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Motor híbrido de 1.275 CV: ¿es el McLaren W1 el mejor superdeportivo del mundo?
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De cero a 200 km/h en 5,8 segundos

Motor híbrido de 1.275 CV: ¿es el McLaren W1 el mejor superdeportivo del mundo?

Aunque ya nadie podrá hacerse con él, pues los 399 que se fabricarán están adjudicados, McLaren acaba de desvelar el W1, heredero de los míticos F1 y P1, y que ofrece cifras de fábula, superiores a las de sus rivales en Ferrari o Lamborghini

Foto: El W1 mide 4,64 metros de largo por 2,19 de ancho, con espejos. (McLaren)
El W1 mide 4,64 metros de largo por 2,19 de ancho, con espejos. (McLaren)

Cuando en McLaren nos quieren dejar bien claro que uno de sus exclusivos productos es verdaderamente especial, su nombre contiene el número 1. Ese fue el caso de su primer superdeportivo, lanzado en 1993 y que presumía de una denominación que requiere pocas explicaciones: F1. Nada puede ser más deportivo que un vehículo bautizado así, especialmente cuando entre los protagonistas del proyecto todo nos recordaba a la Fórmula 1, desde su diseñador, Gordon Murray, hasta su fabricante, McLaren Automotive. Un F1 del que se fabricaron solo 106 unidades y que dejó su sello en las mismísimas 24 Horas de Le Mans, al ganar la legendaria carrera francesa en 1995. Además, en 1998 se convirtió en el coche de calle más rápido del planeta, al alcanzar una velocidad punta de 391 km/h, un récord que se mantendría vigente hasta 2009; aunque todavía hoy sigue siendo el coche de calle más rápido de la historia equipado con un motor atmosférico.

placeholder Las puertas del W1 se construyen con un proceso especial, derivado de la competición.
Las puertas del W1 se construyen con un proceso especial, derivado de la competición.

Puede que su heredero natural, el P1, no haya alcanzado todavía la categoría de mito que nadie niega al F1, pero con su lanzamiento en 2014 se hizo evidente que la firma inglesa se había aficionado a crear supercoches, y que la tecnología daba saltos impresionantes de un modelo al siguiente, pues si el F1 equipaba inicialmente un V12 de casi 6,1 litros con 627 CV (680 en el F1 LM que rendía tributo a la victoria en Le Mans), el P1 nacido 21 años después se movía con un 3.8 V8 Twin-Turbo híbrido enchufable, que llevaba la potencia máxima a 916 CV y anunciaba cifras de vértigo, como una aceleración de cero a 100 km/h en 2,8 segundos, de cero a 200 km/h en 6,8 segundos y de cero a 300 km/h en 16,5 segundos, o una velocidad máxima que se limitó electrónicamente a 350 km/h.

placeholder El peso en seco del W1 es de 1.399 kilos, y la cifra de la potencia se acerca: 1.275 CV.
El peso en seco del W1 es de 1.399 kilos, y la cifra de la potencia se acerca: 1.275 CV.

Y exactamente una década después llega el tercer componente de esa especie de saga aparte dentro de la gama McLaren, pues tras el F1 de 1993 y el P1 de 2014 ve la luz el W1, que en la firma de Woking definen como "el revolucionario sucesor de dos de los mejores supercoches de todos los tiempos". Y, como en el P1, el McLaren W1 recurre a un motor V8, aunque la cilindrada en este completamente nuevo MHP-8 se ha llevado a cuatro litros, exactamente 3.988 centímetros cúbicos, y sobrealimentado también, como en el P1, por dos turbocompresores. Así las cosas, la potencia generada por el ocho cilindros de gasolina es de 928 CV, a un régimen de 9.200 revoluciones por miniuto, y ese rendimiento convierte al nuevo motor en el de mayor potencia específica fabricado nunca por McLaren: 233 CV por litro de cilindrada.

placeholder Dos millones de libras, impuestos incluidos, cuesta en Reino Unido, y eso son 2,38 millones de euros.
Dos millones de libras, impuestos incluidos, cuesta en Reino Unido, y eso son 2,38 millones de euros.

Pero no queda ahí la cosa, pues el motor del McLaren W1 es híbrido también, y enchufable, ya que el superdeportivo británico incorpora un motor eléctrico con 347 CV, lo que lleva la potencia combinada absoluta a 1.275 CV. Y el par máximo no es menos impresionante, pues la marca anuncia 1.340 Nm, disponibles de forma constante entre 4.500 y 5.000 vueltas, gracias a los 900 Nm que aporta el V8 Twin-Turbo 4.0 y los 440 Nm del motor eléctrico.

De cero a 300 km/h, 12,7 segundos

Cifras espectaculares que, combinadas con un cambio automático DCT de doble embrague con ocho marchas, más una marcha atrás eléctrica, se traducen en prestaciones que quitan el hipo, como esos 2,7 segundos para acelerar de cero a 100 km/h, los 5,8 segundos para alcanzar 200 km/h desde parado o los 12,7 segundos que emplea solo para pasar de cero a 300 km/h. Los tres registros, por debajo o muy por debajo de los que homologaba el P1. Aunque en velocidad máxima hay empate, pues el W1 también ha sido limitado electrónicamente a 350 km/h.

placeholder Como los asientos son fijos, el conductor ajusta la postura moviendo volante, mandos y pedales.
Como los asientos son fijos, el conductor ajusta la postura moviendo volante, mandos y pedales.

