¡Ojo a la carretera! Cómo detectar los distintos tipos de radares camuflados de la DGT

Existen diferentes aplicaciones móviles que actúan como avisadores en caso de encontrar un radar en la carretera. Su objetivo es evitar multas si excedes la velocidad permitida, mediante un aviso previo que te permite reducir la marcha sin riesgo a que te sancionen. Sin embargo, si no dispones de este tipo de tecnología y te arriesgas a rebasar el límite de velocidad, entonces tendrás que estar muy atento a la carretera para detectar los distintos radares móviles u ocultos que te puedes encontrar en tus desplazamientos.

Coches patrulla: son los vehículos de la DGT, de la Policía Municipal o Local y están equipados con un sistema de radar en su interior. Algunos modelos incorporan tanto el radar como el flash en el frontal del coche y otros llevan el radar en el techo, junto a la sirena. Lo más habitual es que estén estacionados en los arcenes de la vía, encima de las aceras, detrás de puentes o marquesinas de autobuses. Llevan una semiesfera negra en el frontal que te sancionará cuando le hayas sobrepasado, aunque también pueden tener las ventanillas traseras bajadas para instalar en ella el radar.

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Jorge García González

Coches camuflados: son coches de calle equipados con un sistema radar, pero sin distintivo que los identifique como vehículos de Tráfico o de la Policía Municipal o Local. Su forma de actuar es circular al límite de la velocidad permitida para multarte cuando les adelantas o permanecen estacionados en el arcén o aparcados detrás de puentes, a la salida de los túneles o en las incorporaciones a la carretera. Suelen ser de múltiples marcas y modelos y suelen ser de color plata y blancos o negros y azules oscuros. Actúan igual que los coches patrulla.

Helicóptero Pegasus: desarrollado con tecnología militar, es capaz de medir la velocidad de cada vehículo desde el aire (entre 300 metros u un kilómetro de distancia) y sancionarte si superas el límite establecido (hasta los 360 km/h). Cuenta con una cámara panorámica que graba al vehículo en vídeo y otra que fotografía la matrícula. Eso sí, necesita seguir al coche durante nueve segundos para calcular su velocidad media. Por eso, se utiliza en carreteras rectas y nunca sale de noche o con mal tiempo. Están pintados de azul y amarillo, pero es complicado localizarlos pues vuelan a mucha altura y suelen colocarse en la parte trasera de los coches.

Radares de trípode: ocupan muy poco espacio, por lo que permite ocultarlos con mucha facilidad detrás de un coche, entre setos o puentes o, incluso, se pueden fijar al guardarraíl. Sospecha si ves algún vehículo aparcado en el arcén: puede que cerca esté situado el propio trípode. Pueden funcionar como radar fijo y multarte cuando los sobrepases, o bien sancionarte cuando pases frente a ellos al emitir dos haces láser en paralelo que miden el tiempo que tardas en atravesarlos, lo que da como resultado la velocidad a la que conduces.

Pistolas láser: similares a una pistola, son empuñadas con la mano por un agente o se apoyan sobre un trípode. Son capaces de medir la velocidad de cada coche. Te pueden cazar de frente o una vez la hayas rebasado mediante un rayo láser que calcula la velocidad midiendo el tiempo que tarda en volver el haz de láser hasta la pistola. Son muy complicadas de localizar.