El nuevo capricho del príncipe de Marruecos: un coche exclusivo que guarda en el garaje
Diseñado y fabricado en Marruecos, este vehículo exclusivo combina un diseño futurista con un rendimiento extremo.
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El interés por los coches de lujo y la exclusividad ha sido siempre algo recurrente en todo multimillonario que se precie. Y dentro de esta élite, Mohamed VI, siempre ha demostrado un gusto por los automóviles exclusivos y de alto rendimiento. Así lo confirma su última adquisición, una joya automovilística que ha generado un enorme impacto en el sector, un hipercoche de lujo del que tan solo existen dos ejemplares: el Laraki Sahara.
Diseñado y fabricado en Marruecos, este nuevo modelo resuena con fuerza en la industria por su combinación de diseño futurista, prestaciones extremas y producción exclusiva. La compañía Laraki, fundada por Abdesslam Laraki, ha consolidado su reputación en el sector con creaciones destinadas a clientes con un alto poder adquisitivo. El Sahara no solo representa la cima de esta filosofía, sino que también es un símbolo del crecimiento de la industria automovilística en el país.
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El Laraki Sahara es un modelo diseñado para sorprender. Su motor V8 de Chevrolet, con una cilindrada de 7 litros, le otorga una potencia de 1.550 CV, lo que le permite alcanzar los 100 km/h en apenas 3,5 segundos. La velocidad máxima registrada es de 310 km/h, cifras que lo colocan en la categoría de los hipercoches más exclusivos del planeta.
El coste de este automóvil asciende a 2 millones de euros, una cifra que refleja tanto su sofisticación técnica como su exclusividad. A diferencia de otros superdeportivos, en este caso solo existen dos unidades en el mundo, ambas en propiedad de Mohammed VI. Esta singularidad convierte al Laraki Sahara en un vehículo que jamás será visto en carreteras convencionales, sino que será admirado en colecciones privadas y eventos de alto prestigio.
A la vanguardia desde 1999
Desde su fundación en 1999, la empresa Laraki ha trabajado para consolidar una marca reconocida dentro del mercado de los superdeportivos, demostrando su capacidad para diseñar automóviles de alto rendimiento con una identidad propia, y combinando tecnología de vanguardia y materiales de primera calidad. El éxito de la empresa es solo una parte del ambicioso plan de Marruecos para posicionarse en el sector automovilístico a nivel global. Mientras, Mohammed VI continúa ampliando su colección con automóviles.
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