Con el Aventador Ultimae, Lamborghini se despide de los V12 atmosféricos a lo grande

Las carreteras de Emilia Romagna y de la región de Le Marche han sido el escenario de la que, probablemente, vaya a ser la última sesión fotográfica oficial de la marca de Sant'Agata Bolognese con su Aventador, protagonizada por las versiones Coupé y Roadster del Aventador Ultimae, la edición especial ahora lanzada y que en pocos meses pondrá fin a la producción de su modelo deportivo de motor V12, con lo que Lamborghini dice adiós, definitivamente, a las mecánicas atmosféricas de 12 cilindros, todo un referente en la casa italiana pues el primer 'lambo' de la historia, el 350 GT de 1963, equipaba precisamente un V12.

Y si alguien está interesado en hacerse con uno, puede irse despidiendo de la idea, pues las 350 unidades del Aventador LP 780-4 Ultimae Coupé y las 250 de la variante Roadster se han agotado en cuestión de días. De hecho, el último de los 600 coches disponibles, un Ultimae Coupé, era subastado el pasado 19 de abril, junto con un NFT 1:1 del mismo creado por los artistas Krista Kim y Steve Aoki, y el comprador pagó por él 1,6 millones de dólares, que al cambio son aproximadamente 1.520.000 euros.

Inspirado en las versiones SVJ y S del Aventador, el LP 780-4 Ultimae rinde homenaje a los corazones V12 que han equipado previamente a modelos míticos en la marca como 400 GT, Espada, Islero, Jarama, Countach, Diablo o Murciélago. Porque el Aventador LP 780-4 Ultimae, como su propia denominación indica, lleva la potencia máxima a valores nunca antes alcanzados por un V12 de Lamborghini, ya que rinde 780 caballos de potencia a 8.500 revoluciones por minuto y 720 Nm de par máximo a 6.750 rpm. Y todo eso, enviado mediante el cambio automático ISR de siete marchas y transmitido al suelo a través de las cuatro ruedas con el sistema Haldex de control electrónico, se traduce en prestaciones de excepción, como los 355 km/h de velocidad punta o una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos. Y ojo, porque fulmina la maniobra de 0 a 200 km/h en 8,7 segundos, que es lo que tarda un coche 'normal' relativamente rápido en alcanzar 100 km/h desde parado.

Además, son registros prácticamente extrapolables al LP 780-4 Ultimae Roadster, que también homologa 355 km/h de velocidad máxima con los 780 CV de potencia de su motor de 6.498 centímetros cúbuicos, pero requiere una décima extra para la aceleración de 0 a 100 km/h: 2,9 segundos. Y para solventar el paso de 0 a 200 km/h, 8,9 segundos, dos décimas más que el Coupé. La razón hay que buscarla en los 50 kilos de diferencia, pues si el Ultimae Coupé pesa 1.500 kilos en seco (sin líquidos en el motor, sin combustible en el depósito y sin conductor) y presume de una relación peso/potencia de 1,98 kg/CV, el Roadster se va a 1.600 kilos en seco por los refuerzos de su carrocería descapotable, y eso deja la relación peso/potencia en 2,05 kg/CV.

Los Aventador Ultimae homologan un consumo medio WLTP de 18,0 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 442 g/km, y sin duda esos valores tienen mucho que ver con que Lamborghini deba decir adiós, desgraciadamente, a los legendarios V12 aspirados, que desde un punto de vista medioambiental fueron concebidos con otra mentalidad, que primaba las prestaciones sobre la eficiencia energética.

A nivel estético, los Aventador Ultimae se caracterizan por lo que sus diseñadores llaman "líneas puras y esenciales", y se hace un uso extensivo de la fibra de carbono. Además, los responsables del Centro Stile Lamborghini han acentuado en su carrocería el juego de claroscuros entre las partes en negro y las zonas pintadas. En cuanto al interior, la fibra de carbono vuelve a tener máximo protagonismo en la última edición limitada del Aventador, que reviste las zonas principales de su habitáculo con Alcantara, estrena algunas combinaciones inéditas del programa de personalización Ad Personam e incluye una placa numerada de la serie limitada.