Todo indica que los pilotos de prueba de McLaren han disfrutado de lo lindo poniendo a punto el W1, pues no solo es el coche de carretera que mejor acelera entre los producidos hasta ahora por la marca, sino que también es tres segundos por vuelta más rápido que el ya velocísimo McLaren Senna en el circuito donde la compañía compara sus vehículos.

placeholder Las butacas se han embutido como parte del monocasco de fibra de carbono.
Las butacas se han embutido como parte del monocasco de fibra de carbono.

La batería es pequeña y ligera, aunque su capacidad de 1,38 kWh da para circular, a baja velocidad, hasta dos kilómetros con el motor V8 desactivado. Eso, por ejemplo, debe reducir sustancialmente el consumo en ciudad, aunque McLaren no ha comunicado por el momento ninguna cifra de gasto. Sí, en cambio, las emisiones medias, inferiores a 310 g/km de CO2. Y a pesar del pequeño tamaño de la batería, el W1 es un híbrido enchufable que podemos cargar por cable del cero al 80% en 22 minutos, lo que puede venir bien, por ejemplo, para arrancar por las mañanas en modo eléctrico sin despertar al vecindario con el V8, que se alimenta, por cierto, de un depósito de gasolina de 62 litros.

McLaren W1McLaren W1

Y el McLaren W1, que mide 4.635 milímetros de largo por 2.074 de ancho (con espejos plegados) y 1.182 de alto, y pesa solo 1.399 kilos en seco (medición sin conductor y sin líquidos), presume también de una frenada de primera: 100 metros exactos para detenerse desde 200 km/h y solo 29 metros para clavarse desde 100 km/h. Lo consigue principalmente gracias al sistema McLaren Carbon Ceramic Racing+, con discos de 390 milímetros de diámetro tanto delante como detrás, pero gracias también a la inestimable ayuda de sus neumáticos Pirelli P Zero R, en medida 265/35 R189 delante y 335/30 R20 detrás. La gran diferencia de anchura entre las ruedas del eje frontal y las del eje posterior tiene una explicación: el W1 tiene tracción trasera, y los 1.275 CV deben pasar al asfalto, del primero al último, a través de esos dos neumáticos.

placeholder El alerón posterior activo se extiende horizontalmente hacia atrás 30 centímetros.
El alerón posterior activo se extiende horizontalmente hacia atrás 30 centímetros.

Siguiendo con el chasis, el W1 estrena la nueva suspensión McLaren Race Active Chassis Control III con modo Race, inspirada en la Fórmula 1 y con componentes de titanio, y que optimiza el rendimiento tanto en carretera como en circuito; y también es innovadora la dirección McLaren Hydraulic Performance Steering.

placeholder El W1 monta de serie frenos carbonocerámicos, con discos de 390 milímetros en ambos ejes.
El W1 monta de serie frenos carbonocerámicos, con discos de 390 milímetros en ambos ejes.

También se inspira en la Fórmula 1 la aerodinámica de efecto suelo, y el W1 se beneficia del nuevo modo de conducción McLaren Race, que permite una transformación radical, y pionera a nivel mundial según los responsables de la marca, entre el uso en carretera y en circuito, pues llega a rebajar la distancia al suelo hasta 37 milímetros delante y 17 milímetros detrás, generando hasta 1.000 kilos de carga aerodinámica a 280 km/h: en esa situación, 350 kilos de apoyo se aplicarían sobre el eje delantero y los 650 restantes sobre el eje trasero. En cualquier caso, incluye las características aerodinámicas activas más avanzadas que nunca se hayan visto en un McLaren de calle, destacando también el revolucionario alerón trasero McLaren Active Long Tail, que se despliega 30 centímetros hacia atrás, y es una de las muchas patentes registradas sobre avances en aerodinámica.

McLaren W1McLaren W1

En lo que se refiere al interior, los asientos, de diseño exclusivo, se han integrado en el propio monocasco de fibra de carbono Aerocell, de manera que el conductor puede ajustar la posición moviendo a su gusto todo lo demás: los pedales, el volante e incluso los mandos. Y al monocasco Aerocell se fijan las llamativas puertas, de apertura en ala de gaviota, que han sido construídas usando técnicas de competición. Además, el cliente puede solicitar opciones prácticamente ilimitadas, como el nuevo material de revestimiento interior McLaren InnoKnit, a través del departamento de personalización MSO, aunque eso elevará también de forma notable el precio base del W1, que en el Reino Unido, impuestos incluidos, es de dos millones de libras, equivalente al cambio actual a 2,38 millones de euros. Con una garantía oficial de cuatro años sin límite de kilómetros, cuatro años también de asistencia gratuita en carretera y seis años, o 75.000 kilómetros, de garantía para la batería de propulsión.

Cuando en McLaren nos quieren dejar bien claro que uno de sus exclusivos productos es verdaderamente especial, su nombre contiene el número 1. Ese fue el caso de su primer superdeportivo, lanzado en 1993 y que presumía de una denominación que requiere pocas explicaciones: F1. Nada puede ser más deportivo que un vehículo bautizado así, especialmente cuando entre los protagonistas del proyecto todo nos recordaba a la Fórmula 1, desde su diseñador, Gordon Murray, hasta su fabricante, McLaren Automotive. Un F1 del que se fabricaron solo 106 unidades y que dejó su sello en las mismísimas 24 Horas de Le Mans, al ganar la legendaria carrera francesa en 1995. Además, en 1998 se convirtió en el coche de calle más rápido del planeta, al alcanzar una velocidad punta de 391 km/h, un récord que se mantendría vigente hasta 2009; aunque todavía hoy sigue siendo el coche de calle más rápido de la historia equipado con un motor atmosférico.

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