Opel ya ofrece versiones eléctricas de todos sus vehículos comerciales y polivalentes

Si la apuesta de Opel por los eléctricos puros es clara en el mercado de los turismos, con alternativas como el Corsa-e y el Mokka-e, a las que en poco más de un año se sumará el nuevo Astra-e, en el sector de los vehículos comerciales el calendario de electrificación de la firma del rayo se ha visto especialmente acelerado, y a partir de ahora todos los modelos de uso profesional cuentan con alternativa 100% eléctrica: ordenados por tamaño de menor a mayor, Combo-e Cargo, Vivaro-e y Movano-e; a los que se añaden derivados para uso de pasajeros, llamados también vehículos polivalentes, como el Combo-e Life (hermano 'turístico' del Combo-e Cargo) y el Zafira-e Life (la variante lujosa de pasajeros del Vivaro-e). Una familia de vehículos sin emisiones que, como recuerdan desde la marca, está disponible con fórmulas de renting que arrancan en los 399 euros al mes.

Sepamos qué ofrece la firma alemana de Stellantis para convencer a los potenciales clientes de que ha llegado el momento de pasar a la movilidad eléctrica. La tarea, a priori, parece ardua en un país donde la red pública de recarga avanza a paso de tortuga, pero existen actividades profesionales y de transporte de lo más variadas, y en algunas empieza a cuadrar esta tecnología si los usuarios cuentan con puntos de carga y los kilometrajes diarios no son grandes. Además, casi 150 ciudades españolas tendrán muy pronto las ZBE impuestas desde la Unión Europea (Zonas de Bajas Emisiones), y solo en el reparto urbano, por ejemplo, pueden variar mucho las cosas en los próximos años.

Un reparto urbano donde, sin ir más lejos, quiere estar presente Opel con su Combo-e Cargo fabricado en la planta de Vigo, que dispone de dos tallas de carrocería (4,40 y 4,75 metros de longitud), alcanza los 4,4 metros cúbicos de volumen de transporte, puede cargar hasta 800 kilos y está disponible con una o dos puertas laterales traseras correderas, o con ninguna si nos conformamos con el acceso a través del portón posterior, de serie. Si optamos por la carrocería de longitud normal, la cabina puede tener dos o tres plazas, mientras que si preferimos la alargada, además de las dos plazas delanteras podemos pedir una segunda fila que eleva a cinco el aforo máximo.

En cuanto a la variante de pasajeros, o Combo-e Life, también podemos escoger entre longitud normal o XL, 35 centímetros mayor, y sea cual sea nuestra preferencia también podemos elegir entre el interior de cinco plazas y el de siete. Pero no hay cambios en la parte mecánica, donde todos los Opel Combo-e, sean Cargo o Life, equipan un motor de 100 kW (136 CV) con tres programas de uso seleccionables por botón: Power, en el que disponemos de toda la potencia; Normal, en el que el rendimiento se limita a 80 kW, y Eco, con 60 kW de potencia máxima. Y el cambio automático tiene un modo B que acentúa la retención al desacelerar.

La batería, de 50 kWh de capacidad, pesa 340 kilos, está refrigerada por agua, tiene una garantía de 8 años o 160.000 kilómetros y puede recargarse en estaciones rápidas de hasta 100 kW. Además, cuenta de serie con un cargador monofásico de 7,4 kW y, como opción, uno trifásico de 11 kW. En cuanto a la autonomía, la marca ha homologado 280 kilómetros de media, pero aquí es quizá donde el potencial usuario profesional debe echar más cuentas, porque en ciudad sí será fácil aproximarse a esa cifra pero con usos por carretera y autovía rebasar los 200 ya será un logro. ¿Nuestra experiencia? Hicimos un corto recorrido con algo de autovía y bastante carretera a ritmo pausado y el promedio real de nuestro Combo-e Life fue de 17,6 kWh/100 km, pero con el pasajero solo y sin nada de carga, y a una temperatura no excesivamente baja. Lo mejor, sin duda, el agrado de uso tanto por suavidad y silencio como por un nivel de prestaciones más que correcto (135 km/h de velocidad punta autolimitada y aceleración de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos), la amplitud y versatilidad de la carrocería y esa etiqueta cero emisiones que pronto empezará a abrirnos muchas puertas, sobre todo en grandes urbes.

Vivaro-e y Zafira-e Life

También hemos tenido oportunidad de volver a probar el Vivaro-e, un modelo presentado en 2020 y que está disponible en tres configuraciones básicas: furgón panelado de carga, un chasis cabina y un Combi para el transporte de personas. Y en tres longitudes diferentes de carrocería, pues podemos escogerlo como S (460 centímetros de largo), M (495 centímetros) y L (530 centímetros), siempre con 1,90 metros de altura, lo que facilita el acceso a estacionamientos subterráneos. En cuanto a capacidad de transporte, aquí hablamos ya de entre 5,3 y 6,6 metros cúbicos (en la variante L caben objetos de 402 centímetros de longitud), hasta 1.275 kilos de carga y posibilidad de remolcar hasta 1.000 kilos.

