Ford bate un récord con el Puma ST Hybrid automático: un motor 1.0 de 170 caballos

Sin salir de la marca del óvalo, creada por Henry Ford, podemos comprobar lo mucho que han evolucionado los motores de combustión en este siglo largo de industria del automóvil. Porque el Ford T, primer vehículo de la historia fabricado en serie y vendido masivamente durante dos décadas, nació en 1908 con un cuatro cilindros de nada menos que 2.895 centímetros cúbicos que rendía solo 20 CV de potencia, con los que alcanzaba una velocidad máxima de 67 km/h. Y, en efecto, en los albores de este sector las mecánicas tenían una cilindrada enorme, pues sus rendimientos eran muy bajos. Es decir, obtenían poca potencia específica, un valor que suele medirse en caballos por litro; y en el caso del entrañable Ford T, que se mantuvo en producción hasta 1927 y llegó a ser ensamblado en Cádiz y Barcelona, esa potencia específica era de solo 6,9 CV/litro.

Y esa cifra parece casi una broma si saltamos hasta 1976, la fecha en que empieza a funcionar la planta de Ford en Almussafes, encargada de fabricar el Fiesta. Aquel revolucionario utilitario, planteado como duro rival para el Fiat 127 o el Renault 5, ya contaba en su gama con un motor de aproximadamente un litro de cilindrada (957 centímetros cúbicos exactamente) que rendía 45 CV, lo que se traduce en una potencia específica de 47 CV/litro. Pero incluso ese valor se nos antojaría ahora ridículo en un modelo actual, y casi medio siglo después de que naciese el primer Fiesta, los coches dotados de un motor 1.0 rinden, como mínimo, los 67 CV que anuncian el Hyundai i10 MPI, el Kia Picanto DPi o el Renault Clio SCe. Y eso si hablamos de tecnologías básicas, sin turbo ni inyección directa, porque si nos vamos a los motores 1.0 dotados de sobrealimentación, sistemas de inyección más sofisticados e incluso hibridación eléctrica, se superan siempre los 100 CV.

Nuevo récord para un motor 1.0

De hecho, el récord actualmente está en poder del motor 1.0 EcoBoost MHEV de la propia Ford, un tres cilindros en línea con 999 centímetros cúbicos, culata de cuatro válvulas por cilindro, turbo, intercooler, inyección directa y sistema híbrido de 48 voltios, del que hay dos versiones: una de 125 CV y otra de 155 CV, esta disponible en las gamas Focus y Puma, y que eleva su potencia específica hasta unos sorprendentes 155,2 CV/litro. Y la marca americana ha ido ahora más lejos, pues acaba de desvelar la última evolución, aún más enérgica y apretada, de su 1.0 EcoBoost tricilíndrico nacido en 2014. Con nada menos que 170 CV, lo que supone una potencia específica de 170,2 CV/litro, nunca antes alcanzada por un motor 1.0 de serie.

El elegido para estrenar esa mecánica es el Puma ST Powershift, que llega para complementar en la gama al ya existente Puma ST de cambio manual, equipado con un 1.5 EcoBoost tricilíndrico de 200 CV. Pero este nuevo Puma ST Powershift no solo se diferencia por montar un propulsor más pequeño o por su transmisión automática, de doble embrague, siete velocidades y levas en el volante, sino también por su sistema MHEV (hibridación suave Mild Hybrid de 48 voltios), del que carece el Puma ST manual, que recibe la etiqueta C de la DGT. En cambio, la nueva versión automática presume del distintivo ambiental Eco, todo un argumento. Y aunque pesa 36 kilos más, gasta menos, pues homologa una media WLTP de 6,3 l/100 km cuando el Puma ST manual anuncia 6,6 l/100 km, lo que se traduce también en una reducción de las emisiones: de 149 g/km de CO₂ baja a 144 g/km.

Este nuevo 1.0 EcoBoost MHEV de 170 CV ha sido desarrollado por los ingenieros de Ford Performance, que con un paquete de modificaciones bautizado Sports Technologies han sacado esos 15 caballos extra a partir del propulsor de 155 CV y han elevado el par máximo de 190 a 200 Nm, aunque esa cifra se dispara hasta los 248 Nm en momentos puntuales, como al realizar una maniobra de adelantamiento en la que aceleremos con fuerza. De ahí que sus prestaciones sean muy elevadas para un SUV de su categoría, pues alcanza una velocidad punta de 210 km/h (220 el ST manual) y acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos (6,7 el ST manual).

Además, su chasis se beneficia de las mismas mejoras estrenadas por el Puma ST de 200 CV y caja manual lanzado en 2020, y que incluyen ajustes específicos en el eje de torsión y la barra estabilizadora, así como muelles de fuerza vectorial patentados, una dirección un 25% más rápida que la de un Puma normal y frenos con discos ventilados delanteros de 325 milímetros. "El equipo de Ford Performance recurrió a toda su experiencia en el desarrollo del Puma ST original para ofrecer el placer y la diversión al volante que caracteriza a los ST sin perder la practicidad de nuestro SUV compacto. Estamos sirviéndonos de la tecnología Mild Hybrid de 48 voltios no sólo para mejorar la eficiencia, sino también para incrementar la potencia máxima y el par", explicaba Stefan Muenzinger, director de Ford Performance en Europa, al presentar la nueva versión.

