Probamos la Moto Morini Seiemmezzo SCR, fusión de conceptos clásicos y contemporáneos
La resurrección de Moto Morini por parte del fabricante chino Zhongneng ha puesto en el mercado una serie de nuevos modelos como la Seiemmezzo, una fusión de conceptos diversos para realizar una atractiva moto
Esta temporada, la industria motociclista china ha desembarcado totalmente en el mercado europeo, pero antes de la llegada masiva de estos fabricantes, otros grupos industriales chinos colocaron su cabeza de puente en Italia, recuperando firmas históricas que habían cesado su producción. Una de ellas fue Moto Morini, mítico fabricante que se contaba entre los pioneros de la automoción italiana, tras ser fundada en 1933 por Alfonso Morini, y cuyo declive a finales de los años 80 del pasado siglo hizo que fuera pasando de mano en mano, hasta que en 2018 fue adquirida por el grupo chino Zhongneng Vehicle Group (ZNEN), que desde entonces le ha dado un nuevo impulso y ha desarrollado un variado catálogo de modelos.
Moto Morini ha realizado modelos de lo más variado en media cilindrada, como custom, naked, trail y la moto que hoy probamos, la Seiemmezzo SCR (es como se dice en italiano "seis y medio", por su cilindrada de 650 cc), que es una fusión de conceptos, porque a su aire vintage se le suma el estilo scrambler, precursor de la moto de campo, en una combinación de estilos de lo más particular, porque aunque pueda parecer que esa mezcla le haga perder carácter, la Seiemmezzo es una moto que tiene su propia personalidad.
La Moto Morini Seiemmezzo SCR comparte componentes con la versión STR, que encaja en el segmento naked, pero a la SCR se le ha dado un toque más clásico, con una orientación scrambler, de donde derivan las siglas SCR; frente a las siglas STR, que se identifican con street.
El motor, un bicilíndrico en línea de 649 cc DOHC con ocho válvulas y refrigeración líquida, se empleó inicialmente para la trail X-Cape, aunque posteriormente se ha adaptado a las dos versiones de la Seiemmezzo. Su origen es Kawasaki, empleado en la Versys 650 y también por CFMoto en alguno de sus modelos de media cilindrada. Rinde 61 CV a 8.250 rpm, con un par motor de 54 Nm a 7.000 rpm. Pero también existe una versión limitada de 35 kW, destinada a los permisos A2. Se caracteriza por su suavidad de comportamiento y bajo consumo, lo que la convierte en una moto realmente accesible en todos los sentidos.
No cabe duda de que estamos ante una moto muy cuidada. Tiene un atractivo diseño, y combina elementos avanzados, como el faro LED y la pantalla TFT de 5 pulgadas con conectividad mediante Bluetooth y uso de mandos retroiluminados, con acabados clásicos, como un elaborado asiento tapizado en color marrón o las llantas de radios anclados en los cercos, para poder emplear neumáticos sin cámara. Por cierto, calza neumáticos mixtos para que aquellos que lo deseen se puedan aventurar a descubrir su lado scrambler, con una peculiar medida, ya que delante monta llanta de 18 pulgadas y detrás, de 17, una combinación poco habitual.
La parte ciclo cuenta con un chasis tubular de acero, con basculante de doble brazo y suspensiones KYB, con una horquilla invertida de 43 milímetros, que es regulable, así como un amortiguador trasero completamente regulable en extensión y precarga. Delante tiene dos discos Brembo de freno de 298 milímetros con pinzas de dos pistones, y detrás equipa un disco de 255 milímetros, mientras que el ABS está firmado por Bosch.
Su depósito tiene una capacidad de 16 litros, y con un consumo declarado en torno a los 4,5 litros, permite disfrutar de una autonomía por encima de los 300 kilómetros. Se comercializa en tres decoraciones: Blue Storm, Night Black y Navy Green, que es la protagonista de esta prueba. Y en cuanto al precio, su PVP es de 6.990 euros.