Y la alternativa estrictamente de pasajeros, el Zafira-e Life, está disponible con las dos carrocerías más largas (M, de 4,95 metros, y L, de 5,30) y múltiples configuraciones interiores de hasta nueve plazas, lo que incluye por ejemplo una versión con asientos de cuero desplazables y un techo de cristal panorámico.

En lo que se refiere a la parte mecánica, tanto Vivaro-e como Zafira-e Life equipan también el motor de 100 kW (136 CV), tienen tres programas de conducción (Normal, Eco y Power) y disfrutan del modo B para retener más en deceleraciones y bajadas; pero, a diferencia de lo que sucede en la gama Combo-e, aquí hay dos tamaños de batería para elegir: la de 50 kW, que homologa 230 kilómetros de autonomía media WLTP, y la de 75 kW, con 330 kilómetros. La primera, más ligera y asequible, parece una opción más lógica en usos eminentemente urbanos, mientras que la segunda, que pudimos probar también por pueblos, carreteras y autovías del norte de Madrid, da un poco más de margen si el usuario toca vías interurbanas en su actividad diaria. Pero insistimos en que habrá que echar cuentas, y nosotros solemos aconsejar que el usuario cuente con dos tercios de la autonomía media homologada, y eso en este caso serían 150 kilómetros reales con la batería pequeña y 215 con la grande. Aunque cada caso y cada uso es un mundo: temperatura, peso transportado, tipo de vía, orografía, necesidades de climatización, ritmo de marcha... Ojo con esto.

Pero quien se decida por un Vivaro-e o un Zafira-e Life sí puede estar tranquilo por su rendimiento dinámico, porque esos 136 CV de potencia dan de sí más de lo esperado y se alcanzan con facilidad los 130 km/h de velocidad máxima autolimitada, y entre la buena posición al volante y el silencio y suavidad de marcha, disfrutaremos de un 'puesto de trabajo' realmente cómodo. Y con etiqueta cero emisiones en el parabrisas, lo que siempre ayudará a movernos por las ciudades. Además, cuando llegue el momento de cargar podremos usar estaciones de hasta 100 kW, de forma que con la batería de 50 kWh la operación nos llevará alrededor de media hora y con la de 75 kWh, unos 45 minutos.

Vivaro-e, por cierto, que es solo el aperitivo de la versión que llegará en 2024, y que ya se encuentra en fase de pruebas: el Vivaro-e H2, que tiene una original mecánica que combina una pila de combustible alimentada por hidrógeno y una batería recargable, de modo que se logra un funcionamiento siempre eléctrico y una autonomía muy superior a lo ofrecido hoy por las furgonetas 100% eléctricas.

El Movano-e, con autonomía justa

Y la gama eléctrica de los vehículos comerciales de Opel se corona por arriba con el nuevo Movano-e, cuya variedad de configuraciones es, si cabe, mayor que la de sus hermanos más pequeños. Porque esta furgoneta de gran tonelaje está disponible con cuatro longitudes de carrocería y tres alturas de techo, con un peso máximo autorizado de hasta 4,5 toneladas y con volúmenes de transporte de hasta 17 metros cúbicos. Como en los anteriores, no entramos a detallar precios porque la oferta es tan variada que parece mejor idea informarse a través de myOpel o en algún concesionario, aunque sabiendo que cualquier contrato de renting firmado ahora aparejará la instalación gratuita de un punto de carga.

Volviendo al Movano-e, cuyo interior ha sido totalmente renovado y recibe mejoras en equipamiento y seguridad, en este caso no podemos aportar opinión alguna sobre su rendimiento y comportamiento porque la única unidad existente en la presentación no podía conducirse aún. Todo llegará. Pero sí nos extraña que siendo el vehículo comercial más grande de la marca, apareje una mecánica eléctrica de menor calado, pues el motor se conforma con 90 kW (122 CV) y la velocidad punta es de 110 km/h. Y el cliente puede escoger entre dos tamaños de batería: 37 kWh (disponible en las longitudes de carrocería L1 y L2) y 70 kWh (disponible en los Movano-e L2, L3 y L4), que se traduce respectivamente en cifras de autonomía media oficial de 117 y 224 kilómetros. Y si les aplicamos nuestra particular fórmula de los 'dos tercios' para calcular el alcance real, la cosa sorprende.

Los responsables de Opel, sin embargo, nos explican que sí hay actividades que requieren vehículos de transporte muy voluminosos para kilometrajes diarios muy cortos, estrictamente urbanos, y que aunque la opción de 70 kWh parece más 'tranqulizadora', la batería de 37 kWh abarata mucho el coste del vehículo y eso en el uso profesional se valora. Sin duda, cuestión de cálculos y, sobre todo, de ser muy realista con el uso que daremos a nuestro vehículo o con las posibilidades de recargar su batería frecuentemente.