La resurrección del Bentley Corniche, el coche destruido en la II Guerra Mundial

El departamento de vehículos especiales de Bentley, Mulliner, ha reconstruido y reinterpretado un modelo histórico, el Corniche de 1939 que fue destruido en un bombardeo en Francia al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Un trabajo artesanal ha permitido recuperar un coche único de la historia de la automoción y que forma parte de la celebración del centenario de la marca en 2019.

Este Bentley Corniche, un modelo de 1939 muy importante para la historia de la marca británica, sufrió dos accidentes en su fase de desarrollo y posteriormente sus restos fueron bombardeados en la guerra. Ahora, después de dos años de un trabajo artesanal por parte del equipo Mulliner, ha quedado como recién salido de la fábrica. En esta reconstrucción completa se han empleado algunas de sus piezas originales, mientras que otras han tenido que ser construidas a mano en base a los planos originales del modelo. Esta reconstrucción supone una de las piezas clave de la celebración del centenario de la marca en 2019.

El automóvil clásico de colección está cada día más buscado. En los últimos días han tenido lugar diversas subastas y reuniones de clásicos en Pebble Beach y Monterrey (Estados Unidos), y sin duda en estos momentos la adquisición de un vehículo de colección se considera como una de las mejores inversiones que se pueden hacer. Como ejemplo, se acaba de adjudicar en una subasta un McLaren F1 en perfecto estado de conservación por 19,8 millones de dólares. Además de las indudables ventajas económicas de este tipo de operaciones también está el hecho de poder recuperar y mantener la historia y la evolución de los automóviles y motocicletas en los últimos 120 años.

El Bentley Corniche de 1939 es una pieza destacada por ser un coche único. El vehículo sufrió un aparatoso accidente cuando se realizaban pruebas con el coche en Francia antes de su lanzamiento, en agosto de 1939. Enviado para reparaciones, el chasis llegó a la planta de Bentley en Derby (Reino Unido), pero la carrocería fue destruida en un bombardeo en Dieppe (Francia) ese mismo año y nunca fue visto de nuevo. Hasta ahora.

El lanzamiento del coche estaba previsto para octubre de 1939. Era un modelo muy importante que estrenaba interesantes innovaciones tecnológicas, pero sobre todo aportaba un diseño mucho más moderno que los modelos fabricados por Bentley hasta entonces, el clásico de los Bentley de los años 20 y 30. Fue concebido para convertirse en una versión de altas prestaciones y supone la conexión entre los legendarios deportivos con motor de 4¼ litros y el R Type Continental.

Coche único

Solo existe esta unidad del coche y ha podido ser construida en base a las habilidades artesanales del equipo humano del departamento Mulliner, encargado de la fabricación de los coches más exclusivos de la marca. También han podido contar con todo el material de desarrollo del modelo, los planos y dibujos de su producción, para poder hacer una reconstrucción lo más fehaciente posible.

El proyecto de reconstrucción se inició hace varios años por voluntarios de la Fundación WO Bentley Memorial y la Fundación Sir Henry Royce Memorial, pero se presentó internamente en febrero de 2018. Fue entonces cuando el presidente de la compañía, Adrian Hallmark, decidió que se completara su reconstrucción en 2019 para poder utilizarlo en la celebración del centenario. Este Corniche de 1939 fue un claro paso adelante en el lenguaje de diseño de Bentley y por ello es un automóvil fundamental en la historia de la marca que entonces ya estaba a la vanguardia del diseño y la tecnología.

El proyecto de reconstrucción recayó en la división Mulliner, donde desde la década de 1970 se construyen los modelos más exclusivos de Bentley para coleccionistas y la realeza. Ha sido el primer proyecto completado por este departamento de reconstrucción de un coche clásico. Dicha reconstrucción se ha realizado utilizando piezas originales que se conservaban del Corniche y del MkV, pero la carrocería ha sido hecha nueva en base a los planos del modelo.

Cada aspecto del proyecto recibió la atención de Mulliner. Desde las mezclas especiales de pintura, llamadas Imperial Maroon y Heather Grey, hasta el exclusivo acabado interior y los accesorios como la bandeja de herramientas. Todo se creó desde cero.

La historia del Bentley Corniche parte de un corredor griego, André Embíricos, que encargó a la marca un coche deportivo basado en el viejo chasis de 4¼ litros. La idea de este modelo exclusivo gustó tanto a la gerencia de la marca que se pusieron a trabajar en un coche así para lanzarlo como un modelo de serie. Eso sí, el coche era un Bentley, pero construido en colaboración con el diseñador de la carrocería, Georges Paulin, y con la empresa francesa que fabricó dicha carrocería, Pourtout.

El automóvil se completó en mayo de 1939 y se probó en el circuito de carreras de Brooklands, donde alcanzó más de 100 mph, una mejora significativa con respecto al MkV estándar del que partía. El coche empleó una nueva parrilla mucho más aerodinámica que la tradicional, y muy vertical, de los anteriores Bentley. La carrocería sin pilares, con puertas con bisagras delanteras y traseras, también fue extremadamente innovadora para la época, y las complicadas curvas de las aletas delanteras eran muy distintas a lo que se llevaban entonces.

Después de Brooklands, el Corniche fue a Francia para pruebas en carretera. El coche fue dañado por un autobús y cuando era trasladado por un piloto de pruebas hacia la sede de Bentley en Chateauroux (Francia), tuvo un nuevo accidente en ellque sufrió graves daños. Entonces comenzaron los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y el coche, que estaba en un garaje en Francia, desapareció hasta su reciente recuperación.