En marcha
No puedo negar su atractivo y buenos acabados, pero me cuesta encajar a la Seiemmezzo en un segmento concreto. Una vez sobre la moto, lo primero que sorprende positivamente es su acertada ergonomía. Aunque el manillar puede parecer exageradamente alto y ancho, cuando te pones a los mandos notas que todo encaja. Estás cómodo, el asiento tiene un mullido de lo más adecuado y la colocación de los mandos es perfecta. El asiento, a 810 milímetros del suelo, permite que cualquiera llegue con seguridad al firme sin importar su talla. Además, su peso contenido, de 200 kilos, permite manejarla con soltura.
En ciudad muestra gran agilidad para moverse por las zonas atascadas, y en carretera muestra un comportamiento muy vivaz. No es una moto pensada para los grandes desplazamientos por autopista, y eso que su comodidad no desanima, pero le falta espacio para el equipaje, o un asiento más capaz para el pasajero, aunque este es suficientemente cómodo también. Es en carretera donde la Seiemmezzo se muestra completamente a gusto y enseña sus capacidades.
Partiendo de que estamos ante una moto de limitada potencia, sólo 61 CV, resulta más que suficiente para manejarse con soltura. El motor rinde con suavidad, pero resulta enérgico y constante por encima de 6.000 rpm, donde ofrece una respuesta constante. Apenas transmite vibraciones en cualquier régimen, lo que hace muy cómoda la conducción, y el propulsor muestra una agradable elasticidad.
La parte ciclo ayuda. El tren delantero, con esa llanta de 18 pulgadas y un neumático de generosa medida 120/70, aporta mucha confianza. El Pirelli MT60RS sorprende por el buen tacto que ofrece, y el tarado de serie de las suspensiones es muy acertado. No es excesivamente rígido ni se queda blando, buscando un acertado equilibro entre los dos posibles usos, si es que alguien se anima a rodar por pistas, siempre que estén en buen estado. La Seiemmezzo es muy capaz de ello, pero no quiere saber nada de heroicidades. Además, la Seiemmezzo frena con suficiencia y da mucha confianza en ese terreno.
En conclusión, es una moto que responde a las necesidades de alguien que desea una moto para el día a día, y para seguir disfrutándola en sus salidas de fin de semana, incluso acompañado. La falta de equipamiento turístico le penaliza en este sentido, pero su excelente comportamiento dinámico lo compensa. Y, además, a un precio muy competitivo. La estética puede encajar o no con tus gustos, pero tiene su atractivo.
Ficha técnica: Moto Morini Seiemmezzo
Ficha técnica
Motor: Bicilíndrico en línea, DOHC, 4 válvulas, refrigeración líquida.
Cilindrada: 649 c.c.
Potencia máxima: 61 CV a 8.250 rpm.
Par máximo: 54 Nm a 7.000 rpm.
Distancia entre ejes: 1.425 mm.
Altura de asiento: 810 mm.
Peso: 200 kg.
Frenos: ABS de doble canal, dos disco de 296 mm delante, un disco de 255 mm detrás.
Neumáticos: 120/70-18 delante y 160/60-17 detrás.
Depósito de combustible: 16 litros.
Esta temporada, la industria motociclista china ha desembarcado totalmente en el mercado europeo, pero antes de la llegada masiva de estos fabricantes, otros grupos industriales chinos colocaron su cabeza de puente en Italia, recuperando firmas históricas que habían cesado su producción. Una de ellas fue Moto Morini, mítico fabricante que se contaba entre los pioneros de la automoción italiana, tras ser fundada en 1933 por Alfonso Morini, y cuyo declive a finales de los años 80 del pasado siglo hizo que fuera pasando de mano en mano, hasta que en 2018 fue adquirida por el grupo chino Zhongneng Vehicle Group (ZNEN), que desde entonces le ha dado un nuevo impulso y ha desarrollado un variado catálogo de modelos.
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