Mazda MX5, más potencia para el roadster más divertido

La cuarta generación del Mazda MX-5, que salió al mercado en 2015, experimenta ahora una puesta al día para seguir siendo uno de los iconos entre los vehículos roadster más asequibles del mercado. Así, esta nueva versión de 2019 se ha actualizado con retoques en el diseño, nuevas tecnologías, mejoras en el equipamiento y más potencia para el motor 2.0, que ahora alcanza los 184 caballos.

El Mazda MX-5, que salió por primera vez al mercado en 1989, es un biplaza descapotable con techo de lona, del que se han vendido más de un millón de unidades desde entonces. Con motor delantero y tracción trasera es un modelo muy divertido de conducir que se ha posicionado como uno de los pequeños roadster más exitosos por su magnífica relación calidad/precio.

La cuarta generación del Mazda MX-5 se lanzó al mercado en 2015 y supuso una revolución en este pequeño descapotable por todos los cambios que se implementaron, aunque su esencia ha seguido inalterable, un coche muy bajo y ligero, con motor delantero, tracción trasera y un cambio muy rápido.

Con una longitud de 3.915 mm y un peso que rondaba los 1.000 kg, esta cuarta generación se posicionó como un modelo aún más dinámico que el anterior. Entonces el rediseño fue completo tanto en estética como en tecnología y se introducía además una nueva versión cupé pero con techo duro y de accionamiento eléctrico que se denomina RF.

Ahora llega la gama 2019, que actualiza esta cuarta generación y estrena retoques estéticos pero también tecnología. El roadster japonés cuenta además con nuevos colores para la carrocería, para la capota, para las llantas y tonos exclusivos para el techo en la versión RF. Asimismo, se incorpora a la gama una nueva versión especial denominada Nappa Edition, que ofrece un tono marrón para la capota de lona.

A bordo, se ha mejorado la ergonomía del volante y de los asientos, así como, la apertura de las puertas que ahora es más cómoda. En la gama 2019, Apple CarPlay y Android Auto se encuentran disponibles en toda las versiones del MX5.

En el plano tecnológico, el nuevo MX-5 ofrece cinco nuevas tecnologías de seguridad reunidas bajo la denominación i-Activsense. La primera es el sistema de asistencia a la frenada en ciudad avanzado, que proporciona detección frontal de vehículos y peatones, ayudando a evitar colisiones. Se complementa con el sistema de asistencia a la frenada en ciudad trasero, que detecta vehículos y obstáculos situados por detrás, un sistema ideal para salir marcha atrás de un aparcamiento. Junto a ellos, también se ofrece el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, el detector de fatiga y la cámara de visión trasera.

Esta nueva gama del roadster japonés está disponible con dos motorizaciones de gasolina: el 1.5 Skyactiv-G y 2.0 Skayactiv-G. En el primer caso, se combina con un cambio manual de seis velocidades en cualquiera de sus versiones. En la versión más potente, además de la caja manual está disponible uno automático que solo se ofrece con la carrocería de techo duro RF.

El propulsor 1.5 se mantiene con sus 132 caballos de potencia pero ha sido renovado en algunos de sus componentes, lo que permite una mejora de consumos y emisiones y también una mejor agilidad, un punto clave en este modelo.

En cuanto a 2.0 se ha renovado y potenciado para alcanzar los 184 caballos, que proporciona un sonido del motor más intenso. Para reducir el consumo, este propulsor se encuentra disponible con el sistema de corte de ralentí i-stop de Mazda y con una versión aligerada del freno regenerativo i-ELOOP. Por lo que se refiere a los consumos, la nueva gama del Mazda MX-5 ha homologado entre 6,3 y 6,9 litros/100 km, según la versión, lo que se corresponde con unas emisiones de CO2 de entre 143 y 157 g/km.

Esta gama 2019 del MX5 permite elegir entre más de 20 versiones. Los precios arrancan en los 25.320 euros que es lo que cuesta la variante de acceso con motor 1.5 y capota de lona. Los RF, con techo duro de accionamiento eléctrico, están disponibles desde 29.420 euros con esa misma motorización. La pintura metalizada cuesta 400 euros, mientras que el acabado metalizado premium se ofrece por entre 570 y 700 euros.