¿Qué reliquia del Bentley ganador en Le Mans en 2003 incluyen los nuevos Continental?

Para conmemorar el vigésimo aniversario de su sexta victoria en las 24 Horas de Le Mans, pero también el centenario de su primera participación en la mítica carrera francesa, Bentley ha creado una edición limitada Le Mans del Continental GT y del Continental GTC, equipados ambos con el motor W12 de la firma británica y dotados de detalles exclusivos en el interior y un exterior inspirado en el Speed 8 con dorsal número 7 que conquistó la prueba con superioridad, tras dominarla de principio a fin.

Pero, curiosamente, el largo camino que han recorrido juntos Bentley y la prueba de Le Mans no empezó con buen pie. "Creo que es una locura, nadie puede acabar la carrera, los coches no están diseñados para soportar esta tensión durante 24 horas", fue el comentario de Walter Owen Bentley en 1923 cuando se enteró de que John Duff planeaba participar como piloto a título privado en las primeras 24 Horas de Le Mans con un Bentley 3 Litre. Sin embargo, su espíritu competitivo le impulsó finalmente a acudir de forma apresurada al circuito de La Sarthe, para ver cómo Duff, que marcó la vuelta rápida de la prueba, se hacía con la cuarta plaza final, pese a una larga parada para reparar un agujero en el depósito de gasolina. W.O. Bentley y su marca Bentley Motors volvieron en 1924 con un automóvil de fábrica... y ganaron. El primer triunfo de una década memorable, en la que cosecharon cinco victorias en siete años.

Bentley retornó en 2001 con el EXP Speed 8, iniciando así un programa de tres años cuyo objetivo era lograr la sexta victoria. Y un domingo, el 15 de junio de 2003, dos modelos Speed 8 de Bentley coparon las dos primeras posiciones en la carrera de resistencia más dura del mundo, anotándose ese buscado sexto triunfo el coche número 7, pilotado por Guy Smith, Tom Kristensen y Rinaldo Capello, que completaron 377 vueltas a una velocidad media de 214,33 km/h.

Dos coches firmados por Mulliner

Los diseñadores de Mulliner, la división de encargos personalizados de Bentley, estudiaron detenidamente el victorioso Speed 8 del 2003, y por eso los modelos Continental GT y Continental GTC de esta nueva colección Le Mans de edición limitada presumen de la pintura exterior Verdant Green, con una raya de carreras en tono Moonbeam que recorre el capó y, en el caso del cupé, también el techo. Los componentes de la carrocería en fibra de carbono lucen un acabado en negro con una sutil línea en Moonbeam, y para el paragolpes delantero inferior, las cubiertas de los retrovisores y la zona en forma de herradura de la parte trasera, bajo el deflector del portón, se ha elegido el color negro Beluga. Asimismo, las llantas de 10 radios y 22 pulgadas en negro se combinan con unos potentes frenos carbocerámicos con pinzas rojas.

La rejilla matricial característica de Bentley, en un principio ideada para proteger el radiador en la pista sin asfaltar de Le Mans en la década de 1920, está decorada con un número 7 pintado en color Arctica White, un diseño que fusiona el número del coche ganador en 2003 con el aspecto de los radiadores pintados de los Bentley que lograron cinco victorias en las 24 Horas de Le Mans entre 1924 y 1930.

Por su parte, los interiores del Continental GT y el Continental GTC de la colección Le Mans elevan el nivel de lujo, pero conservando su esencia deportiva. Una exclusiva luz de bienvenida con la corona de laureles del 2003 ilumina la entrada a un habitáculo tapizado con cuero Beluga. El tejido Dynamica de pelo corto de alto rendimiento cubre las superficies de los asientos, mientras que las costuras en contraste en los asientos y los cinturones de seguridad ponen una nota extra de color en el interior, que se extiende al volante, tapizado con cuero y Dynamica, y también con costuras en contraste.

El enchapado doble del salpicadero y las líneas de cintura de las puertas lucen acabados en Piano Black y fibra de carbono de alto brillo, separados por una fina línea cromada. Y la nueva colección Le Mans está repleta de detalles exclusivos, como las placas de estribo con el Speed 8 y las seis coronas de laurel que reciben a los ocupantes. Asimismo, el salpicadero también luce un emblema formado por seis coronas de laurel incrustadas en fibra de carbono de alto brillo, como tributo a las seis victorias de Bentley en Le Mans entre 1924 y 2003.

Sin embargo, el detalle más personalizador del interior es otro, pues todos los modelos de la colección Le Mans están equipados con la triple pantalla giratoria de Bentley, que se gira para mostrar, según prefiramos, la pantalla táctil, el enchapado doble o unos indicadores analógicos, siendo estos los que en este caso presumen de un detalle único. Porque en lugar del indicador central, estas versiones muestran un compartimento acristalado donde se exhibe, a modo de reliquia, una válvula del motor V8 4.0 de doble turbocompresor que le dio la victoria al Bentley Speed 8 en Le Mans hace 20 años. Finalizada la carrera, se extrajo el motor para conservarlo; y 24 de las 32 válvulas han sido cortadas en dos ahora para crear 48 objetos de recuerdo, uno para cada uno de los 48 coches que fabricará la marca británica, a los que se dotará también de otro elemento exclusivo, pues el reloj analógico de 12 horas es sustituido por un reloj digital, naturalmente de 24 horas y con un diseño de esfera específico.

Prestaciones de coche de carreras

Los nuevos Continental GT y Continental GTC de la colección Le Mans están equipados con el motor de gasolina W12 TSI 6.0, con una potencia de 659 CV y un par máximo de 900 Nm que les permite alcanzar una velocidad máxima de 335 km/h, o acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos.

El sistema Bentley Dynamic Ride y la suspensión neumática activa de tres cámaras con amortiguación adaptativa son los encargados de preservar el equilibrio dinámico necesario en un vehículo de semejantes prestaciones; pero si se desea llevar su agilidad y su rendimiento a cotas aún más extremas, próximas a las de un coche de competición, están disponibles como equipamiento opcional los citado frenos cerámicos de carbono, un control de estabilidad electrónico avanzado, la dirección a las cuatro ruedas y un diferencial de deslizamiento limitado electrónico.