Qué siente un gran empresario en la parte trasera de un Mercedes Clase S

El Mercedes Clase S es uno de los modelos de referencia cuando se analiza el segmento de las berlinas de lujo, un coche con el que se puede disfrutar al volante, pese a sus grandes dimensiones, pero en el que merece la pena también sentarse en el asiento trasero y disfrutar de la vida como si fuéramos un gran empresario, un famoso cantante o actor. Entonces es cuando se pueden apreciar muchos detalles de confort que pasan desapercibidos conduciendo el coche.

Con el Clase S, Mercedes siempre ha hecho una apuesta muy fuerte por conseguir posicionar su buque insignia en lo más alto por su aspecto tecnológico, pero ofreciendo al mismo tiempo el máximo confort de marcha. Y después de hacer más de 800 kilómetros con este modelo, les puedo asegurar que lo ha conseguido plenamente. La marca de la estrella siempre ha tenido un modelo en lo más alto del mercado automovilístico a lo largo de toda su historia, pero lo que no ha tenido nunca ha sido una oferta tan completa de modelos en este segmento de superlujo como la que tiene ahora.

Por una parte, en cuanto a sus carrocerías de tipo berlina, con tres longitudes: de 5,14 metros para el corto, 5,27 metros para el largo —que es el que hemos probado en esta ocasión— y todavía un paso superior, el que ofrece la variante Maybach, con 5,46 metros, una verdadera limusina. Pero a estos modelos más clásicos, añade otras dos opciones que sus rivales de mercado, las marcas Audi o BMW, no ofrecen en este segmento: el cupé y el descapotable. Y para completar un poco más, por si no fuera suficiente con todo esto, cuenta con las versiones firmadas por AMG con potencias de 612 o 630 caballos. Con ello, la oferta por el coche de superlujo de Mercedes es la más amplia del mercado, y pasa por una gama única en el mercado entre los 286 y los 630 caballos. También la horquilla de precios es muy grande, con un coche desde 101.000 euros como partida, con el 350D con carrocería corta, pero que alcanza casi los 300.000 euros.

Ahora vamos a analizar el coche de nuestra prueba, el 350D con carrocería larga. Es decir, la de 5,27 metros. Pese a ser un gran coche, casi es la versión de acceso a la gama, ya que emplea el motor más pequeño, un diésel de 286 caballos. Es un motor que mueve con mucha alegría este coche, a pesar de sus dimensiones y sobre todo de su peso, que en vacío supera los 2.000 kilos. Es un propulsor que incorpora la tecnología Ad Blue, lo que permite reducir casi a cero sus emisiones de óxidos nitrosos.

Motor muy elástico

Es un motor con mucho par motor que destaca por ser muy elástico, que tiene un importante apoyo en su caja de cambios, el 9 G-Tronic, habitual en la gama de Mercedes. La combinación del motor 350D y este cambio permite una perfecta dualidad, con un coche que resulta suave y poco consumidor, ideal para viajar con un chófer cuando no tenemos prisa pero que se transforma en algo mucho más dinámico si seleccionamos el modo Sport y, sobre todo, pisamos con decisión el acelerador. Entonces, el motor funciona más revolucionado y ofrece una buena agilidad de marcha.

Proporciona una buena visibilidad, lo que permite gestionar bien sus grandes dimensiones y evitar sustos. El conductor encuentra en el interior un gran cuadro de instrumentos que continúa con la pantalla de la consola central. Dos pantallas unidas con las que tendrá toda la información que quiera sin ninguna limitación.

La limitación que tiene este modelo, como sus rivales de las otras marcas de lujo, es su precio muy elevado. No es que no lo valga, pero tener que pagar 105.000 por este vehículo en su terminación básica es un poco duro. Y si además queremos ponerlo un poco a nuestro gusto, entonces la factura subirá bastante. Nuestra unidad de pruebas tenía al menos 30.000 euros de coste adicional por las opciones incluidas. Son elementos importantes estas opciones, pero también son caros.

Si ya de por sí es interesante disfrutar de estas plazas traseras, esta sensación se ve aumentada por la presencia de algunos opcionales, como son los asientos traseros con ajuste eléctrico y función memoria, el climatizador específico para las plazas traseras, el sistema de telefonía para las plazas traseras situado en el reposabrazos, la recarga inalámbrica en los asientos traseros, elementos de seguridad específicos para esta zona o el 'pack' confort también desarrollado para estas plazas.

Otro detalle que incorporaba nuestra unidad de pruebas era el sistema de entretenimiento trasero, con dos pantallas de tipo iPad con las que se puede ver todo lo que queramos en ellas, con acceso a internet, lo que permite tener una oficina móvil en el coche. Y si todavía esto no es suficiente, se puede solicitar con una distribución trasera del habitáculo de solo dos asientos completamente independientes. Las posibilidades de personalizar la parte trasera son casi interminables.

Hago muchas pruebas cada año, pero pocas veces he podido disfrutar tanto de viajar en el asiento trasero como con este coche. La persona que viaja en el asiento trasero derecho, el más importante en este vehículo, puede ajustar las posiciones de su asiento, inclinar más o menos el respaldo, hacer llamadas de teléfono con la máxima privacidad, subir las cortinillas para que nadie vea quién viaja en el coche. Lo malo es que su precio de partida es de 105.000 euros, pero con un equipamiento como el de nuestro coche por unos días, subía hasta 140.000 euros. “La vida es cara, pero buena…. La hay más barata, pero no es vida”, que dice el sabio refranero español.

Ficha técnica

• Motor: seis cilindros en v.
• Potencia máxima: 286 CV a 3.400 rpm.
• Par máximo: 600 Nm desde 1.200 rpm.
• Cilindrada: 2.925 cc.
• Combustible: gasóleo.
• Cambio: automático de nueve marchas.
• Velocidad máxima: 250 km/h.
• Aceleración de 0 a 100 km/h, 5,8 segundos.
• Tracción: 4x4.
• Consumos homologados (urbano/ extraurbano/ mixto): 6,9/ 5,0/ 5,7 litros.
• Dimensiones (longitud/anchura/altura): 5,27 x 1,90 x 1,49.
• Capacidad maletero: 510 litros.
• Peso en vacío: 2.025 kg.
• Precio: 105.000 euros (versión Style).