Claves para que las matriculaciones de motos crezcan a un ritmo considerable

Son buenos tiempos para la industria de la moto. A pesar del lógico momento de incertidumbre ante un cambio de gobierno, el primer semestre de 2018 se ha cerrado con un saldo netamente positivo. En estos primeros seis meses del año se han matriculado 79.217 motos, lo que supone un 17,1% más que en el mismo periodo de 2017. Con ello, el ritmo de crecimiento de las ventas en la industria motociclista es incluso superior al del sector automovilista. Por tanto, la industria de las dos ruedas se siente satisfecha con el resultado.

Anesdor, la asociación gremial del sector, ha revisado al alza las previsiones para este año, y contemplan un incremento en las matriculaciones del 10,5 %, con el segmento de las motos creciendo en torno al 15%. Este segmento es el que arrastra el mercado de las dos ruedas, ya que el ciclomotor experimenta un severo retroceso: ha cerrado el semestre con un descenso del 24,9%.

El principal desencadenante de esta pérdida es la entrada en vigor de la exigente normativa Euro4 en los ciclomotores, tras un año de moratoria con respecto a su aplicación en las motos. Como sucediera en 2016 con las motos, hubo muchas ventas masivas en el tramo final de ese año antes de la implantación de la Euro4, y los primeros meses de 2017 tuvieron un impacto negativo en el sector. Ahora esa situación se repite en los ciclomotores, aunque dado el reducido peso que ahora tiene este segmento en el mercado, no afecta a la evolución del conjunto de la industria motociclista.

La previsión de Anesdor, teniendo en cuenta la subida de las motos, la bajada de los ciclomotores, y también el incremento en las matriculaciones de triciclos y cuadriciclos, ha tenido que ser corregida al alza: se estima que a final de año las matriculaciones se situarán en torno a las 176.000 unidades.

Los scooter, los más vendidos

Siguiendo con la tendencia de los últimos años, los scooter siguen siendo las motos más vendidas. Los ocho modelos más vendidos son scooters, principalmente de 125 c.c., siendo la Honda SH 125 Scoopy la superventas del mercado español, con 3.263 unidades en los seis primeros meses del año. La primera moto de más de 500 c.c. es la Yamaha MT07, novena en el ranking de ventas español. Honda, Yamaha y KYMCO, por este orden, son las marcas que lideran el mercado español.

En Anesdor también han destacado el crecimiento de la moto eléctrica. Durante el primer semestre del año, entre motos y ciclomotores con esta tecnología se han matriculado 3.618 unidades. El crecimiento en las motos eléctricas es notable, porque se ha alcanzado un incremento del 256 %, en su mayoría gracias a la adquisición de flotas para plataformas (“sharing”, movilidad urbana). De momento, la cuota de mercado de la moto eléctrica es reducida, pero su crecimiento es más que notable, porque se ha pasado de un 2,7% en 2017 a un 4,2 por ciento en este primer semestre de año.

Los responsables de Anesdor volvieron a incidir en la importancia de modificar el marco fiscal de las motos, especialmente en las motos nuevas, cuya carga fiscal en España es de las más altas de Europa –casi el doble que en Italia-, lo que provoca que el parque motociclista español sea muy viejo (15 años), muy por encima de la media europea.

Norma Euro5

Una cuestión de sumo interés es la próxima implantación de la normativa Euro5 para motos. Inicialmente entrará en vigor en 2020 con nuevas y más exigentes requisitos, tanto en materia de emisiones contaminantes como en el nivel sonoro de las motos, cuestión ésta que resulta especialmente comprometida.

Desde que en 1999 comenzaran a aplicarse las normativas Euro, las emisiones contaminantes de las motos se han reducido en un 95 por ciento con respecto a los datos de hace 20 años. La industria motociclista ha realizado un notable esfuerzo para adaptarse a las exigencias de la legislación europea. Ahora, se enfrenta a una nueva vuelta de tuerca que supondrá otro extraordinario esfuerzo, especialmente en lo que se refiere al ruido.

La Euro5, cuyo borrador ha entrado en la fase de discusión en el Parlamento Europeo, y se espera que esté definido dentro de este año, establece una reducción de las emisiones de CO2 de un 12%, y de un 38% de HC y NOX (hidrocarburos y óxido de nitrógeno). Además, contempla la implantación de un sistema de diagnóstico a bordo (OBD II), y unos ensayos de homologación mucho más estrictos que los actuales.

Lo más delicado es la cuestión del ruido, porque todavía no está definido. Se habla de una reducción de entre 2 y 7 decibelios (dB), que es un volumen muy elevado. Para la industria supondrá el mayor desafío de cuantas medidas de reducción de emisiones han tenido que realizarse hasta la fecha. El problema es que la indefinición sobre la cifra a reducir, deja a la industria en una situación preocupante, porque condiciona toda su planificación industrial y el trabajo en I+D+i, dado que la implantación de la nueva normativa está prevista en 2020 y hay poco margen de maniobra.

No obstante, se establecerán dos plazos para su entrada en vigor en el caso de las motos de producción más limitada, como pueden ser las de trial y enduro, y algunos cuadriciclos, cuya aplicación se retrasa hasta 2024, dando un plazo mayor para su adaptación. Lo que sí es seguro es que la aplicación en 2020 será simultánea para motos y ciclomotores, no como ha sucedido en otras ocasiones, en las que los ciclomotores se han incorporado a las normativas más tarde.