Por otro lado, esa tecnología de hibridación suave de 48 voltios del 1.0 EcoBoost MHEV, que se ofrece en el Puma desde su lanzamiento en 2019, ha sido afinada para aportar un rendimiento aún mayor en el Puma ST Powershift, pues el sistema Mild Hybrid activa la recuperación de energía más deprisa que en otras mecánicas de la marca para acelerar la recarga de la batería de iones de litio de 48 voltios, que tiene una capacidad de 0,38 kWh. Esto permite que el motor de arranque/generador integrado y accionado por correa (el BISG, que sustituye al alternador clásico) ofrezca un periodo más largo de aporte extra de par de cara a lograr un mayor rendimiento del motor a bajo régimen. Además, una mayor recuperación de energía proporciona 10 CV adicionales de asistencia eléctrica del BISG para aumentar la potencia máxima.

Varios modos de conducción

El resultado es un incremento de casi el 10% en la potencia máxima respecto al motor 1.0 EcoBoost MHEV de 155 CV. Con hasta 170 CV de potencia a 5.750 rpm y hasta 248 Nm de par a 3.000 rpm, el nuevo Puma ST Powershift desarrolla exactamente el doble de potencia por litro de cilindrada que el Focus ST170 del año 2002, que obtenía sus 170 CV de un motor de dos litros. Además, el Puma ST Powershift se beneficia de la misma tecnología de válvulas de escape activas que el Puma ST manual para elevar el rendimiento y conseguir un sonido más deportivo en las aceleraciones. Controlada por los modos de conducción seleccionables por el usuario, la válvula de escape activa permanece cerrada en los programas Normal y Eco, pero se abre en el modo Sport para intensificar su sonido.

En cuanto al cambio Ford Powershift de siete velocidades, desarrollado específicamente para combinarse con los motores 1.0 EcoBoost MHEV, esta transmisión se ha optimizado con un nuevo software que maximiza el rendimiento y las prestaciones. En modo totalmente automático, según la marca, la mejorada caja de cambios de doble embrague proporciona suavidad y confort, y ayuda a mantener el motor funcionando a un régimen óptimo para la eficiencia. Sin embargo, y de cara a aprovechar al máximo la fuerza del motor, las reducciones de marcha triples permiten realizar adelantamientos más rápidos cuando los conductores requieren acelerar al máximo. Y con el modo Sport Drive activado, la transmisión también prolonga las marchas cortas antes de cambiar a la siguiente relación para lograr reacciones más ágiles.

Además, el cambio automático Powershift incluye la función Stop & Go para el control de crucero adaptativo, que puede detener por completo el vehículo en situaciones de tráfico lento y congestionado, y arrancarlo automáticamente si la duración de la parada es inferior a tres segundos, o reanudar la marcha después de tres segundos pulsando un botón o pisando el acelerador. Y esta transmisión también habilita una función de arranque a distancia mediante la aplicación móvil FordPass.

En lo que se refiere a la parte estética, la nueva versión automática comparte con el Puma ST manual su personalización, destacando en su paragolpes delantero el splitter con el logotipo de Ford Performance, que aumenta la carga aerodinámica del frontal casi un 80% frente a un Puma convencional. Asimismo, el Puma ST Powershift incorpora un alerón trasero de gran tamaño y un llamativo difusor trasero, mientras que las rejillas delanteras características del acabado ST garantizan la refrigeración del motor. Además, entre las seis pinturas de carrocería disponibles el Puma ST Powershift estrena el nuevo color exclusivo Azul Azura. Y, como el Puma ST manual, ofrece un acabado negro brillante para el techo, y personaliza también en color negro los bordes de la parrilla, las aletas laterales, las carcasas de los retrovisores y el alerón trasero, mientras que las llantas de aleación, de 19 pulgadas, tienen un acabado especial denominado Magnetite.

En cuanto al interior, destacan los asientos deportivos Ford Performance acabados en el material Sensico, con efecto de piel sintética, y el equipamiento incluye base de carga inalámbrica para el smartphone, parabrisas calefactado Quickclear, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, los limpiaparabrisas con sensor de lluvia, módem FordPass Connect, sistema de infoentretenimiento SYNC 3 compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y un gran número de ayudas de conducción, como el asistente de precolisión con frenada activa, el asistente de aparcamiento activo, la alerta de tráfico cruzado posterior con frenada activa o el limitador de vvelocidad inteligente. Y el Puma ST Powershift presume también del mismo maletero del resto de versiones, con 456 litros de capacidad y que permite colocar hasta dos bolsas de golf en posición vertical gracias al original espacio MegaBox, situado bajo el suelo de carga.

Ford no ha comunicado por el momento el precio de esta nueva versión ST Powershift del Puma.