Por qué se frota las manos el sector de la moto en España

Los responsables de Anesdor, la asociación gremial de la industria motociclista, no pueden ocultar su satisfacción por el momento dulce que disfruta el sector. Haciendo balance de las matriculaciones de motos en España en 2019, se ha experimentado un crecimiento del 12,1% con respecto al año anterior, alcanzando las 202.079 unidades. Esta cifra supone situarse en registros similares a los de 2008, antes de la gran sacudida provocada por la crisis económica. Y lo mejor de todo es que, de cara a 2020, las previsiones son optimistas, ya que se espera crecer en torno al 3%.

Anesdor hace hincapié en lo atípico del segmento de las dos ruedas, que experimenta una notable subida frente al resto de la automoción, que ha sufrido un retraimiento. La explicación es bastante lógica: cada vez más usuarios optan por un medio asequible, menos contaminante, y que además se ha convertido una de las herramientas fundamentales de la micromovilidad. Todo ello gracias a las diferentes plataformas de sharing, que se han incorporado en las principales capitales de nuestro país.

Porque otro detalle destacado es que este crecimiento ha sido generalizado: todas las Comunidades Autónomas arrojan un balance positivo, destacando especialmente el caso de Madrid, donde las matriculaciones se incrementaron en un 22,4%. Junto con Cataluña y Andalucía, Madrid constituye la tercera plaza fuerte del mercado motociclista, y juntas superan las 120.000 matriculaciones, es decir, el 60% del mercado nacional.

Los scooters siguen constituyendo el grueso de las matriculaciones, representan en 56,4% del mercado, pero su crecimiento ha sido inferior al de los modelos de carretera, que crecieron un 17,7% y alcanzan una cuota del 36,6%. La moto de campo también está al alza aunque, lógicamente, su cuota de mercado es reducida: un 4%.

Aunque los modelos más vendidos siguen siendo los de 125 cc, las motos intermedias (hasta 750 cc) crecen el doble que las 125 (un 17,7% frente al 8,8% de éstas), lo que quiere decir que poco a poco el mercado supera la dependencia de la convalidación del permiso B/A1. Esta medida salvó al sector motociclista en los momentos más críticos, y se afianza en motos del permiso A2 y A, lo cual es una buena noticia para la industria.

Electromovilidad

Es notable el incremento de las motos eléctricas, cuyas ventas se han elevado un 66,8%. Se han vendido en 2019 nada menos que 12.225 unidades, lo que permite alcanzar una cuota de mercado del 5,8%, muy superior a la del sector automovilístico. Anesdor tiene una explicación para semejante éxito: más allá del crecimiento de las flotas de sharing, que trabajan básicamente con motos eléctricas, la diferencia de precio respecto al modelo convencional es menor en las motos que en los automóviles.

Por otra parte, la orientación de las motos eléctricas, planteadas para entornos urbanos, permite disfrutar de una autonomía bastante razonable en términos comparativos con los automóviles. Otro detalle a considerar es su facilidad de recarga: no requiere conectores específicos e incluso algunos modelos tienen baterías extraíbles, lo que resuelve en parte la carencia de infraestructuras de recarga que actualmente padece la movilidad eléctrica.

Resulta significativo que el cuarto modelo más vendido en 2019 haya sido una moto eléctrica, la Silence S02 (5.213 unidades), no muy lejos del superventas del año, el Kymco Agility City 125 (6.793), aunque el Silence ha ido destinado mayoritariamente a flotas de sharing. Honda sigue liderando el mercado de fabricantes, con 36.335 unidades, frente a las 25.323 de Yamaha y las 18.614 de Kymco. Silence entra en el “top ten”, con 5.589 unidades, y es la primera vez que un fabricante eléctrico se sitúa a ese nivel.

Otro detalle significativo en este balance es el notable crecimiento en el segmento de los ciclomotores, unas matriculaciones que alcanzan una subida del 23,4%, a pesar de tener que competir con una amplia serie de vehículos dedicados a la micromovilidad, como los populares patinetes y bicicletas eléctricos que infestan las ciudades. Los ciclomotores se han revelado como una herramienta muy útil para las emergentes empresas de reparto, nacidas al calor del comercio electrónico y el servicio a domicilio de productos de primera necesidad.

Mirando a 2020

Pensando en 2020, Anesdor confía en seguir creciendo pero a un ritmo más moderado, estimado en un 3%, aunque reconoce que diversas circunstancias hacen complicado realizar previsiones. Por un lado, el fin del cambio regulatorio en las motos, que el próximo 1 de enero de 2021 pasarán a regirse por la normativa Euro5. Esa situación ya se vivió en 2017, cuando se experimentó un retroceso en las matriculaciones debido al paso de la Euro3 a la Euro4.

Otro detalle es la incertidumbre en la transformación de la movilidad y la forma en que pueden evolucionar las flotas de sharing, ya que aunque el canal de venta fundamental sigue siendo el de particulares, tanto las flotas como el alquiler van adquiriendo poco a poco un peso considerable (actualmente, 15% del mercado).

Una de las preocupaciones de Anesdor es que a pesar de este incremento, el parque motociclista español sigue envejecido. Actualmente, la cuota de venta de motos nuevas frente a usadas es de 1 moto nueva por cada 1,9 usada. Por ello, no resulta suficiente para aliviar la situación de nuestro parque, que con 15,6 años de antigüedad es de los más viejos de Europa. Anesdor reclama una nueva fiscalidad que incentive la adquisición de motos nuevas más modernas, más eficientes y menos contaminantes, contribuyendo así a una mejora de la seguridad y del medio ambiente.