Mitsubishi ya tiene nueva generación del Colt, y es normal que su cara nos suene

Tras una época difícil que ha dejado la producción anual de Mitsubishi en torno al millón de unidades a nivel mundial, la firma japonesa quiere volver a coger ritmo, apoyándose en su pertenencia a la Alianza automovilística que también reúne a Renault Group y a Nissan. Y para recuperar el terreno perdido, la estrategia pasaba por contar lo antes posible con modelos en segmentos clave del mercado, como el B (utilitarios) y el B-SUV (pequeños todocamino urbanos). En Europa, por ejemplo, el segmento B supone el 15% de las ventas, mientras que los B-SUV representan el 11%, de forma que entre uno y otro copan ya más de la cuarta parte de las matriculaciones.

Por ello, hace unos meses, la firma de los tres diamantes desvelaba la nueva generación de su exitoso ASX, un modelo que ahora se produce en la factoría de Renault en Valladolid y que toma como base el modelo Captur de la marca del rombo, producido también en la planta castellana. No todo es igual, lógicamente, pero las similitudes técnicas y estéticas son más que evidentes. Y la fórmula se repite ahora con el nuevo Colt, que acaba de ver la luz y deriva directamente del Renault Clio, aunque en este caso no compartirán fábrica, pues si el coche de la marca francesa se ensambla precisamente en la factoría gala de Flins, para el nuevo Colt se ha buscado una instalación propia: Bursa, en Turquía.

Allí empezará a producirse el nuevo Mitsubishi Colt en septiembre, mientras que las primeras unidades llegarán a nuestro país en octubre. Y pronto conoceremos sus precios, según los responsables de la marca, que también nos adelantan que el nuevo Outlander PHEV, desarrollado por la propia marca japonesa y ya a la venta en algunos mercados, se pondrá a la venta en Europa durante el 2024, mientras que para el 2025 se espera el primer 100% eléctrico de Mitsubishi, desarrollado en el seno de la Alianza.

Pero volviendo al nuevo Colt, séptima generación dentro de una saga que arrancó en 1962 y que ya totaliza 1,2 millones de unidades vendidas solo en Europa, el coche ahora desvelado es, como el Clio, un cinco puertas de cinco plazas asentado sobre la plataforma CMF-B que mide 4,05 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,44 de alto, y tiene un maletero de 391 litros, ampliable a 1.069 litros cuando abatimos la segunda fila. Y en el frontal, los diseñadores se han esforzado por darle un aspecto específico, para lo cual han jugado con la firma luminosa de las luces diurnas LED, lo que se complementa con el emblema de los tres diamantes. Pero en el lateral no hay tanta personalización, y tampoco en la zaga, diferenciada en este caso por los nombres de la marca y del modelo.

Un diseño exterior que introducirá cambios sutiles retrovisores, alerón, protectores inferiores o llantas (de 15, 16 y 17 pulgadas) en función del nivel de acabado elegido, pues habrá cuatro disponibles: Spirit, Motion, Kaiteki y Kaiteki+. Y eso también determinará el equipamiento interior, pues el Colt, según la versión, podrá tener instrumentación completamente digital y configurable de 10 pulgadas o un cuadro mixto con un display interior de 7 pulgadas; y habrá dos tamaños de pantalla táctil central, una de 7 pulgadas y otra de 9,3 pulgadas.

En cuanto a colores de carrocería, el abanico se ha reducido a cinco: negro Onyx, rojo Sunrise, azul Royal, gris Volcanic y blanco Arctic.

Triple oferta mecánica

A diferencia del Clio, en el Colt no hay que buscar motorización diésel ni de GLP, pues Mitsubishi ha decidido centrarse en una oferta de mecánicas más sencilla, con dos propulsores de gasolina y uno híbrido. El motor de entrada, destinado a la versión 100 MPI, es un 1.0 tricilíndrico de gasolina que rinde solo 65 CV de potencia, se asocia a un cambio manual de cinco marchas y combina unas prestaciones bastantes justas con un consumo comedido: aceleración de cero a 100 km/h en 17,1 segundos y gasto medio de 5,3 l/100 km.

Por encima, tambien de gasolina, encontramos el 1.0 tricilíndrico turboalimentado de la versión 100T, que eleva su potencia a 90 CV y se asocia a una caja de cambios manual de seis velocidades. Las prestaciones mejoran, pues anuncia un paso de cero a 100 km/h en 12,2 segundos, mientras que el gasto se reduce ligeramente, hasta 5,2 l/100 km.

Y, por último, la gama se corona con la versión 160 HEV, con una mecánica híbrida de gasolina que toma como base un motor 1.6 atmosférico y recibe el apoyo de dos motores eléctricos, una batería de 1,2 kWh y un cambio automático multimodo. Su potencia máxima es de 145 CV, homologa un gasto medio de 4,2 l/100 km y, según Mitsubishi, puede funcionar hasta el 80% del tiempo solo con propulsión eléctrica cuando circulamos por ciudad.

En materia de seguridad, el nuevo Colt incluye una serie de sensores ultrasónicos, de cámara y de radar que permiten el control del entorno y el funcionamiento de avanzados asistentes de conducción, como el control de crucero adaptativo con función Stop & Go, el monitor de visión periférica, las luces de carretera automáticas, el aviso de ángulo muerto, el sistema de mitigación de colisión frontal, el avisador de cambio involuntario de carril, el asistente de mantenimiento de carril, el asistente de aparcamiento, la alerta de tráfico trasero cruzado y el reconocimiento de señales de tráfico.