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EL MÍTICO R4 SE REINVENTA: VUELVE COMO UN SUV 100% ELÉCTRICO (Y MÁS BARATO QUE UN ZOE)

Por El Confidencial

Tras anunciar el año pasado que preparaba vehículos eléctricos de bajo precio, el fabricante francés ha presentado recientemente un prototipo del legendario 'cuatro latas', lanzado en 1961 y del que se vendieron ocho millones de unidades

Renault R4

De vez en cuando, algunos clásicos de la historia del automóvil vuelven a la vida, reeditados con tecnologías actualizadas y diseños modernos que en mayor o menor medida recuerdan los rasgos del vehículo que sirve de inspiración. Ejemplos hay de todas clases, pero vienen al recuerdo rápidamente algunos como el nuevo Mini, lanzado en 2000 y dibujado por el hispanoestadounidense Frank Stephenson, que reinterpretó el icónico de 1959 inventado por Alec Issigonis; o el Fiat 500 de 2007, que trasvasó desde 1957 las formas básicas y en cierto modo el espíritu del entrañable 500 que motorizó la Italia de posguerra. E incluso el New Beetle, que en 1998 nació como intento de recuperar la imagen del popular ‘Escarabajo’ de 1938, pero ahora como un coche de carácter más exclusivo.

Y pronto habrá que añadir algún modelo más a esa lista de ‘remakes’, porque el pasado año Luca de Meo, CEO de Renault Group, desvelaba las líneas básicas del nuevo proyecto Renaulution, que incluían el lanzamiento de vehículos eléctricos más asequibles que el actual Zoe e inspirados en dos iconos de la firma de rombo: el R5, que además de renacer como utilitario asequible también dará lugar a un R5 Alpine eléctrico y deportivo, y el R4, lanzado en 1961 y del que se produjeron cerca de ocho millones de unidades en sus tres décadas de historia. Tanto el nuevo R5 como el R4 (ambos eléctricos) compartirán plataforma, serán fabricados en la planta francesa de Douai, muy cerca de la factoría encargada de suministrar las baterías, y podrían estar listos para venderse en 2024.

Renault R4

Del futuro R5, cuyo nombre comercial definitivo aún no ha sido confirmado, ya conocimos en 2021 un trabajo de diseño. En cambio, con el ‘cuatro latas’ hemos tenido que esperar al Motor Show de París, celebrado el pasado 17 de octubre, para conocer más detalles.

Bautizado como 4ever Trophy E-Tech 100% eléctrico, este prototipo o ‘concept car’ ayuda a imaginar las líneas maestras de lo que será el renovado legendario. Lo que tenemos claro es que se trata de un todocamino totalmente eléctrico, englobado en el segmento B-SUV, mismo del Captur, pensando tanto para la ciudad como para el campo.

En un primer vistazo reconocemos la silueta del modelo de los 60, con su capó y portón trasero característicos. También los pilotos traseros rectangulares y verticales, la ventanilla trasera con forma de trapecio o la forma del volante. Estos guiños al pasado se combinan con un diseño más futurista y aventurero: protecciones de carrocería, bajos reforzados, voladizos cortos, alerón trasero inspirado en el 4L Evolution Rallye, que incluye una pala; las ruedas llevan un compresor que permite hincharlas o deshincharlas desde dentro del vehículo; luces LED, baca de fibra de carbono con una rueda de repuesto, su color plateado salpicado de toques magentas en muelles de amortiguadores, cintas de la baca o los emblemas de las llantas… La batería, además, se encuentra en el centro del chasis y lo más abajo posible para reducir el centro de gravedad. De su interior no conocemos muchos detalles; simplemente se deduce una gran pantalla Head-Up display.

En cuanto a dimensiones, aunque no superará los 4,16 metros de longitud, tendrá una distancia entre ejes de 2,57 metros y unos 20 centímetros del altura al suelo. Será un modelo de 1,95 metros de ancho y 1,90 de alto, fabricado sobre una plataforma específica para vehículos eléctricos, la CMF-BEV (la misma del R5).

Imposible hablar de precios aún, pero debería bajar de los 20.000 euros porque esa fue la cifra citada como barrera por De Meo para que los coches eléctricos fuesen realmente atrayentes.

Renault R4

Nacido en 1961

El primer Renault 4, o 4L, fue un coche realmente innovador en el momento de su aparición en 1961. Y su objetivo era sin duda contrarrestar el éxito del 2CV de Citroën, que había conquistado a los clientes que buscaban un vehículo sencillo, asequible y capaz de resistir tratos despiadados. Quizá por ello, el equipo de diseñadores capitaneado por Robert Barthaud decidió romper con la arquitectura de los anteriores Renault de bajo precio, como el 4CV y el Dauphine, que tenían motor y tracción posteriores, optando por pasar todo al eje delantero. Pero como había que superar al rival de Citroën, que equipaba una mecanica de gasolina de dos cilindros, la firma del rombo decidió que su coche, el R4, montara un cuatro cilindros. En concreto, un motor de 845 centímetros cúbicos alimentado por carburador que rendía 30 CV a 4.250 revoluciones por minuto y le permitía alcanzar 115 km/h de velocidad máxima, siendo el consumo medio de 6 litros a los 100 kilómetros "a 65 km/h en circuito medianamente accidentado", según rezaba la publicidad de la época.

Y como su depósito de gasolina admitía 26 litros, se anunciaba una autonomía en carretera superior a 400 kilómetros. Habrá que esperar a ver el alcance homologado del futuro R4 eléctrico cuando aparezca en 2024. En cuanto a la caja de cambios, el Renault 4L de 1961 contaba con una transmisión manual de tres velocidades, todas sincronizadas.

Renault antiguo

A pesar de que el futuro 'remake' eléctrico será un SUV, opta por ser compacto. Aunque, obviamente, no tanto como el coche original diseñado por Barthaud, pues medía solo 3,61 metros de longitud por 1,49 de anchura y 1,53 de altura. Curiosamente, la diferencia de altura entre ir cargado y estar vacío resultaba llamativa: 72 milímetros, lo que da una idea de las blandas suspensiones empleadas, ideadas para circular por caminos. De hecho, la altura al suelo era de nada menos que 20 centímetros, más que en la mayoría de los vehículos SUV actuales. Y también despuntaba por volumen de maletero, pues a pesar de su contenida longitud homologaba 480 litros, capacidad que podía aumentarse fácilmente abatiendo el respaldo posterior. Además, el peso del conjunto era realmente bajo: 570 kilos en vacío, y el peso máximo autorizado se quedaba en 950 kilos, de modo que el Renault 4L resultaba mucho más ligero a plena carga que cualquier utilitario actual completamente vacío.

Para conocer cómo será realmente esta remasterización del clásico 4L, todavía tenemos que esperar como mínimos dos años. Sin duda, este adelanto, es un buen punto de partida para dejar volar nuestra imaginación. Si quieres saber más sobre el ecosistema eléctrico, puedes entrar en el blog de Renault.