La española Montesa sigue en pie, y más allá de las motos de trial

Cuando decimos Montesa, la primera imagen que rescata nuestro cerebro es la de una moto de trial. De hecho, el fabricante barcelonés, que se fundó en 1945, se mantiene en primera línea de la actualidad gracias a los éxitos de su moto de trial, la Montesa Cota (un modelo que se lleva produciendo, en continua evolución, desde 1968), que en manos del insuperable Toni Bou, 32 veces campeón del mundo de trial, lleva ganando todos los títulos de la especialidad desde 2007. Sin embargo, Montesa, y su factoría de Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), es mucho más que trial.

Cuando al inicio de la década de 1980 la industria motociclista nacional se vino abajo, Montesa fue el único de los grandes productores que supo gestionar adecuadamente la situación y salvaguardar su marca, siendo la única que ha llegado hasta nuestros días. De aquellas marcas que en los años 50 del pasado siglo crearon un extraordinario tejido industrial en España en torno al mundo de la moto, solo permanecen en pie Montesa y Rieju. En 1983, en virtud de un acuerdo con Honda, la factoría de Montesa en Esplugas de Llobregat (Barcelona) comenzó la producción de determinados modelos de la marca japonesa.

Con la adquisición de Montesa por parte de Honda, que configuró Montesa-Honda en 1986, la factoría pasó a desarrollar un papel fundamental en la estructura europea del gigante japonés. La producción de Montesa se centró exclusivamente en las motos de trial, pero pasaron a realizarse muchos modelos Honda de pequeña cilindrada. Cuando en 2000 se trasladó la producción a la actual factoría de Santa Perpetua de Mogoda, además de producir modelos básicos de Honda, en Montesa también se realizaron modelos de gran cilindrada, como la Deauville, Transalp o Varadero, para surtir la demanda europea.

La crisis económica de 2010 afectó seriamente a la fábrica. Varias industrias motociclistas cesaron su producción y cerraron sus factorías, pero en Montesa-Honda se tomó una decisión crucial: la producción de motos de gran cilindrada se trasladó a Italia, asumiendo la fábrica barcelonesa la línea de producción de la Montesa Cota y la gama de accesorios de Honda, así como una serie de procesos de soldadura y pintura.

Made in Spain

"La fabricación de los modelos de trial se quedó en España por conocimiento del mercado y de los procesos de producción", nos explica Albert Cavero, director de Comunicación de Honda Motor Europa en España, para entender el por qué de la producción de la Cota en nuestro país.

Por su vinculación con Honda, con demasiada frecuencia y bastante ignorancia se dice que sus motos de trial solo tienen de Montesa el adhesivo de la marca. Nada más lejos de la realidad. Es en Montesa-Honda donde se diseña la Cota, y se ensambla empleando muchos proveedores europeos; aunque el motor se fabrica en Japón, lo que no resta ni un ápice a la personalidad del producto, genuinamente Montesa. En cualquier caso, la globalización de la industria, sea cual sea el área productiva, ha deslocalizado muchos centros de producción: hay modelos de BMW hechos en China, o de KTM en India, por poner solo dos ejemplos, y no por ello la marca pierde autenticidad. Pero ya se sabe que en España se suele ser más papista que el Papa.

En Santa Perpetua, donde la factoría dispone de una superficie de 10.000 metros cuadrados y una plantilla estable de 152 empleados fijos, a los que se suman unos 20 más temporales, Montesa-Honda completa el montaje y la producción de las diferentes versiones de la Cota. Aquí se fabrica el chasis de la Montesa, realizado enteramente en aluminio, que requiere de consumados especialistas en soldadura en este material. La producción es relativamente baja, unas 2.000 unidades anuales, aunque ello supone un buen porcentaje del limitado mercado de las motos de trial, que se sitúa en torno a las 10.000 unidades anuales en todo el mundo.

En la factoría barcelonesa también se completan otros procesos productivos: inyección de plástico, soldadura de metal y de aluminio, ensamblaje y pintura. Aunque dispone de robots de soldadura de metal, el trabajo en aluminio se sigue realizando artesanalmente por medio de especialistas, dada la complejidad que requiere el material.

Pero por encima de la producción de la Cota, el trabajo fundamental en Montesa-Honda es la industria del accesorio: maletas, defensas, pantallas, puños calefactables… Se emplea una gran proporción de proveedores europeos, y la producción alcanza el 60% de los accesorios realizados para el mercado europeo. "Esto da un gran sentido industrial a la fábrica", apunta Cavero. "Funcionamos en dos turnos, y el año pasado producimos 412.000 piezas destinadas a elementos de accesorios".

"Hay que poner en valor el hecho de que Montesa es un fabricante activo desde 1945", destaca Cavero. "Supo reconvertirse en 2010 cuando otros fabricantes cerraron sus plantas en España, pero Honda supo dar la vuelta a la situación". Ahora, la fábrica Montesa-Honda forma parte de una importante unidad de negocio de Honda, es uno de los 70 centros de producción que Honda tiene repartidos por todo el mundo, una planta de 86.000 metros cuadrados en la que se integra la factoría española junto con un centro logístico, el área comercial de Honda de coches y motos, así como la sede logística en Europa de las diferentes estructuras de HRC (Honda Racing Corporation) de trial, MotoGP, SBK, rally, así como las estructuras de Idemitsu Honda en Moto2 y Moto3.

¿Volverá la producción de motos de gran cilindrada a Montesa-Honda? Esa es la pregunta que le lanzamos a Albert Cavero, y no duda en responder: “No hay, en principio, un plan para volver a la producción de moto de gran cilindrada. Se mantendrá todo el desarrollo del trial con Montesa, pero la producción crecerá en materia de accesorios para dar respuesta a toda la demanda europea”, nos explica.

La industria auxiliar no es un tema secundario. Los fabricantes han descubierto que, cuando intentaban mejorar y personalizar sus motos, los compradores añadían determinados accesorios, recurriendo a la industria auxiliar. Por eso ha crecido el catálogo de accesorios oficiales y los paquetes complementarios que las marcas ofrecen a los compradores, porque es una unidad de negocio más que ha adquirido un significativo peso en la industria motociclista. Honda fue consciente de ello y no dudó en apoyarse en Montesa para optimizar esa labor. 78 años después de su fundación, Montesa sigue viva. Como decía su mítico lema: 'Viva Montesa'.