Triumph Tiger Sport 660, una nueva trail asfáltica apta para todos los públicos

El apellido Tiger sirve para situar este modelo Triumph en su segmento correspondiente, y en este caso es el de las motos más polivalentes y aventureras de la marca británica, las trail. Sin embargo, esta Triumph Tiger Sport 660 no es una trail al uso. Basta con echarle un vistazo para darse cuenta de que se aleja de la moda campestre que parece haber contagiado a todos los modelos de este segmento de cualquier marca en el mercado. La Tiger Sport 660 encaja con la denominación trail, pero tiene un marcado carácter asfáltico que la distingue de las demás.

Es una moto que racionaliza el concepto trail. Porque sí, nos permitirá llegar a casi cualquier sitio, pero teniendo claro que una moto de estas dimensiones y peso, por mucha orientación 'off road' y equipamiento específico que se le ponga, no es más que eso, una moto que puede circular por caminos, cuando la mayor parte de su uso va a ser en la carretera. Ahora la moda convierte a motos de carretera, a motos del día a día para la ciudad y el asfalto, en modelos capaces de aventurarse en el campo hasta niveles extremos.

La Triumph Tiger Sport 660 no te engaña en este sentido. Es una moto polivalente, una moto para todos los días y para el ocio, para disfrutar de la carretera, para recorrer un camino cómodamente y para viajar. Pero es una moto de carretera.

El modelo del que parte es la Trident 660, una naked deportiva con la que comparte chasis y motor, aunque se ha modificado la geometría de dirección y alargado el basculante para adecuarla a su uso. Sin embargo, todo ha sido convenientemente adaptado para ofrecer una moto con personalidad. No cabe duda de que disfruta de una atractiva estética. Antes de arrancarla comprobamos su cuidada ergonomía. No tiene un asiento alto, uno de los pecados de las trail actuales, que para proyectar sus aspiraciones campestres se ven obligados a emplear suspensiones de largo recorrido y elevar la distancia libre al suelo, llevando el asiento a una altura que a veces no resulta accesible para los que no alcanzan cierta talla. Esto no pasa en la Tiger Sport.

Es una moto de acceso, pero accesible en el sentido más amplio de la palabra. Porque uno se siente cómodo nada más subirse a ella; no es pesada, ni alta, ni larga, ni ancha; porque es la puerta de acceso de la firma británica al segmento trail; y porque, por precio, resulta enormemente asequible teniendo en cuenta lo que ofrece: calidad y un potente motor de 81 CV agradable de usar; y a un PVP de 9.195 euros, precio intermedio que se sitúa entre sus competidoras: no son los 8.600 de la Honda NC750X ni los 9.445 de la Suzuki V-Strom 650. Dicen que en el término medio está la virtud.

Accesible

Sé que insisto en el concepto de la accesibilidad, pero creo que es el adjetivo que mejor define a esta moto. La Tiger Sport 660 corresponde con lo que esperas de cualquier Triumph, que gracias a su motor tricilíndrico te ofrece una respuesta suave, con buenos bajos, siempre lineal y con una zona alta donde el motor parece respirar más a gusto, sube de vueltas con energía y disposición, y empuja con ganas, haciendo notar sus 81 CV de potencia.

Es accesible también porque es una moto básica, que a pesar de disfrutar de la más avanzada tecnología, carece de las complicaciones electrónicas que tienen algunos modelos con múltiples sistemas de ayuda a la conducción, mapas de motor y demás elementos que, a veces, llegan a hacerte la vida un poco complicada. El propietario de una Tiger Sport 660 no va a tener que dedicarle varias horas a estudiar el manual del propietario, como sucede con otros modelos de diferentes marcas. Solo dispone de dos modos de conducción: Road, para seco, y Rain, para lluvia. Y un control de tracción desconectable. Simple. Ni tan siquiera 'quickshifter', que sí aparece como opción, como tantos y tantos accesorios que suelen tener las Triumph. El único extra de serie, por llamarlo de algún modo, son los puños calefactables, un detalle de agradecer.

