Ni el motor ni los frenos: Elon Musk reconoce una gran carencia en sus vehículos Tesla que había prometido durante años

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Elon Musk parece no estar viviendo sus mejores momentos, tanto política como empresarialmente. Después de desligarse del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por las nuevas medidas arancelarias, así como el descontento generalizado y la bajada en bolsa de su empresa de vehículos Tesla, están suponiendo momentos convulsos para el multimillonario.

La última polémica sufrida también tiene que ver con su compañía de vehículos. Y es que Tesla, desde sus comienzos, se ha visualizado como una marca innovadora y que apuesta por la última tecnología. Entre muchas de sus promesas, Musk declaró que se encontraban desarrollando un novedoso sistema de conducción autónoma.

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Sin embargo, en unas declaraciones recientes compartidas en una conferencia telefónica el pasado enero, el empresario reconoció que los modelos Tesla con el popular Hardware 3 integrado, no presentaban lo necesario para llevar a cabo una conducción autónoma de manera plena. Estas palabras entran en conflicto con sus propias previsiones en años anteriores acerca de la realidad de esta capacidad.

La conducción autónoma se hace esperar

En este sentido, Musk afirmó que existe una solución, pese a su alta complejidad y coste. Esta pasa por la instalación de un ordenador a bordo actualizado en los ejemplares ya vendidos que dispongan de la tecnología ‘Full Self-Driving’. Según el dueño de la compañía, esta acción les permitirá equipar el software con dicha función. “Será doloroso y difícil, pero lo haremos”, declaraba el empresario.

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Es importante recalcar que varios interesados en dicho sistema llevaron a cabo un desembolso de hasta 12.000 dólares en EE.UU. de manera anticipada para tener acceso al mismo, con la esperanza de que estuviera disponible a través de una actualización en los próximos meses. Sin embargo, esta solo será posible con el reemplazo de algunas piezas y componentes del hardware, lo que ha desatado cierta polémica entre los usuarios de Tesla.

Por otro lado, no es la primera vez que las predicciones de Musk con respecto a la condición autónoma terminan por no cumplirse. En el año 2019, los propietarios de un Tesla con el Hardware 2.0 y 2.5 se vieron obligados a saltar al Hardware 3 mediante una operación mecánica para disponer de las últimas funciones. Esta actualización física desembocó en varias demandas a la compañía por publicidad engañosa.