Los taxis sin conductor afrontan su extensión total por EEUU, y el 'culpable' es un español
La firma americana Waymo, especializada en conducción autónoma, ha encontrado un fabricante capaz de suministrar en el futuro los robotaxis que necesita para expandirse a más ciudades: Hyundai. Y un español ha sido clave en el acuerdo
Hyundai Motor Company y Waymo, una empresa estadounidense especializada en soluciones de conducción autónoma, acaban de firmar un acuerdo para establecer una asociación estratégica de varios años, con una primera fase en la que ambas compañías integrarán el Waymo Driver, que es la tecnología totalmente autónoma de sexta generación de Waymo, en el crossover eléctrico Ioniq 5 de Hyundai, que se incorporará en un próximo futuro a la flota de robotaxis de Waymo One.
Los Ioniq 5 destinados al servicio de Waymo, que contarán con un equipamiento específico como hardware reforzado y puertas eléctricas, se fabricarán en la nueva factoría de vehículos eléctricos Metaplant America de Hyundai Motor Group en el estado de Georgia, para luego ser sometidos al proceso en el que se integrará la tecnología autónoma que convierte el coche en robotaxi, previéndose un volumen de producción suficiente para respaldar el ambicioso plan de expansión de Waymo por Estados Unidos.
En ese sentido, las pruebas iniciales con los coches definitivos arrancarán a finales de 2025, para poner en marcha el servicio con los Ioniq 5 Waymo a continuación; aunque sin fecha exacta todavía.
No obstante, no se trata de una experiencia nueva para ninguna de las dos empresas, pues tanto Hyundai como Waymo llevan años dedicadas, con diferentes proyectos, a la conducción completamente autónoma. Por ejemplo, el primer Ioniq 5 robotaxi fue presentado en 2021, y poco después empezó a prestar servicio al público, como parte de la flota de diversas empresas, en varias ciudades norteamericanas: en funciones de taxi autónomo para la compañía Motional en Las Vegas, donde superó los dos millones de kilómetros recorridos sin un solo incidente con culpa propia, o en Santa Monica, cerca de Los Ángeles, donde los Ioniq 5 robotaxi llevan tiempo repartiendo comida al servicio de Uber Eats. En ambos casos, con un conductor supervisor frente al volante en la fase inicial, pues las leyes obligaban a eso, aunque la ausencia de accidentes permitió pasar ya a una segunda fase donde, legalmente, los coches ya circulan sin nadie al volante.
Y en el caso de Waymo, sus primeros robotaxis, creados sobre la base del crossover eléctrico I-Pace de Jaguar, pueden ser vistos ya de manera habitual, circulando sin conductor y transportando pasajeros, por ciudades de California (Los Ángeles y San Francisco), Arizona (Phoenix) y Texas (Austin), aunque el inminente cese de producción del modelo británico, elegido en su día Car of the Year 2019 en Europa, obligó a Waymo a buscar otro vehículo eléctrico donde poder integrar su innovadora tecnología. La primera elección fue un monovolumen de Zeekr, marca perteneciente al gigante Geely, pero la fabricación de ese vehículo en China se transformó en un problema inesperado cuando la Administración Biden decidió penalizar con aranceles del 100% los coches eléctricos importados desde el país asiático. Además, se trata de un modelo que no sale de la factoría con los radares, cámaras, sensores y hardware necesarios para prestar servicio como taxi autónomo, de manera que todas las unidades del Zeekr M-Vision destinadas al servicio de Waymo exigían un profundo trabajo de adaptación posterior, ya en territorio americano, para poder integrar después el software de conducción autónoma de la empresa.
