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La espera media por los vehículos nuevos sigue creciendo, y es mayor en los electrificados
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Como consecuencia, los usados se encarecen

La espera media por los vehículos nuevos sigue creciendo, y es mayor en los electrificados

La guerra de Ucrania y los problemas de suministro de materias primas y microchips en las fábricas siguen afectando al mercado de vehículos nuevos, con retrasos al alza en las entregas que elevan el interés por los usados y, por tanto, su precio

Foto: La espera media en Europa por un coche diésel o de gasolina es de 163 días. (Audi)
La espera media en Europa por un coche diésel o de gasolina es de 163 días. (Audi)

Salvo que nos llevásemos el vehículo que nos ofreciera el vendedor, la compra de un coche nuevo siempre ha exigido una espera, que variaba en función de la marca, el modelo o la versión, y del equipamiento opcional con que personalizáramos el coche elegido. Pero en los últimos tiempos esos periodos se han ido alargando cada vez más. Primero la pandemia del Covid-19 y los parones provocados en la producción y la distribución, después los problemas en las fábricas por la escasez de algunas materias primas y la falta de microchips, y finalmente la invasión de Ucrania han provocado que los plazos de entrega de vehículos nuevos a los clientes no sean ya esas pocas semanas o ese par de meses que, en general, había que esperar años atrás para recibir nuestra compra.

Porque según datos recogidos por Sumauto de promoCAR, la división de automoción de la consultora Kantar, en los cinco principales mercados europeos (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido) un conductor que adquiera ahora un vehículo con mecánica de combustión (de gasolina o diésel) deberá esperar de media cinco meses y medio por culpa principalmente de la crisis de los microchips, y la demora es aún mayor si elegimos un vehículo de mecánica electrificada (eléctrico, híbrido o híbrido enchufable), pues en ese caso el promedio de espera en esos cinco países alcanza ya los siete meses.

placeholder Salir del concesionario con nuestro nuevo eléctrico implica una espera media de siete meses.
Salir del concesionario con nuestro nuevo eléctrico implica una espera media de siete meses.

La diferencia de retraso entre ambas tecnologías se debe a que, a los ya conocidos problemas en la producción de los vehículos, hay que añadir que los fabricantes no tienen la misma capacidad para producir un electrificado que uno de combustión, pues los componentes de sus respectivas mecánicas son muy distintos, a lo que se suma la alta demanda de los primeros, beneficiados de un modo u otro en cada país por etiquetas ecológicas, ayudas gubernamentales y ventajas fiscales o en el uso diario.

La demora no para de crecer

Esta negativa evolución de los tiempos de espera cuando compramos un vehículo nuevo se entiende mejor con las cifras relativas al último año y medio. Así, en enero de 2021 la demora para recibir un vehículo electrificado era inferior a tres meses, 84 días exactamente, mientras que un año después, en enero de 2022, la espera media en los grandes mercados de Europa había subido hasta los cinco meses: 149 días. Y en la actualidad son ya 205 días, prácticamente siete meses para poder ponernos al volante del híbrido o eléctrico adquirido.

Los datos son ligeramente mejores, o no tan malos para ser más precisos, cuando hablamos de vehículos con motor de combustión, donde promoCAR incluye los de gasolina y los diésel. Pero la espera media también protagoniza una imparable tendencia al alza, hasta alcanzarse los actuales cinco meses y medio de demora: 163 días. Es un mes más que a principios de este mismo año, cuando el promedio de espera era ya de 133 días, lo cual duplicaba prácticamente la demora media de comienzos de 2021, cuando el promedio en esos cinco países para hacernos con nuestro coche de gasolina o diésel superaba por poco los dos meses: 71 días.

Como consecuencia directa de estas largas demoras, el mercado de ocasión ha recibido un trasvase de usuarios que ha elevado la demanda de forma espectacular, situación que ha supuesto una disminución en el stock de vehículos usados (VO) de cerca del 40% en el último año. Según datos de Green Car Monitor VO de Autobiz para Sumauto, si a mediados de 2021 los conductores de esos países podían elegir entre 390.084 vehículos con motor de combustión y 33.531 electrificados de ocasión, esa cifra se ha visto reducida ahora hasta 260.390 coches de combustión y 21.801 electrificados.

placeholder El precio de los usados ha crecido: un 13% los electrificados y un 16% los de combustión.
El precio de los usados ha crecido: un 13% los electrificados y un 16% los de combustión.

Y, como consecuencia, también han caído los tiempos de rotación en el mercado del VO, pues hace un año un vehículo de combustión tardaba de media unos cuatro meses en salir del concesionario, mientras que ahora lo hace en poco más de dos. Y en el caso de los electrificados, el tiempo de rotación se ha reducido en prácticamente un mes, desde los 89 a los 60 días.

Un auge del VO que, como era previsible, y como determina la ley de oferta y demanda, está provocando un encarecimiento natural de los precios de los coches usados: con más compradores interesados y menor número de unidades disponibles, los precios suben. Así, los electrificados de ocasión se han revalorizado en los últimos doce meses un 13% (31.342 euros de media, frente a los 27.685 de hace un año), mientras que los de combustión se han subido un 16% en ese mismo periodo: de 17.307 euros hace un año a los actuales 20.047 de media.

Salvo que nos llevásemos el vehículo que nos ofreciera el vendedor, la compra de un coche nuevo siempre ha exigido una espera, que variaba en función de la marca, el modelo o la versión, y del equipamiento opcional con que personalizáramos el coche elegido. Pero en los últimos tiempos esos periodos se han ido alargando cada vez más. Primero la pandemia del Covid-19 y los parones provocados en la producción y la distribución, después los problemas en las fábricas por la escasez de algunas materias primas y la falta de microchips, y finalmente la invasión de Ucrania han provocado que los plazos de entrega de vehículos nuevos a los clientes no sean ya esas pocas semanas o ese par de meses que, en general, había que esperar años atrás para recibir nuestra compra.

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