El peligroso 'efecto submarino' en tu coche: qué es y cómo evitarlo

Puede que muchos conductores lo hayan experimentado. Conocido como el "efecto submarino", es la causa de llevar el cinturón de seguridad holgado y no ir de forma correcta al volante. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha alertado a la población, a través de su cuenta oficial de Twitter, la necesidad de abrocharse correctamente el cinturón de seguridad, y más estos días de estado de alarma por la crisis del coronavirus, para protegernos y proteger a los demás.

La DGT explica que cuando el cuerpo no está bien sujeto por el cinturón ya sea porque ha quedado holgado o mal ajustado, presiona el asiento hacia abajo y se desliza por debajo de la banda abdominal. Aumenta el riesgo de chocar contra el volante, el salpicadero o la parte baja del habitáculo. Por otro lado, se pueden también producir lesiones en espalda y pelvis, rotura de fémur o de la cabeza del fémur, además de hemorragias internas graves.

Ahora la duda está en como evitarlo. "Recuerda ajustarte correctamente el cinturón para evitar el efecto submarino", dice la DGT. Es necesario ajustarse correctamente el cinturón de seguridad, evitando las holguras y no añadir ningún complemento al asiento. Recuerda que colocar toallas o almohadones fomenta la aparición de este efecto submarino, ya que se pierde esa sujeción y firmeza que debemos llevar para que el cinturón de seguridad cumpla su función. También existe la posibilidad de hacer modificaciones en la estructura interior del asiento.

Esto no sólo sucede en el asiento del conductor, también puede ocurrir en el resto de pasajeros. Porque es por nuestra seguridad y para evitar imprevistos, el cinturón de seguridad debe ir correctamente abrochado tanto en los asientos delanteros como traseros. Recuerda que todos los ocupantes del vehículo van a la misma velocidad y están sujetos a la misma deceleración en caso de choque. No añadas complementos en el asiento ni te sientes de manera inapropiada. Asimismo, cabe destacar que lo más común es que ocurra en el asiento del conductor, y a la vez más peligroso, ya que es el único que puede impactar contra el volante.