Mazda se afianza en el sector prémium con el nuevo CX-60

El pasado septiembre el fabricante japonés presentaba en Alemania la última novedad de su catálogo: el Mazda CX-60. Este todocamino es el primer híbrido enchufable de los de Hiroshima, además del primer modelo montado sobre la nueva plataforma que la marca ha ideado para construir su catálogo durante los próximos dos años.

Englobado dentro del segmento M-SUV Prémium, al que también pertenecen el Audi Q5, el BMW X3, el Volvo XC-60 o el Mercedes GLC, la firma nipona da un paso más en su giro hacia el sector más exclusivo gracias a la tecnología, el diseño y los caballos de su nuevo vehículo.

Precisamente, la potencia es uno de los primeros aspectos a destacar: son dos los motores que le permiten llegar a los 327 CV. Unos caballos que consigue gracias a un propulsor Skyactiv-G de 2.5 litros junto a un motor eléctrico que, alimentado por una pila de 17,8 kWh, puede circular hasta 63 kilómetros sin emitir gases contaminantes. La suma de ambas herramientas le permite acelerar de 0 a 100 en 5,8 segundos y todo ello mientras luce una pegatina de cero emisiones con la que entrar sin apuros en cualquier área de movilidad restringida de las grandes ciudades.

Entre las novedades en tecnología del nuevo SUV de los japoneses se encuentra la capacidad del vehículo para reconocer al conductor a través de sus rasgos faciales y memorizar la ergonomía de hasta seis personas. Así, puede adaptar de manera automática los elementos más sensibles de la cabina, como los retrovisores, la altura e inclinación del asiento o incluso la posición del volante. No solo eso, sino que el interior está diseñado de tal manera que el asiento y el volante se mueven para ayudar al conductor a abandonar o entrar en el vehículo.

Otros caramelos tecnológicos incluyen un 'heads-up display' hasta tres veces más grande que el del CX-30, una cámara 360º para evitar rasguños y ser consciente en todo momento de lo que se tiene alrededor o hasta cinco modos de conducción que varían en función de las necesidades de cada momento, desde una experiencia más deportiva a otra que se acerque más a la conducción todoterreno.

Tampoco se puede hablar de Mazda sin hacer mención al diseño Kodo, presente en sus últimos lanzamientos, CX-30 y MX-30, o nuevas generaciones, CX-5 y CX-3. En el caso del híbrido enchufable, el fabricante ha optado por combinar diferentes conceptos de manera que cada conductor pueda llevarse un pedazo de Japón en cada uno de sus viajes. Los interiores cuentan con madera de arce, napa, detalles cromados o costuras que contrastan con los colores del interior para resaltarlas por encima del conjunto. Uno de los elementos que se ha potenciado es el llamado Ma, que busca realzar la belleza del espacio vacío. En el exterior tiene su expresión en un morro en forma de ala o un frontal alargado y en contraposición un trasero corto, de manera que la carrocería juega con el dinamismo que generan esas formas.

Asimismo, la marca ha ampliado la garantía hasta los seis años o 150.000 kilómetros, una ventaja que duplica las cifras anteriores y que incorpora al resto de su catálogo de vehículos nuevos. Este servicio posventa forma parte del programa Mazda Unique Experience, que también incluye vehículos de sustitución o entregas de coche lavado para que cualquier visita al taller tenga un impacto mínimo en el día a día del conductor. Pero también incorpora actualizaciones de software 'over the air', una forma de actualizar las entrañas tecnológicas del coche sin necesidad de pasar por el mecánico.

Diseño, tecnología, potencia y beneficios posventa son solo algunos de los elementos con los que Mazda pretende "competir cara a cara con las marcas M-SUV Premium, así como afianzarse hacia un producto y posicionamiento más exclusivo", según reconocen.