualización, desde la configuración de relojes más clásica hasta una minimalista que muestra lo básico, para no deslumbrarnos si nos duele la cabeza circulando de noche, por ejemplo. Además, encontramos también como novedad en este nuevo Fabia la innovadora ayuda de conducción Travel Assist, que proporciona asistencia para un guiado autónomo al controlar la distancia de seguridad y nuestra posición dentro del carril.
Sin embargo, uno de los apartados donde más se ha modernizado este nuevo Fabia es la conectividad. Así, nuestro coche estará siempre conectado gracias a que integra una eSIM, lo que nos permitirá acceder a la amplia gama de servicios móviles online Skoda Connect, y también a las últimas aplicaciones de infoentretenimiento. Para redondearlo, si queremos conectar nuestro smartphone al coche, este nos permite realizar esa acción de manera inalámbrica, al igual que cargarlo, gracias a su Phone Box.
En nuestro país estará disponible con cuatro niveles de equipamiento: el acabado básico Active, seguido a continuación por el Ambition, ya con una dotación competitiva, y más arriba el nivel Style, con color de contraste y más elementos de diseño y confort. Por último, situado de momento en la cima de la gama,, tenemos el acabado Sport, más deportivo y específico del mercado español. Más adelante se añadirá el acabado Monte Carlo, como ya ofrece el Skoda Scala, por ejemplo.
En lo relativo a las motorizaciones, Skoda solo ofrece esta nueva generación del Fabia con motores gasolina. No habrá diésel ni está previsto incorporar ninguna opción que suponga la etiqueta 'eco' de la DGT (la plataforma MQB-A0 es incompatible con mecánicas 'mild hybrid' de hibridación suave, y también parece descartarse un Fabia de gas natural), por lo que el clkiente deberá elegir entre estas cuatro opciones de gasolina. Sus potencias van desde los 80 caballos hasta los 150, y por vez primera el Fabia puede equiparse con un depósito de combustible opcional más grande (50 litros en lugar de 40), lo que permite que tres de los cuatro motores (los más potentes, gracias a la sobrealimentación) puedan recorrer más de 900 kilómetros entre repostajes según el ciclo WLTP.
Otra opción para montar es un chasis deportivo 15 milímetros más bajo, con una suspensión más firme, así como el paquete Rough-Road, que separa 15 milímetros más la carrocería del suelo. Pero entrando a analizar las mecánicas, la cuarta generación del Fabia tiene como tope de gama el 1.5 TSI de 150 CV, con la tecnología de desactivación de cilindros (cuando la carga del motor es baja, este sistema apaga automáticamente, y sin que el conductor note nada, dos cilindros para reducir el consumo y las emisiones) y que se asocia de serie a una caja de cambios automática DSG de siete velocidades. En el extremo opuesto, ocupando la base mecánica de la gama, hallamos un 1.0 MPI de 80 caballos ligado a un cambio manual de cinco marchas, y ese mismo tipo de transmisión se une al motor que ocupa el segundo peldaño de la oferta: 1.0 TSI de 95 CV. Por contra, para el 1.0 TSI de 110 caballos se puede elegir entre una caja manual de seis velocidades o una automática DSG de siete.
Nosotros hemos probado por Madrid el 1.0 TSI de 95 CV con cambio manual, en una ruta que partía del centro pero que pronto se encaminaba en un tramo de unos 15 minutos de autovía y otros tantos por carreteras convencionales. Lo cierto es que la mayor corpulencia del nuevo Fabia, concedida por la plataforma MQB-A0 y esos 11 centímetros extra de longitud, hacen que nada más sentarte ya percibas que el espacio interior es más generoso de lo habitual en coches de este tipo. También en su habitáculo llama enseguida la atención cómo han mejorado los materiales de construcción, con un salpicadero terminado con materiales más blandos y gustosos al tacto (con gamuza) y, sobre todo, con ese cuadro de instrumentos digital (opcional) que montaba la unidad conducida. Este es plenamente configurable, con varias pantallas que se cambian con un simple toque en un botón del volante, y siempre con un diseño claro y sencillo de leer, sin sobrecargarnos de información.
En cuanto a su dinámica de conducción, el nuevo Fabia se siente ágil a pesar de haber crecido, no te da la sensación de ser un coche más grande. A velocidades de autovía, al tratarse de un modelo pensado más para la ciudad que para este tipo de vías, es algo ruidoso por el roce del viento, pero sorprende lo bien que insonoriza el ruido del motor, que en nuestro caso era tricilíndrico y no especialmente sonoro... El consumo que hemos obtenido en este rápido test, teniendo en cuenta que en este tipo de pruebas no se conduce de manera 'corriente', sino que se buscan un poco los límites o las 'costuras' a los coches, ha sido de unos 6 litros cada 100 kilómetros, lo que no está mal si pensamos que Skoda nos está dando más coche, más tamaño, más equipamiento de serie, más seguridad…
Sin embargo, todos estos 'pluses' ligado al nuevo Fabia tienen como consecuencia que el precio aumenta ligeramente respecto a su predecesor; o quizás no tan ligeramente, pues sube 1.800 euros, hasta quedarse en una factura de salida para el Fabia Active 1.0 TSI de 95 CV de 12.800 euros, incluyendo financiación y con 4 años de mantenimiento. Este incremento, no obstante, deriva de su mayor equipamiento, de la inflación y del aumento de tamaño asociado al empleo de la moderna plataforma MQB-A0.
Skoda lanzó su primer Fabia en 1999, hace nada menos que veintidós años. Ahora, más de dos décadas y 4,5 millones de unidades vendidas después, la firma checa inicia la comercialización de la cuarta generación del modelo, que ya habíamos probado semanas atrás en Polonia y que ahora, coincidiendo con su llegada a nuestro país, hemos vuelto a conducir en Madrid. Un coche, por cierto, que es el segundo más vendido de la firma en Europa (por detrás del Octavia) y el más vendido de Skoda en España.