PRUEBA SKODA SCALA TSI 150 CV

Por qué el Skoda Scala es un coche que se ajusta a la era posterior al coronavirus

Probamos la versión tope de gama con motor gasolina de 150 CV y cambio DSG, que cuesta 22.100 euros

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Carlos Cancela

17/04/2020 - 05:00

Después de la pandemia del Covid-19, cuando la sociedad empiece a abrirse a la nueva realidad lastrada por un balance económico desastroso, habrá que pensar en adquirir coches de precio ajustado, fiables y seguros. En este escenario tan complicado por las consecuencias del coronavirus, la prueba que les traemos esta semana es la del Skoda Scala, un modelo compacto muy interesante para los tiempos que nos esperan. Esta prueba con el Scala la pudimos hacer antes de que se decretara el confinamiento por la pandemia.

Skoda es la marca checa del grupo Volkswagen, que destaca por ofrecer la misma calidad que el resto de modelos de Seat, Volkswagen o hasta Audi, pero con unos precios algo más ajustados. Y también destaca por tener vehículos en los que se ha cuidado mucho cada detalle para ofrecer la mejor experiencia de conducción y de uso. En este sentido, el nuevo Scala aporta lo que ya es tradicional en el equipamiento de un modelo de Skoda, el 'simply clever'. Detalles como el rascador para el hielo junto al tapón del depósito de gasolina o las perchas en el maletero, entre otros. Son cosas que no cuestan nada pero que nos alegran la vida en muchos momentos.

Junto a estos aspectos diferenciadores, lo que en realidad aporta un modelo de Skoda es que ofrece la calidad de construcción y de los componentes mecánicos del Grupo Volkswagen, una garantía de acierto al comprar un coche nuevo. En la gama de este modelo compacto, encontramos todos los elementos mecánicos de cualquier otro modelo del grupo Volkswagen, tanto en sus motores como en su caja de cambios, etcétera.

La gama del Scala ofrece tres versiones de gasolina basadas en los propulsores TSi, con 95 o 115 caballos en un tres cilindros y una versión de 150 caballos en un avanzado propulsor de cuatro cilindros. Y en cuanto a diésel, que cada día se venden menos en España, solo una alternativa con el propulsor de 115 caballos. Lo mismo ocurre con los cambios, manual de cinco o seis marchas y un automático de doble embrague con siete relaciones, el típico DSG.

Pero también se ofrece en el mercado una interesante variante de gas natural comprimido, interesante solo para aquellas personas que tengan cerca de su casa o en su recorrido habitual una estación de servicio con este carburante. De lo contrario, no sirve de nada. Pero si se da ese caso, podemos tener un coche con un motor de 90 caballos en el que el coste de utilización se sitúa por debajo de los tres euros cada 100 km y que se conduce igual que uno de gasolina.

placeholder — Frontal bajo y afilado más estética moderna en el Scala.

Frontal bajo y afilado más estética moderna en el Scala.

Nuestra prueba, por una vez, la hemos hecho con la variante más completa de la gama, tanto por motor como por su cambio y su equipamiento. La razón es que por un precio final sin descuentos de 22.100 euros, tenemos un coche realmente completo que transmite una gran sensación de calidad. Solo abrir la puerta y echar un primer vistazo al interior ya queda claro que es algo especial, con unos asientos delanteros envolventes y deportivos que llevan integrado el reposacabezas.

Otro punto destacable en el Scala es su habitáculo muy amplio. Sobre todo si tenemos en cuenta que no es un coche muy grande exteriormente, con 4,36 metros. Pero en este coche las personas de las plazas traseras cuentan con mucho espacio para las piernas. Y en cuanto a su maletero, también es de los mejores, con 467 litros. Además, esta versión tope de gama incluye también la bola de remolque escamoteable.

150 caballos

Por mecánica, su propulsor de 150 caballos, de gasolina combinado con el DSG de siete marchas, también ofrece un funcionamiento excelente. Es un motor que les decía antes que es muy avanzadom ya que desconecta dos cilindros automáticamente cuando no se hacen necesarios los cuatro. Esto ya lo tienen otros modelos del grupo alemán, pero me ha gustado el detalle de que en el cuadro de instrumentos, en la pantalla central, aparece la indicación cada vez que se apagan los dos cilindros.

Eso permite, por una parte, ahorrar combustible, de ahí sus cifras de consumo, pero también la satisfacción de los conductores más ecológicos de ver cómo están haciendo algo por reducir sus emisiones. En cuanto a su consumo, es bastante razonable, si tenemos en cuenta que es un motor de 150 caballos, con un valor homologado de seis litros en el ciclo combinado según la normativa WLTP. En un recorrido de más de 450 kilómetros con mucha autopista y un 30% de carreteras de segundo orden bastante viradas, el valor que marcaba el coche al terminar era de 6,4 litros.

Normalmente, cuando alguien se plantea adquirir un vehículo compacto y prepara su cesta de modelos para elegir, se nos pasa incluir la opción de Skoda, pero son productos con una buena calidad, con muchos detalles que demuestran un cuidado exquisito por facilitar la vida de los conductores. Pero al mismo tiempo cuentan con todas las garantías de tener detrás al grupo Volkswagen.