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Circularidad en el sector del automóvil

De la fábrica a tu casa y al punto de reciclaje: cómo reciclar las 4.000 piezas de tu coche

Por EC BRANDS

Esta industria avanza hacia la sostenibilidad desde la fabricación, con cambios en los procesos productivos o el tipo de materiales usados, así como durante la vida útil de los vehículos, a través de la electrificación, e incluso cuando se retiran de la carretera

Fábrica automóviles

En la industria del automóvil existen dos palabras que están en boca de todo fabricante: economía circular. Un concepto que la industria ya ha incorporado como suyo y que se puede observar en todas las fases: desde la fabricación, con cambios en los procesos productivos o el tipo de materiales usados, así como durante la vida útil de los vehículos, a través de la electrificación, e incluso cuando se retiran de la carretera, a través de la reutilización y el reciclaje de numerosos materiales y el aprovechamiento de residuos. Todo ello con una única finalidad, cuidar el planeta sin perder eficiencia.

Así, los pasos que ya se están dando sitúan a la industria en la buena senda para alcanzar los objetivos de descarbonización acordados en 2015, en la COP21 de París o los planes de reducción de emisiones de la Unión Europea de cara a 2050 y que pretenden revertir las emisiones de gases contaminantes por debajo de los niveles de 1990.

Qué está haciendo
ya el sector

Plásticos reciclados, madera, textiles o corcho son solo algunos de los materiales que se pueden encontrar en los vehículos que salen de las cadenas de montaje en la actualidad y que pretenden ‘sostenibilizar’ su fabricación. La transición hacia el motor eléctrico también es una buena noticia, tanto en términos cuantitativos, ya que se reduce de manera significativa el número de piezas que componen un vehículo, como cualitativas, debido a la ausencia de aceites y otros compuestos que necesitan los propulsores de gasolina o diésel.

Los fabricantes además están aunando esfuerzos y adaptándose para cambiar los procesos productivos. La fabricación en línea, popularizada a principios del siglo XX, está dando paso al llamado montaje modular. En lugar de tener una línea de vehículos, se trata cada uno de forma individualizada en función de las necesidades de cada automóvil. Y es que ahora, un conductor puede decidir entre varias versiones dentro de un mismo modelo, siendo capaz de personalizar desde la tapicería hasta el color de las llantas. Esta personalización influye directamente en el montaje. cambiando los procesos que se conocían hasta ahora. En este sistema de organización del trabajo, una flota de vehículos autónomos es la encargada de llevar los materiales, que cada operario necesita en las diferentes fases del proceso productivo.

Fábrica automóviles

La introducción de innovaciones en las fábricas de automóviles no se limita solo al producto que más tarde circulará por las carreteras de todo el globo. Fabricantes como Renault han puesto en marcha diversas iniciativas para potenciar la economía circular en sus procesos. Una muestra es la llamada ReFactory, que arrancó en Flins (Francia) en 2020 y que en 2021 aterrizó en Sevilla. Esta fábrica de cajas de velocidades se ha reconvertido para producir ‘órganos’ para coches electrificados y reacondicionar vehículos usados, aplicando procedimientos industriales, cuyo objetivo es reacondicionar 10.000 vehículos al año y mil baterías anuales en 2023.

Para lograr este propósito, los trabajadores de Refactory trabajan para alargar la vida útil de los vehículos para mantenerlos más tiempo en la carretera, pero con un menor impacto ecológico; e investigan nuevas soluciones para la economía circular.

Fáctoría de automóviles

El reciclaje de los
coches usados

Los coches nuevos poseen en torno a 4.000 piezas, que pueden estar compuestas por hasta 40 materiales diferentes, desde metal y plástico hasta caucho y vidrio. Desde 2015, y por normativa de la Unión Europea, la industria del automóvil recicla hasta el 85% de los materiales. Para lograrlo, los vehículos que acaban en el desguace pasan por tres fases:

  • — Descontaminación. En este primer paso se drenan las sustancias peligrosas para el medio ambiente, tales como los combustibles, aceites lubricantes, líquido hidráulico, la batería o los gases del circuito del aire acondicionado. La industria está investigando cómo reutilizar estas sustancias, en vez de desecharlas. En el caso de los aceites, pueden servir para elaborar biodiésel, jabones, detergentes, abono o pinturas, entre otros.


  • — Despiece. Se procede a ‘desmembrar’ el coche para extraer todas aquellas piezas que se pueden reutilizar o revender. La caja de cambios, las ruedas o elementos de la carrocería como el capó, los retrovisores o las puertas, una vez comprobados su buen estado y funcionamiento, están listos para formar parte de otro coche.

    Los neumáticos, por ejemplo, pueden servir para fabricar césped artificial, calzado o, incluso, muebles. Los plásticos y textil, para recubrimientos de vehículos nuevos o aislantes en edificios; y el vidrio de lunas y ventanillas, en botellas o recipientes alimentarios.


  • — Fragmentación y prensado. Finalmente, el esqueleto de la carrocería y aquellas partes metálicas que no se han podido extraer se prensan en un cubo , que posteriormente se envía a la industria metalúrgica para su fundición. Este acero puede usarse para fabricar chapa para vehículos nuevos o vigas para la construcción. El resto de las partes despiezadas pasan a la fragmentadora, que se encarga de triturar y separar en bruto los materiales y clasificarlos en férricos, no férricos (aluminio y cobre) y metales preciosos, como el platino, que contienen los catalizadores.

Fáctoría de automóviles

Uno de los elementos novedosos que introduce el coche eléctrico en su proceso de reciclaje es el motor y las baterías. Existen dos tipos de motores eléctricos, los de excitación externa y los de imanes permanentes. Los primeros emplean alambre de cobre, un material que se puede reciclar con facilidad, mientras que los segundos hacen uso de tierras raras, mucho más difíciles de reciclar (la industria estima que en la actualidad se logra menos del 5%). Por ello, fabricantes como Renault han apostado por motores de excitación externa en vehículos ya disponibles como en el Zoe E-Tech 100% eléctrico o en el Megane E-Tech 100% eléctrico. De hecho, fuentes de la compañía confirman que “el 95% de estos nuevos modelos son reciclables o recuperables, por encima del 85% que marca la ley”.

Por lo que respecta a las baterías, en el reciclaje de materiales como el cobalto, el níquel o el litio, los fabricantes siguen investigando métodos para poder exprimir hasta la última gota los elementos de un coche usado, ya sea para reintroducirlos en el proceso productivo o para darles una nueva vida. Si quieres saber más sobre el ecosistema eléctrico, puedes entrar en el blog de Renault.