SYM ADX 300, el 'crossover' que complementa la gama del fabricante taiwanés

Coincidiendo con la celebración del 70 aniversario de su creación, San Yang Motor (SYM) inició una profunda renovación en su catálogo de modelos, que culmina tras un año plagado de excelentes resultados de ventas, tanto en Taiwán, donde superó su récord de producción con más de 600.000 unidades realizadas (más del 50% exportadas), como en Europa, con un crecimiento notable y sostenido en todos sus mercados.

En España, SYM experimentó el mejor final de año de los 20 ejercicios que lleva presente en nuestro país, alcanzando las 12.681 unidades matriculadas, un 10,44% de cuota de mercado en el segmento scooter, la segunda mejor penetración de Europa, y situada como la cuarta marca en nuestro país, un mercado que se está caracterizando por una competitividad cada vez mayor, en la que el concesionario cobra un papel fundamental para el fabricante; de ahí que el trabajo del importador y distribuidor de la marca, el Grupo Bordoy, resulte fundamental, tejiendo una red comercial que funciona con enorme eficacia.

Este mercado tan vivo y tan cambiante, en el que cada año entran nuevos y competitivos actores, obliga a una renovación y diversificación del catálogo, y esto es lo que está llevando a cabo SYM en el segmento de los scooters aventureros, a los que podemos calificar como crossover, que ha crecido significativamente en los últimos años con una variedad de modelos y cilindradas que no deja de sorprendernos.

SYM, que ya tenía en su catálogo el ADX 125 y el ADX TG 400, amplía su oferta con el nuevo ADX 300, un modelo que tiene una base de partida conocida, el motor de 278 cc que ya emplean sus modelos Joyride y Cruisym, un propulsor que ofrece 26 CV de potencia a 8.000 rpm, con un par motor de 26 Nm a 6.000 rpm.

Pero eso es todo lo que tienen en común, porque el concepto de base es completamente diferente, y el bastidor el completamente nuevo, para adaptarse a las exigencias que requiere el ADX, ya que cuenta con un refuerzo central que ofrece menos flexión y más rigidez, para responder adecuadamente a su posible uso fuera del asfalto.

La parte ciclo se completa con un disco de freno delantero, lobulado, de 260 milímetros de diámetro, con pinza de cuatro pistones de anclaje radial, y un disco trasero de 240 mm, una horquilla de 125 mm de recorrido y un doble amortiguador trasero de idéntico recorrido regulable en precarga.

Uno de los puntos fuertes es su equipamiento, ya que disfruta de control de tracción desconectable y ABS de doble canal. La instrumentación cuenta con una pantalla TFT de 7 pulgadas, con modo automático día/noche, que tiene una óptima lectura, además de contar con iluminación Full LED y luz de frenada de emergencia (un tanto exagerada, porque se activaba en cualquier frenada) y llave de proximidad, que tiene como detalle que en caso de quedarse sin batería se puede acercar al clausor y por radiofrecuencia permite que se active la moto, evitando quedarse tirado. Carece de conectividad, pero SYM tiene intención de desarrollar una específica próximamente.

Dispone de un amplio espacio bajo el asiento donde cabe un casco integral y queda espacio para algo más, y tiene además una guantera con cierre eléctrico con tomas USB y USB C. El depósito de combustible, de acceso delantero, sobre el puente de la plataforma, tiene una capacidad de 16 litros, lo que confiere una elevada autonomía. Cuenta con cubremanos de serie y una pequeña cúpula tintada muy efectiva.

Se comercializa en tres colores: negro, gris y blanco, y su PVP es de 4.599 euros, con un año de seguro incluido y cinco años de garantía, que es transferible en caso de venta. De momento, sólo cuenta como accesorio con un baúl trasero.

En marcha

Un recorrido por carreteras en el entorno de Sierra Morena, en Córdoba, no es seguramente el escenario más habitual donde podemos encontrar un scooter de estas características, pero nos permitió comprobar sobradamente el rendimiento del nuevo SYM ADX 300, que se movió con soltura por este sorprendente y precioso paisaje cordobés.

Su contenida altura de asiento, de 790 mm, permite que el ADX 300 sea accesible a todas las tallas. Además, al contar con un depósito central las masas están muy concentradas, ofreciendo una agilidad de manejo excelente, y si tenemos en cuenta que su peso es de 200 kilos en orden de marcha, se entiende fácilmente lo ágil y práctico que resultó su manejo en nuestro recorrido urbano por la capital cordobesa. Luego, en carretera, el ADX 300 siguió ofreciéndonos una sensación muy positiva.

En principio no obedece a ninguna fórmula excepcional, es un scooter de media cilindrada con un rango de uso mayor, y seguramente su sencillez es la clave en la eficacia de su comportamiento. Las prestaciones que ofrece se encuentran dentro de los parámetros que cabe esperar: acelera correctamente, es suave y constante, y no vibra.

La posición de conducción es óptima, con un buen apoyo lumbar aprovechando su asiento a dos alturas. Quizás las tallas más altas no puedan aprovechar los apoyos delanteros de la plataforma, pero el ADX 300 ofrece una protección adecuada con su pequeña pantalla y sus cubremanos, que permite alcanzar cierta proyección turística sin perder el perfil deportivo del modelo. Frenos y suspensiones cumplen. El ABS no resulta intrusivo y se puede apretar con determinación, sin que pierda efectividad nuestra frenada.

En carretera tiene empuje más que suficiente para abordar cualquier maniobra, y cuando entramos en zonas reviradas mantiene una estabilidad y un aplomo notables, que permite disfrutar de los recorridos más variados ofreciendo mucha confianza en la conducción. Incluso en nuestra breve incursión por un camino, con una buena pendiente y un piso en buen estado, desconectando el control de tracción el ADX 300 se comportó de maravilla.

Si hay que ponerle un pero, el único que he encontrado es la ausencia de un freno de estacionamiento, un dispositivo que es cada vez más común en el segmento de los scooters.

Su competitivo precio, claramente por debajo de los 5.000 euros, convierte al SYM ADX 300 en un modelo con un poderoso atractivo, práctico y manejable en la ciudad, divertido en carretera, y con el que, incluso, puedes animarte a hacer un excursión campestre, siempre que el camino se encuentre en buen estado.