Joseba Barrenengoa, ingeniero: "¿Por qué los dueños de coches eléctricos los cambian cada 3 años?"
El experto automovilístico ha aclarado por qué muchos conductores estadounidenses cambian sus coches eléctricos cada 3 o 4 años, mientras que los de combustión los mantienen durante más de una década
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El crecimiento del mercado de los coches eléctricos avanza a ritmos distintos en Europa y Estados Unidos. En el continente europeo, la transición hacia la movilidad sin emisiones está marcada por las normativas comunitarias que prohíben la venta de nuevos vehículos de combustión a partir de 2035, dentro del paquete legislativo conocido como Objetivo 55. Esta medida busca reducir en un 55% las emisiones de los vehículos ligeros y acelerar el cambio hacia tecnologías más limpias.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el impulso de la electrificación se ha visto afectado por la eliminación de ciertos incentivos fiscales, lo que ha provocado un freno en la compra de modelos eléctricos. En medio de este contexto global, surgen dudas y patrones de consumo que reflejan las distintas etapas de adopción. Sobre este fenómeno, el ingeniero Joseba Barrenengoa ha ofrecido su análisis en el canal de YouTube Easygas, donde ha aclarado por qué muchos conductores estadounidenses cambian sus coches eléctricos cada tres o cuatro años, mientras que los de combustión los mantienen durante más de una década.
El miedo a las baterías
Barrenengoa, CEO de Easygas, explicó que este fenómeno tiene una causa principal: la incertidumbre sobre el comportamiento de las baterías. “El americano cambia de coche de combustión cada 12 años, pero el coche eléctrico lo cambia cada 4”, señaló el ingeniero. Según detalla, muchos conductores estadounidenses aún sienten desconfianza, sobre todo por el coste de las baterías. “De lo que pagas de un coche, la mitad es prácticamente lo que vale la batería, y eso es un riesgo demasiado alto”, añade. Para minimizar ese riesgo, gran parte de los compradores opta por un contrato de renting de tres o cuatro años, una modalidad que les permite probar la experiencia sin comprometerse a largo plazo.
El ingeniero aclara que este tipo de contratos ofrece una ventaja esencial: si la batería falla durante el periodo de uso, el conductor simplemente devuelve el vehículo y recibe otro. “¿Y qué sucede si en estos la batería te da un problema? Como tengo un renting, te llevas este coche y le das otro. Esto es así en los contratos de renting”, explica Barrenengoa.
Además, después de esos primeros años, los usuarios ya cuentan con una experiencia real y libre de riesgos. “A los 4 años ya tienes una experiencia sin riesgo con la batería, ya tienes la experiencia de haber conducido un coche eléctrico y es entonces cuando determinas, a los 4 años, si te gustó la movilidad eléctrica o no”, afirma. De este modo, los estadounidenses pueden decidir si continuar con un vehículo eléctrico o regresar a un modelo de combustión.
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