Otro de los atractivos de la Tiger Sport 660 es que también está disponible en versión A2, con lo que se puede adquirir con el correspondiente kit, y una vez superados los dos años de vigencia de ese permiso, al alcanzar el permiso A solo necesitaremos deslimitar su unidad para disfrutar con plenitud de su motor.

Confieso que soy un apasionado del motor tricilíndrico. Arrancas y empuja con suavidad, de forma lineal. Te permite circular en marchas largas a bajo régimen y siempre responde, pero si le buscas las cosquillas y estiras el régimen de giro (la pantalla parpadea al acercarte a 10.000 rpm para avisarte de que deberías cambiar de marcha) parece no acabarse nunca, y puedes llegar a rodar muy deprisa. Es un motor con mucho par, y eso le permite ser efectivo en todos los terrenos, como carretera y ciudad, salir a hacer curvas por tu ruta de asfalto preferida, hacer una excursión por caminos o irte de viaje.

Es una moto ágil, que se mueve con facilidad de curva a curva. Su manillar ancho, pero no exageradamente, ayuda a disfrutar de mucha manejabilidad. Las suspensiones de tarado suave contribuyen a aumentar el bienestar general que sientes sobre la moto, a pesar de contar solamente con regulación de precarga en el amortiguador trasero como único reglaje. Y los frenos cumplen sobradamente con su cometido, ofreciendo un agradable tacto, aunque la suavidad de la horquilla hace que al primer toque de freno, si se aprieta con mucha fuerza, se hunda mucho. Hay que tenerlo un poco presente y regular la presión que se ejerce sobre la maneta. Como decía antes, no es una moto ni muy alta, pues el asiento está a 835 milímetros, ni muy pesada con sus 206 kilos, y como el depósito se estrecha a la altura del asiento eso facilita que se puedan poner con seguridad los dos pies en el suelo. El amplio giro del manillar también es otra ayuda a la hora de maniobrar en parado.

La pantalla que equipa es de una absoluta efectividad. Se regula manualmente, y actúa a la perfección, protegiendo del viento con una eficacia de diez. Puedes ir completamente erguido, que no notarás el azote del viento por muy deprisa que vayas. Además, la posición de conducción es perfecta. Sienta como un guante, no fuerza piernas ni brazos, el asiento es cómodo y te sientes desde el minuto uno completamente integrado en la moto.

En definitiva, es una moto recomendable para los que buscan un modelo intermedio, una moto para todos los días pero también para disfrutar el fin de semana y las vacaciones. Y económicamente está al alcance, por coste, como ya dijimos antes, y con unas buenas cifras de consumo, ligeramente por encima de los 6 litros a los 100 kilómetros. Además, sus intervalos de mantenimiento están marcados cada 16.000 km, así que tampoco habrá que visitar con frecuencia el taller. Es decir, una moto equilibrada que, seguro, dará satisfacción a un variado grupo de usuarios.

Ficha técnica. Triumph Tiger Sport 660

Motor: tricilíndrico en paralelo, 4 válvulas por cilindro, 660 cc., inyección electrónica.

Potencia: 81 CV a 10.250 rpm.

Par motor: 64 Nm a 6.250 rpm.

Chasis: Tubular de acero con basculante en acero.

Suspensiones: horquilla invertida Showa de 41 mm, 150 mm de recorrido, delante; monoamortiguador Showa de 150 mm de recorrido.

Freno delantero: dos discos flotantes de 310 mm de diámetro, con pinzas de 2 pistones.

Freno trasero: disco de 255 mm de diámetro con un pistón.

Neumáticos: 120/70-17 delante y 180/55-17 detrás.

Peso declarado: 206 kg en orden de marcha.

Distancia entre ejes: 1.418 mm.

Altura de asiento: 835 mm.

Precio: 9.195 euros.