Peel P50: la historia del coche más pequeño de la historia... y que ahora te puedes montar tú mismo
Un coche con casi 80 años de historia, pero recientemente recuperado, tiene el honor de ser el automóvil más pequeño de todos los tiempos... y, ahora, puedes construirlo en tu casa
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¿Te has preguntado alguna vez cuál es el coche más pequeño del mundo? Pongámonos en situación: un vehículo pensado solo para una persona, de medidas poco más grandes que una caja de cartón, con un pequeño motor y con un récord Guinness a sus espaldas por su tamaño. Y fabricado en un lugar muy especial para los amantes del motor. No tuvo demasiado éxito y, por ello, aquellas piezas ahora son una valiosa pieza de coleccionista... salvo que te lo quieras fabricar.
Y es que el Peel P50 es un coche único en el mundo. Salió al mercado en 1963, con la intención de elaborar un medio de transporte pequeño, pero efectivo. No en vano, el eslogan de este vehículo era realmente curioso: "Es para un adulto y una bolsa de la compra". Su precio era de unas 199 libras esterlinas de la época que, al cambio actual, serían unos 4.000 euros. Pero aquel sueño fue un absoluto fiasco, con escasas ventas y muy poca repercusión.
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Solo vendieron 50 unidades en todo el mundo y, posiblemente, el hecho de que se fabricaran en un lugar de acceso complejo en los años sesenta del pasado siglo tuvo algo que ver. No en vano, en aquella época no era demasiado sencillo hacer transacciones con la Isla de Man. A pesar de lo novedoso del vehículo, sería en 1965 cuando se decidió dejar de fabricar el Peel P50 ante la falta de éxito. Hasta que, ahora, se ha vuelto a poner de moda.
De aquellos 50 vehículos que se vendieron en la época, todavía se conservan 27 en perfectas condiciones y, de hecho, está considerado como uno de los coches más raros del mundo. Algunos coleccionistas han llegado a pagar 170.000 euros por tener una de las unidades originales... aunque, ahora, es más asequible hacerse con uno de ellos. Y, de hecho, se puede comprar completamente desmontado y, como si de un Lego se tratara, ensamblarlo tú en casa.
Mide 1,37 metros de largo, 1 metro de ancho y pesa 59 kilos sin ocupante, lo que le ha valido para tener el récord Guinness al coche más pequeño fabricado en cadena de la historia. El original contaba con un motor DKW de 49 cc que desarrollaba 4,2 CV, para alcanzar una velocidad máxima de 61 km/h. Solo contaba con una puerta en el lado izquierdo del habitáculo, un único faro, un limpiaparabrisas y tres ruedas, pudiéndolo comprar en blanco, rojo y azul.
Sin embargo, vuelve a estar a la venta de la mano de P50Cars, ajustando la marca al momento actual con una importante variedad de gamas. No solo puedes comprar el modelo original desde 40.000 euros, sino que hay varios versiones (E.50, E.50 Turbo y G.50) que pueden ser clásica o cabrio... amén de otra gama deportiva, Trident, que cuenta con otros cuatro modelos, todos ellos con posibilidad de montar un motor eléctrico de 4 kW (45 km/h). Todos ellos van de los 19.000 a los 34.500 euros.
Pero la mayor novedad que ofrece P50Cars es que, si quieres abaratar los precios, puedes montarte el coche en casa. ¿Cómo? Pues como si de un Lego o un mueble de Ikea se tratara, puedes comprar el kit del coche concreto en el que estás interesado y ensamblarlo tú mismo. Los precios oscilan desde los 15.000 a los 21.000 euros, en un pack que llega con todos los elementos necesarios para el montaje salvo la herramienta, para poder tener un coche único.
Ahora, no solo puedes comprarte un Peel P50, el coche más pequeño del mundo, sino que además puedes construírtelo tú mismo. Ese coche que hace no demasiados años era considerado como una de las piezas de coleccionista más valiosas del mercado automovilístico, ahora es una joya del bricolaje que puedes crear en tu propia casa. Eso sí, solo sigue entrando un adulto y una bolsa de la compra... para que luego digan que el tamaño no importa.
¿Te has preguntado alguna vez cuál es el coche más pequeño del mundo? Pongámonos en situación: un vehículo pensado solo para una persona, de medidas poco más grandes que una caja de cartón, con un pequeño motor y con un récord Guinness a sus espaldas por su tamaño. Y fabricado en un lugar muy especial para los amantes del motor. No tuvo demasiado éxito y, por ello, aquellas piezas ahora son una valiosa pieza de coleccionista... salvo que te lo quieras fabricar.