Los mejores coches con piloto automático: Tesla, Volvo, Audi, Mercedes y Ford

Cada día se habla más del coche autónomo o autopilotado, como lo llaman algunas personas, y es un tema sobre el que hay muchas preguntas difíciles de resolver. Una de ellas es cuál es el automóvil más avanzado disponible en el mercado que permita hacer conducción autónoma. La respuesta es difícil, sobre todo porque la conducción autónoma es ilegal en España en estos momentos y no hay una legislación clara en ningún país. No está permitido soltar las manos del volante y si lo hacemos y nos capta una cámara de tráfico nos multarán.

Hay una diferencia clara y muy importante entre lo que es conducción autónoma, que todavía no existe en realidad, y conducción asistida que cada día es más frecuente. Que nuestro coche recién comprado tenga control de crucero adaptativo, o asistente de cambio de carril o frenada de emergencia, hace que el vehículo sea más seguro y capaz de solucionar un error del conductor. Pero no significa que cuando nos sentemos al volante podamos dejar de atender a la conducción y permitir que el propio coche conduzca por nosotros. Eso es un grave error que cada día se extiende más y que está llevando a muchos conductores a dejar de prestar atención a la carretera y hacerlo, por ejemplo, con el teléfono móvil.

La pregunta de cuál es el coche más avanzado en cuanto a conducción autónoma en estos momentos tiene una complicada respuesta. Cada coche nuevo que llega al mercado supone un paso adelante tecnológico en este sentido y por eso los automóviles que más se acercan a la “autoconducción”, son los de más reciente lanzamiento. Por ejemplo, el recién presentado Audi Q8 es uno de los modelos más avanzados, como en su momento lo fue el nuevo Mercedes Clase E que permitía hasta hacer el cambio de carril autónomo en autopista solo con accionar un intermitente pero sin tocar el volante. Pero lo que un día es una gran novedad ofrecida por un fabricante en pocas semanas lo incorporan cuatro o cinco nuevos modelos y se generaliza.

De todas formas, si tuviera que hacer un ranking de los cinco modelos que ofrecen más posibilidades de conducción autónoma les diría que el primero de todos es el Tesla, ya sea el Model S o el Model X. He conducido varias unidades de ambos y he podido hacer, hasta donde es razonable, “conducción sin conducir” y realmente funciona muy bien. El sistema Auto Pilot es bueno y detecta hasta curvas más lentas de lo señalizado, ajustando la velocidad a como es la curva realmente.

La ventaja que tiene Tesla respecto a sus rivales es que la actualización del programa que gestiona todo el funcionamiento del vehículo se hace de manera automática a través de Internet. Por ello, si tenemos un Tesla del año 2017 y seis meses después se hace una actualización del programa nuestro modelo pronto tendrá el software en su versión 2018. Eso no ocurre con el resto de fabricantes, ya que si uno tiene un Audi, un BMW o un Porsche de 2017 seguirá siendo un coche de 2017 hasta que lo cambiemos por uno más moderno.

Sin duda, en el ranking de los cinco mejores automóviles en este aspecto el primero es el Tesla, pero inmediatamente detrás se sitúan los modelos de Volvo. Cualquiera de los últimos lanzados, ya sea un 90 o un 60, ofrece la tecnología más avanzada en este sentido, un control de crucero muy eficaz, frenada de emergencia, asistente de cambio de carril y sobre todo una tecnología innovadora como es la posibilidad de esquivar de manera automática un coche que viene de frente e invade nuestro carril. Y también asistente en atascos. Volvo lleva años trabajando en la conducción autónoma y ha realizado numerosas pruebas en condiciones reales.

Los últimos modelos de Mercedes, los Clase C o los últimos Clase E, incluyendo también el recién presentado GLE o el GLC. Y el Clase A recién renovado, un modelo compacto de precio bastante razonable, que ofrece los últimos avances en cuanto a conducción autónoma. Y hablando de BMW, los nuevos Serie 5 y el recién presentado Serie 3 serán nuevas referencias.

Dentro del grupo Volkswagen, sin duda, el Audi Q8 recién lanzado es un vehículo que marca un nuevo hito en este aspecto de la conducción autónoma, como también lo es el nuevo buque insignia de la marca Volkswagen, su modelo todocamino de lujo, el Touareg. Pero lo más importante es que estos sofisticados sistemas de ayuda, que en unos años permitirán esa ansiada conducción autónoma, ya están hasta en modelos de acceso, como el útimo Seat Ibiza o el Volkswagen Polo.

Hasta ahora les he hablado de coches de segmento premium bastante caros que pueden asumir los costes de una tecnología muy innovadora en cuestiones de conducción asistida, pero si hay un modelo que destaca por sus cualidades en este sentido pero con un precio muy ajustado, sin duda la nueva referencia es la del Ford Focus. Se trata de un automóvil recién lanzado que ofrece todos los sistemas habituales que facilitan la conducción “semiautónoma” en ciertas situaciones e incluso ofrece algunos sistemas realmente innovadores como la posibilidad de detectar que se circula por un carril en dirección contraria. En este caso el propio vehículo puede llegar a detenerse en una zona segura cuando la maniobra es posible.

En cualquier caso, para tener conducción autónoma real habrá que esperar todavía muchos años y el plazo será aún mayor en España. La razón es que para tener realmente conducción autónoma no basta con disponer de un coche tecnológicamente muy avanzado con un montón de cámaras, de sensores, de receptores de láser y un potente equipo informático capaz de analizar todos los datos en tiempo real y tomar decisiones de manera inmediata.

También hacen falta unas infraestructuras capaces de conectarse con estos vehículos inteligentes y de la misma manera hace falta poner en comunicación a todos los automóviles que circulan por las carreteras para conseguir una conducción autónoma real. De momento ni siquiera hay un acuerdo sobre un sistema único de intercomunicación y las fuertes inversiones necesarias empiezan a hacerse poco a poco en Alemania o Estados Unidos de manera experimental, pero en España nos queda aún mucho tiempo. No hay dinero para el mantenimiento de las carreteras normales, como para hablar de carreteras inteligentes o por llamarlas de alguna manera la red viaria 5.0.

De momento ni hay ni puede haber una conducción autónoma real y solo algunos vehículos de pruebas pueden rodar de esta manera. Cuando Tesla habla de 'autoPilot' en realidad solo significa que permite una conducción asistida, es decir, que tiene un montón de sistemas de ayuda que avisarán de los peligros y que en caso necesario tomarán una decisión para evitar un siniestro. Pero nunca significa que se pueda dejar que el coche conduzca solo y la prueba de ello es los diversos accidentes que se han producido en los últimos meses.

Eso es muy importante porque la sensación que está llegando a los ciudadanos que el coche moderno es capaz de evitar accidentes hace que los conductores cada vez vayan menos pendientes de la carretera. Eso es lo peor que puede pasar y lo pagaremos con un aumento de la siniestralidad. Hay que conducir bien, con la máxima atención en todo momento para hacerlo correctamente y con los menos riesgos posibles. Y si pese a todo sufrimos un pequeño despiste o un error, que el coche pueda enmendar nuestro fallo.