El Pagani Utopía, con un V12 de 864 CV, cumplirá la norma de emisiones de California
Tras el Zonda y el Huayra, la marca del italoargentino Horacio Pagani presenta el Utopía, con más potencia, mejor aerodinámica y mayor seguridad que sus antecesores. Y su V12 biturbo de origen Mercedes-AMG es ahora más limpio
En el país de Ferrari y de Lamborghini, debes tenerlo muy claro para acometer un proyecto consistente en fabricar superdeportivos de ensueño, porque las comparaciones muy probablemente acabarán siendo odiosas. No han faltado emprendedores a lo largo de la historia que lo hayan intentado, y por eso el plan del diseñador italoargentino Horacio Pagani fue visto por muchos en su momento como posible 'flor de un día'. Su plantilla contaba solo con 25 empleados, pero la calidad de su primer coche, desarrollado bajo el nombre en código C8 y bautizado finalmente Zonda, era superior a la de otros supercoches de fabricantes artesanales, cosechando un éxito entre los amantes de lo exclusivo más acaudalados que después de prorrogó con el modelo C9, comercializado como Huayra.
Y hoy, casi tres décadas después de sus inicios y cuando Pagani cuenta ya con 180 empleados para asegurar una capacidad de producción de 50 unidades anuales, la firma italiana presenta el Utopía, su tercer modelo y desarrollado bajo el código C10. Un coche de inconfundible estilo Pagani pero que evoluciona en todos los aspectos y de cuya primera versión, ahora desvelada, se fabricarán 99 unidades. Es decir, el furto de los dos próximo años. Y la carga de trabajo parece garantizada porque, según parece, ese centenar de coches estarían ya adjudicados a otros tantos clientes.
Se cuenta que Pagani es uno de los constructores que más consulta a sus clientes de cara al diseño y creación de sus deportivos, y de ahí que para desarrollar el C10 Utopía se haya basado en tres pilares que casi todos los usuarios de la marca pedían: simplicidad, ligereza y placer de conducción. Es decir, nada de baterías ni de sistemas híbridos, nada de cambios de doble embrague... En su lugar, fidelidad al motor V12 y a los dos tipos de cambio tradicionales: caja manual, que aquí es de siete marchas, y caja automática.
Y frente a los modernos deportivos con sus carrocerías repletas de aditamentos aerodinámicos, líneas más puras y eficaz aerodinámica a base de moldear las curvas exteriores. De hecho, Pagani se ha inspirado en vehículos de los años 50 del pasado siglo, desde la Vespa hasta embarcaciones de la exclusiva marca Riva. Además, las llantas forjadas incorporan un extractor de fibra de carbono en forma de turbina que desaloja mejor el calor de los discos de freno y reduce las turbulencias bajo la carrocería.
Llantas que son de gran tamaño, con 21 pulgadas delante (gomas de medida 265/35) y 22 detrás (325/30), y que se calzan con neumáticos de Pirelli PZero Corsa para transmitir mejor toda la potencia al suelo. Y también destacan por su talla generosa los retrovisores exteriores, que a modo de 'farolas' separan claramente los espejos de la carrocería para que la aerodinámica sea más eficiente, un capítulo al que Horacio Pagani dedicó horas y horas en el túnel de viento. Además, en la zaga encontramos un detalles que se ha convertido en sello característicos de la marca: el escape central de salida cuádruple, que ahora es cerámico para soportar mejor las altas temperaturas y contribuye a reducir el peso, pues toda la línea de escape se aligera seis kilos.
En el interior, el diseñador italoargentino ha sido aún más atrevido, inspirándose en esculturas para dar al habitáculo un toque cuando menos original. Según Horacio Pagani, ni moderno ni retro, sino más bien atemporal. Y se sigue prescindiendo de una pantalla central que ya emplean prácticamente todos los coches del mercado. Pero sí incluye una en la instrumentación, frente al conductor, centrada entre los dos grandes relojes analógicos clásicos: cuentavueltas a la izquierda y velocímetro a la derecha. No obstante, para los pedales, la palanca de cambio y el volante, dotado de airbag, sí ha innovado en comparación con el Zonda y el Huayra en busca de mayor ergonomía, confort y facilidad de acceso.
Y aunque los modelos anteriores de la marca, dotados de un chasis monocasco de carbono, ya cumplían en términos de robustez, ligereza y calidad de construcción, para el Utopía se ha combinado la fibra de carbono con innovadores materiales compuestos, como el Carbo-Titanium y el Carbo-Triax. Además, en zonas muy específicas del coche se emplea un nuevo tipo de fibra de carbono que con la misma densidad procura un 38% más de resistencia. Y aunque los fabricantes artesanales de pequeñas series como Pagani se rigen por homologaciones de seguridad menos severas, la marca italiana ha decidido desarrollar su tercer coche pensando en las exigencias de seguridad globales, optimizando la protección mediante más de 50 pruebas de choque de todo tipo.
El motor V12, de Mercedes-AMG
Pero los Pagani son máxima deportividad y prestaciones de infarto, y la parte mecánica se convierte en protagonista esencial de un conjunto que se distingue por su bajo peso, pues la marca homologa 1.280 kilos en seco, es decir, sin conductor, sin combustible y sin fluidos. Para animar al Utopía, en la parte trasera encontramos un motor Pagani V12 de doble turbo y 5.980 centímetros cúbicos derivado de una mecánica de Mercedes-AMG. Rinde nada menos que 864 CV de potencia a 6.000 revoluciones por minuto, y 1.100 Nm de par máximo constante entre 2.800 y 5.900 vueltas. Pero sobre prestaciones exactas, como aceleración o velocidad punta, nada se dice por ahora. Y tampoco sobre consumo de gasolina o emisiones, aunque estas últimas cumplen la exigente normativa medioambiental californiana, un objetivo clave del proyecto para acceder a la notable 'hinchada' de la casa al otro lado del Atlántico.
Semejante V12 puede asociarse a una caja manual de siete velocidades o al cambio automático AMT Xtrac, con el mismo número de relaciones; en ambos casos vinculados a un diferencial electromecánico. La suspen sión es independiente de doble triángulo en las cuatro ruedas, como en muchos modelos de competición, y para el equipo de frenos se ha contado con la colaboración de Brembo, que ha recurrido a cuatro discos ventlados carbocerámicos, con 410 milímetros y pinzas de seis pistones delante y 390 milímetros y pinzas de cuatro pistones detrás. Y por si el cliente piensa conducir en invierno en carreteras de clima frío, la marca de Módena ofrece como complemento a los PZero Corsa de Pirelli los neumáticos SottoZero, también del fabricante italiano.
En cuanto al precio, detalle ya sin tanta importancia porque toda la producción inicial del Utopía se ha vendido en días, parece que la factura inicial arranca en 2,2 millones de euros... antes de impuestos. Sin duda, utópico para la mayoría.
En el país de Ferrari y de Lamborghini, debes tenerlo muy claro para acometer un proyecto consistente en fabricar superdeportivos de ensueño, porque las comparaciones muy probablemente acabarán siendo odiosas. No han faltado emprendedores a lo largo de la historia que lo hayan intentado, y por eso el plan del diseñador italoargentino Horacio Pagani fue visto por muchos en su momento como posible 'flor de un día'. Su plantilla contaba solo con 25 empleados, pero la calidad de su primer coche, desarrollado bajo el nombre en código C8 y bautizado finalmente Zonda, era superior a la de otros supercoches de fabricantes artesanales, cosechando un éxito entre los amantes de lo exclusivo más acaudalados que después de prorrogó con el modelo C9, comercializado como Huayra.