Un español entra en juego
Así las cosas, o Waymo tomó la iniciativa para buscar nuevo proveedor o Hyundai Motor Company, una de las marcas mas volcadas en la conducción autónoma, vio su oportunidad; y ahí es donde entra en juego el directivo español José Muñoz, presidente y COO global de la compañía a nivel global, y presidente y CEO de Hyundai Motor North America, un madrileño con amplia experiencia internacional en el sector de automóvil que es el único directivo no coreano sentado en el Consejo del gigante Hyundai, tercer grupo a nivel mundial si atendemos al número de vehículos vendidos. “Hyundai y Waymo comparten la visión de mejorar la seguridad, la eficiencia y la comodidad de la forma en que las personas se mueven”, comentaba Muñoz días atrás, tras hacerse público el acuerdo. Y el directivo español, con despacho en dos puntos del planeta tan alejados como Los Ángeles y Seúl, añadía: “la tecnología transformadora de Waymo está mejorando la seguridad vial en los lugares donde operan, y el Ioniq 5 es el vehículo ideal para ampliarlo aún más. El equipo de nuestra nueva planta de fabricación está preparado para asignar una cantidad significativa de vehículos a la flota de Waymo One a medida que continúe expandiéndose. Es importante destacar que este es el primer paso en la asociación entre las dos compañías, y estamos explorando activamente oportunidades adicionales de colaboración”.
En cualquier caso, tanto Waymo como Hyundai Motor Company han evitado dar una cifra sobre los Ioniq 5 que podrían configurarse como taxis autónomos a partir del 2025, probablemente para evitar errores de bulto en un mercado tan innovador y cuyo ritmo de crecimiento, además, es difícil de pronosticar. Sin ir más lejos, cuando Waymo y Jaguar llegaron a un acuerdo de suministro en 2020, se cifró en 20.000 las unidades del I-Pace que se convertirían en robotaxis, cuando la flota actualmente en servicio ronda las 600 unidades.
¿Más seguros que los humanos?
Tras cinco años en servicio, y con más de 35 millones de kilómetros recorridos en desplazamientos con conducción autónoma, la estadística señala que esos I-Pace de Waymo se han visto envueltos, en las ciudades donde operan, en 192 colisiones de algún tipo, y que en 18 de ellas se produjo algún herido, sin que el informe haga mención a la responsabilidad o no de los robotaxis en esos hechos. Pueden parecer muchos siniestros, pero ese balance realmente les favorece, pues en idéntico periodo, y en las mismas ciudades, los siniestros protagonizados por vehículos conducidos por humanos ofrecen datos bastante peores. Porque si se analizan los incidentes por millón de kilómetros recorridos, los taxis autónomos de Waymo presumen de mejores cifras: un 72% menos de accidentes con heridos, un 84% menos de colisiones en las que se haya desplegado algún airbag y un 51% menos de siniestros en los que haya tenido que acudir la policía.
Aunque los Jaguar I-Pace de Waymo todavía circulan, pues constituyen el grueso de su flota, en los últimos meses la empresa americana había comenzado las pruebas con el modelo adaptado de la china Zeekr, que ya estrenaba la nueva evolución del sistema de conducción autónoma Waymo Driver, con progresos en el software para adaptarse mejor a las condiciones meteorológicas adversas, como la niebla o la nieve, y componentes modulares que se pueden reemplazar, dependiendo de la zona donde se vayan a desplegar. Ese Waymo Driver de sexta generación será el que incorporen a partir del 2025 los Hyundai Ioniq 5 robotaxi.
Y si en el Zeekr de Waymo la carrocería del monovolumen eléctrico chino equipa 13 cámaras, seis radares y cuatro sensores LiDAR, más diversos receptores de audio, para disponer de campos de visión superpuestos de 360 grados y detectar objetos en el entorno a distancias de hasta 500 metros, para el Ioniq 5 Waymo de Hyundai no se ha pormenorizado el equipamiento exacto, aunque parece que no diferirá del que tienen los Ioniq 5 robotaxi usados por la compañía Motional en Las Vegas, y que incluyen más de 30 sensores, entre cámaras, radares y sensores láser LiDAR. La novedad, sin duda, es que integrarán la última evolución del Waymo Driver y que esos nuevos Ioniq 5 de Waymo ya serán productos made in USA, con las ventajas que ello supone de cara a esquivar posibles penalizaciones que en el futuro se impongan en Estados Unidos a los vehículos eléctricos importados desde el exterior de Norteamérica.
Hyundai Motor Company y Waymo, una empresa estadounidense especializada en soluciones de conducción autónoma, acaban de firmar un acuerdo para establecer una asociación estratégica de varios años, con una primera fase en la que ambas compañías integrarán el Waymo Driver, que es la tecnología totalmente autónoma de sexta generación de Waymo, en el crossover eléctrico Ioniq 5 de Hyundai, que se incorporará en un próximo futuro a la flota de robotaxis de Waymo One.