Los fabricantes de coches piden a la UE que apoye la "transición verde" en vez de obstaculizarla
A días de ser relevado al frente de ACEA por Ola Källenius, el aún presidente de los fabricantes de automóviles en Europa, Luca de Meo, ha alertado sobre los riesgos de aplicar la normativa CAFE en un mercado donde el coche eléctrico se ha estancado
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A pocos días del relevo en su presidencia, pues el 1 de enero Ola Källenius, presidente del Consejo de Administración Mercedes-Benz Group, sustituirá al frente de ACEA a Luca de Meo, CEO de Renault Group, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, que engloba a productores de coches, furgonetas y camiones con factorías en nuestro continente, ha pedido a los responsables de la toma de decisiones de la UE que "generen claridad para los empleos y las inversiones antes de fin de año, de modo que apoyen, en lugar de obstaculizar, la transición verde y eviten daños innecesarios a la competitividad de Europa".
El aún presidente, Luca de Meo, ha afirmado que "sin una declaración política clara de la Comisión Europea para finales de 2024, como también instan los gobiernos alemán, francés, italiano y otros gabinetes europeos, la industria automotriz corre el riesgo de perder hasta 16.000 millones de euros en capacidad de inversión por tener que pagar sanciones, reducir la producción, agruparse con competidores extranjeros o vender vehículos eléctricos con pérdidas". El directivo italiano añadió que "esperar el inicio del Diálogo Estratégico de la Comisión sobre el futuro de la industria automotriz o la revisión de 2026 de la legislación sobre CO2 no es una opción", pues De Meo cree que ambas medidas son ya necesarias y serían bienvenidas. "Los fabricantes necesitan claridad ahora, para finalizar las estrategias de cumplimiento, hacer arreglos de puesta en común y otras disposiciones para 2025", según el presidente de los fabricantes de automóviles en Europa.
Los responsables de ACEA han aprovechado para recordar que la industria europea "sigue comprometida con el objetivo de neutralidad climática de la Unión Europea para 2050 y el cambio a la movilidad de cero emisiones", pero que "a medida que los nuevos límites de emisiones de CO2 en escape para automóviles y furgonetas entren en vigor en 2025, los fabricantes de automóviles pasan a soportar, en solitario, las consecuencias perjudiciales si se incumplen los objetivos".
Los eléctricos, un 13% del mercado
A diferencia de lo que sucedía hace cuatro años, cumplir esta vez con los objetivos más estrictos de reducción de CO2 requiere, según ACEA, "la interacción perfecta de factores dentro y fuera del control directo de los fabricantes". Y la asociación presidida por Luca de Meo añade en un comunicado que "los objetivos regulatorios y el suministro de automóviles por sí solos no son suficientes; ya que la transición también debe estar impulsada por el mercado". Sin embargo, como resaltan los fabricantes en su carta a la UE, "las ventas de vehículos eléctricos están actualmente estancadas en alrededor del 13% de la cuota de mercado; o 10 puntos porcentuales por debajo de donde deberían estar, y esta brecha es demasiado grande para cerrarse a tiempo". De ahí que ACEA exija para los próximos días "una declaración de apoyo, oportuna e inequívoca, en este momento crucial de la transición", al considerar ese apoyo como "fundamental para asegurar la competitividad y el empleo a lo largo de la cadena de valor".
Sobre las enormes multas que contempla la normativa CAFE de la Unión Europea, que fija un límite de 93,6 g/km de CO2 como media por vehículo para todos los fabricantes en 2025, De Meo señala que "en un sistema que funciona bien, el pago de sanciones debería ser la excepción. Y evitar las sanciones debe basarse en una economía sólida, no en infligir daño". En palabras de su actual presidente, "los miembros de ACEA han prometido 250.000 millones de euros en la transición de movilidad verde, y al igual que todos los demás, queremos que esto tenga éxito. Desafortunadamente, la evaluación honesta debe ser que la transición no va a ser planificada y que apegarse a la rigidez legal conduce a daños potencialmente irreversibles. La flexibilidad legal, en cambio, mantendrá el flujo de la inversión y la transición en el buen camino".
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Por ello, ACEA reclama, a días de la entrada en vigor de la normativa CAFE, el alivio de la carga de cumplimiento, como la introducción por fases o el cumplimiento promedio de varios años, que en opinión de la asociación de productores de automóviles "no alteran los objetivos de CO2 o las ambiciones climáticas generales de la UE, sino que abordan las realidades del mercado más allá del control de los fabricantes: tensiones comerciales, incremento de los costes de fabricación, crecimiento lento de la infraestructura de carga y disminución de las ayudas a la compra" en muchos países.
En la actualidad, ACEA representa a los 15 principales fabricantes de automóviles, furgonetas, camiones y autobuses con sede en Europa (BMW Group, DAF Trucks, Daimler Truck, Ferrari, Ford Europe, Honda Motor Europe, Hyundai Motor Europe, Iveco Group, JLR, Mercedes-Benz, Nissan, Renault Group, Toyota Motor Europe, Volkswagen Group y Volvo Group", y a ellos se unirá el 1 de enero Stellantis, después de que el grupo presidido por John Elkann decidiera retornar a la asociación, tras la dimisión de su anterior CEO, Carlos Tavares.
De Meo se va y llega Källenius
Este comunicado llega cuando Luca de Meo agota su mandato al frente de ACEA, pues el pasado día 11 la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles eligió al sueco Ola Källenius, presidente del Consejo de Administración de Mercedes-Benz Group, como su nuevo presidente a partir del próximo 1 de enero de 2025. Källenius declaraba días atrás que "ACEA es una de las voces más relevantes y confiables de la industria en Bruselas. Me siento honrado de asumir el cargo de Luca de Meo como presidente de la asociación en un momento tan crítico para la industria de automoción europea. Gracias a los miembros de ACEA por depositar su confianza en mí, y a todo el equipo de ACEA, que está reforzando incansablemente la posición de nuestra industria con las instituciones políticas de Bruselas".
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Por su parte, y una vez confirmada la decisión de Stellantis de regresar a la asociación de los fabricantes de automóviles, el presidente saliente de ACEA, Luca de Meo, indicó que "ahora es el momento de jugar de un modo más colaborativo que nunca en Europa. Dar la bienvenida a Stellantis de vuelta a ACEA es una señal de que la industria es más fuerte cuando actúa con una voz común. Los fabricantes de automóviles europeos se enfrentan a una crisis de competitividad sin precedentes y, al mismo tiempo, gestionan una transición de descarbonización muy desafiante". Por ello, el directivo italiano estima que "en este momento crítico, la unidad de nuestro sector es primordial. Sé que esta es una convicción compartida con Ola Källenius. Puede contar con todo mi apoyo mientras asume el cargo de nuevo presidente de ACEA. Por mi parte, sigo plenamente dedicado a hacer avanzar la industria europea".
El presidente de ACEA es elegido por los directores ejecutivos de las compañías que conforman la asociación para un mandato de un año, periodo que puede ser prorrogado una sola vez.
A pocos días del relevo en su presidencia, pues el 1 de enero Ola Källenius, presidente del Consejo de Administración Mercedes-Benz Group, sustituirá al frente de ACEA a Luca de Meo, CEO de Renault Group, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, que engloba a productores de coches, furgonetas y camiones con factorías en nuestro continente, ha pedido a los responsables de la toma de decisiones de la UE que "generen claridad para los empleos y las inversiones antes de fin de año, de modo que apoyen, en lugar de obstaculizar, la transición verde y eviten daños innecesarios a la competitividad de Europa".