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La oculta prohibición de la DGT: poner un parasol no homologado en el coche podría costarte hasta 200 euros de multa
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La oculta prohibición de la DGT: poner un parasol no homologado en el coche podría costarte hasta 200 euros de multa

Colocar un parasol en el coche es habitual en verano para combatir el calor, pero la DGT ha advertido que ciertos modelos pueden acarrear multas de hasta 200 euros si no cumplen la normativa

Foto: Un coche con parasol para proteger su interior del sol (iStock)
Un coche con parasol para proteger su interior del sol (iStock)

Utilizar un parasol en el coche es una de las prácticas más comunes entre los conductores en verano. No es para menos: este accesorio sencillo puede rebajar la temperatura del habitáculo, proteger el salpicadero del desgaste solar y evitar la liberación de sustancias como el benceno, presente en plásticos expuestos a altas temperaturas. Frente a olas de calor que superan los 40 grados en algunas zonas, recurrir a uno parece una medida lógica.

Pero no todos los modelos están permitidos. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha alertado sobre los parasoles que permanecen instalados de forma permanente en el parabrisas, especialmente los que funcionan como estores enrollables. Aunque son cómodos y fáciles de usar (basta con desplegarlos lateralmente), pueden suponer una sanción si no se retiran completamente al conducir. La multa por incumplir esta normativa puede alcanzar los 200 euros.

Foto: Un coche lleno de partículas de polen impregnadas en la carrocería (iStock)

El problema no está en su uso mientras el coche está estacionado, sino en si el accesorio se mantiene colocado mientras se circula. Según el artículo 19 del Reglamento General de Circulación, “la superficie acristalada del vehículo deberá permitir la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía, sin interferencias de láminas o adhesivos”. Solo se admite como excepción la pegatina de la ITV. Todo lo que reste campo visual, aunque sea de forma parcial, puede ser sancionado.

Consejos para evitar sanciones y mantener el coche fresco

Para esquivar las multas este verano, lo más seguro es utilizar parasoles tradicionales que se colocan y retiran fácilmente del parabrisas. Evita los modelos enrollables o fijos que permanecen anclados mientras conduces, ya que pueden afectar a la visibilidad. También puedes combinar su uso con otras soluciones como aparcar a la sombra, ventilar el coche antes de arrancar o usar fundas reflectantes.

1. Elige bien el modelo de parasol: si quieres evitar disgustos, opta por parasoles tradicionales de aluminio o espuma reflectante, esos que se colocan de manera manual sobre el parabrisas interior. Son fáciles de poner y quitar, no suponen ningún obstáculo al conducir y están totalmente permitidos. Evita los fijos, adhesivos o enrollables que se quedan anclados al marco o salpicadero.

2. Complementa con otros métodos eficaces: además del parasol clásico, puedes proteger tu vehículo aparcando a la sombra siempre que sea posible, utilizando fundas reflectantes para los asientos o bajando ligeramente las ventanillas si las condiciones lo permiten. También conviene ventilar bien el interior antes de emprender la marcha, para reducir el calor acumulado sin abusar del aire acondicionado.

3. Consulta la normativa antes de instalar accesorios: muchos dispositivos del coche que parecen inocentes pueden suponer una infracción si afectan a la visibilidad: ambientadores grandes, cortinillas, vinilos no homologados o incluso tintados excesivos. Recuerda que en los cristales traseros sí se permiten ciertos elementos si el coche dispone de dos retrovisores exteriores homologados. La clave está en que el campo visual del conductor esté siempre libre de obstáculos.

Con temperaturas que convierten los vehículos en auténticos hornos, cada pequeño gesto ayuda a combatir el calor. Pero hacerlo de forma segura y legal es esencial para no sumar una sanción a los ya habituales gastos del verano.

Utilizar un parasol en el coche es una de las prácticas más comunes entre los conductores en verano. No es para menos: este accesorio sencillo puede rebajar la temperatura del habitáculo, proteger el salpicadero del desgaste solar y evitar la liberación de sustancias como el benceno, presente en plásticos expuestos a altas temperaturas. Frente a olas de calor que superan los 40 grados en algunas zonas, recurrir a uno parece una medida lógica.

Dirección General de Tráfico (DGT) Multa
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