Se avecinan cambios en la ITV: así será la revisión de tu coche a partir del 1 de junio

La inspección técnica de vehículos (ITV) cambiará —aunque no sustancialmente— el próximo 1 de junio. Ya en 2020 se acometieron importantes reformas en el protocolo para adaptarse a las exigencias europeas sobre las emisiones de gases dañinas para el medioambiente. Las que se incorporan ahora, recogidas en la versión 7.5.0 del manual de procedimiento de inspección de estaciones ITV, van destinadas a consolidar los mecanismos de prevención para evitar contagios de covid-19 y matizar, de paso, algunos problemas prácticos en las revisiones.

Desde la patronal del sector, AECA-ITV, consideran que se han tomado todas las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención establecidas por las autoridades sanitarias y que el nuevo protocolo no afecta a la calidad de la inspección. A continuación, se resumen las principales novedades en la revisión de coches y motos:

¿Qué cambia el 1 de junio?

Uno de los principales cambios que se han introducido en las ITV como consecuencia de la pandemia tiene relación con la prueba de emisión de gases. Para reducir las posibilidades de contagio, la lectura OBD ha quedado limitada a determinados vehículos, ya que realizar la lectura del diagnóstico a bordo de emisiones supone acceder al habitáculo del conductor por parte del inspector. Esta limitación no existe para los vehículos industriales de más de 3.500 kilogramos y autobuses. En estos casos, el inspector se introducirá con un equipo de protección individual (EPI). Cuando no se conecte a las centralitas del vehículo, la prueba se realizará por medio de una sonda colocada en el tubo de escape para medir los gases que se emiten.

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V. G.

Hay otro que afecta, incluso, más al usuario. A partir del 1 de junio, será considerado defecto grave y motivo de inspección desfavorable tener el testigo del ABS encendido en aquellos vehículos que incluyan este sistema de frenado. Hasta ahora, en los vehículos no obligados a llevar ABS (como por ejemplo los turismos) que saltara el aviso se consideraba defecto leve y, por tanto, no era motivo de ITV desfavorable, pero ya no será así. Como es lógico, tampoco sirve de nada tratar de anular o tapar el testigo, pues también se considerará defecto grave que este no funcione.

¿Qué no cambia el 1 de junio?

Tal y como lleva haciéndose en los últimos meses, se mantiene la recomendación de atender con cita previa para así reducir al mínimo el tiempo de espera en las instalaciones. "Al llegar, se le indica al conductor la necesidad de que su ventanilla esté parcialmente bajada y el resto de las ventanillas completamente abiertas con el fin de que el inspector pueda comprobar la apertura de puertas y el acondicionamiento interior, sin acceder al habitáculo del vehículo", explica AECA-ITV.

Asimismo, se recomienda que acuda a la inspección una sola persona, sin otro ocupante además del conductor, así como efectuar el pago con tarjeta. No será necesario que el usuario se baje del vehículo, pues el inspector recibirá toda la documentación al inicio del procedimiento y se la entregará al conductor, cuando finalice la revisión, junto con el informe de inspección y la pegatina de ITV.

Por desgracia, se mantendrá, también, el caos generado por las prórrogas durante el estado de alarma. A estas alturas del año pasado, una orden dictada por el Ministerio de Sanidad establecía una prórroga para aquellos conductores cuyos certificados caducaran entre el 14 de marzo y el 20 de junio de 2020. El problema está en que, para la próxima inspección, se tomaba como referencia la fecha de caducidad que constara en la tarjeta ITV, no la de la revisión realizada en virtud de la prórroga. Es decir, un turismo de más de 10 años de antigüedad al que le caducó la ITV el 15/06/20 y la pasó finalmente el 20/08/20, deberá realizar la próxima inspección técnica antes del 15/06/21.

La acumulación de vehículos con retraso en sus inspecciones ha provocado un efecto dominó que aún hace muy difícil para los conductores pedir cita con antelación —como se recomienda en el nuevo manual— y encontrar una fecha disponible antes de que caduque la ITV. En la actualidad, cuatro de cada 10 vehículos que circulan por las carreteras españolas lo hacen con la ITV caducada, lo cual supone un riesgo para la seguridad del conductor, sus acompañantes y el resto de ocupantes de la vía; sin perjuicio de una sanción de entre 200 y 500 euros por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT).